jueves, 22 de julio de 2021

GRUESOME STUFF RELISH: Kill Baby Grind (Ruido Noise Records / Base Record Production, 2021)

 


Por Larry Runner.

Es curioso. Después de años sin vernos coincidí con Paolo Deodato hace poco en Mieres, y tras intentar ponernos al día en cinco minutos de como nos iba en la vida, creo que de lo único que no hablamos fue de su banda. Y mira por dónde, acababan de sacar disco y yo sin enterarme.

El caso es que días después, estando ya de vacaciones, me acordé del encuentro y me puse manos a la obra para intentar ponerme al día, cosa un tanto complicada por su nivel alta producción discográfica, con GRUESOME STUFF RELISH. Y sorpresa, Mieres Grinders Are Back!!!

Y es que los mierenses son una banda underground, pero de las de verdad no de boquilla, y su actitud al respecto ha sido siempre tan extrema como su música. Sacan discos y el que tenga interés ya se enterará. Lo de la promoción no es cosa suya. Sí, son de los pocos underground de verdad. Porque está muy bien eso de ir de underground por la vida y luego hacerte pajas cuando sales en la Metal Hammer o en las webs de Mariskal o Rafa Basa. O ji o ja. Pero las dos cosas no se puede. Si vas de underground, no quieras salir en los lugares reservados para los reyes del mainstream. Vamos, digo yo.

Lo dicho, los de Mieres son gente auténtica. Para bien y para mal. Nunca han pedido nada y si lo han recibido desde aquí fue porque simplemente pensamos que lo que ofrecían merecía la pena. Su ruido llega a través de la música, no de las redes sociales. El respeto se lo ganan en el escenario y no ejerciendo de plañideras en el facebook. Se buscan la vida para sacar los discos y con su actitud han conseguido ser santo y seña de un estilo que quizás sea minoritario, pero en el que han lograd el respeto y el ser una referencia a nivel mundial. Todo ello sin tirarse el pisto.

Ahora llegan con otro álbum titulado “Kill Baby Grind”. Tras una de esas maravillosas portadas cinéfilas obra de Noel Kemper, se esconden ni más ni menos que 30 vomitivas odas para celebrar que llevan 20 años dando caña.

Editado en vinilo, CD (lo que yo tengo) y cassette, “Kill Baby Grind” ofrece lo típico de la banda. Puro death grind, pura adrenalina sónica combinada con el sonido de películas de terror para amenizar la escucha y darle ese aire de banda sonora que solo ellos saben producir tan bien como para que te enganches sin que te des cuenta. Locura total en piezas que van desde los apenas 12 segundos de “Holidays in North Sentinel” a los más de tres minutos de “Putrid Corpses”. Si tuviera que elegir algún título, quizás me quedaría con “Zombie Sessions Volume 1”, o con “Giallo Nightmares” que en poco más de un minuto ofrecen más emoción que algunos discos triples de metal progresivo. También con la thrashera “A Cat in the Brain” y por supuesto con la que cierra el disco “Kill Baby Kill”.

Noel Kemper se muestra como todo un zombie a la voz -más que nunca- y me encanta que el disco suene muy crudo, a auténtico, que la caja suene a caja, que el bajo suene intenso y que la guitarra sea la dueña del sonido, soltando a veces algunas filigranas a modo de solo veloz que me flipan. Me gusta que no me lo ponga y suene a maquinillo. Que sea de verdad, casi como analógico, lo que hace que hasta les perdone que se pongan en modo Death Metal a tope en cortes como la citada “Putrid Corpses”, donde las guitarras tienen más de Slayer que de Napalm Death o la sensacional “Kill Baby Kill”, corte que cierra el álbum y que me parece una puta maravilla porque me deja permite hacer headbanging y consigue ponerme a  botar.

Que algunos de los temas sean tan cortos hace que saltes de pista casi sin darte cuenta, que algunas piezas entren de seguido como si fuese una sola, y es que hasta en eso el disco está bien pensado y prensado. No da respiro. Pero bueno, bien es verdad que hay cortes que sí van ligados. El 26,  “Intro: un gato nel Cervello” es la introducción del posterior “A Cat in the Brain”, por cierto, un corte muy thrasher.

Grabado en diversos estudios, la mezcla y la masterización final son del maestro y siempre querido y admirado Fernando Marín (Supersonic Studios). 

Son 29’ repartidos en 30 temas. Al final parecen muchos cortes, pero el disco se hace corto. No hay problema. Si se termina, vuelves a empezar. Es lo que hice yo el día que lo pinché por primera vez, ponerlo en bucle sin cesar.

Un grandísimo disco, que quizás con el tiempo esté para mí por encima de “Cannibalized!” (Bizarre Leprous Production, 2018). Palabras mayores.

Tracklist:
1. Epiphany of a Dying World
2. No Survivors Remain
3. Terror Creatures from the Grave
4. Necroscope
5. Seven Bloodstained Orchids
6. Voodoo Coast
7. Cementery Man
8. Huidobro
9. La casa delle finistre che ridono
10. Etruscan Crypt
11. Medical Deviant
12. Zeder
13. Zombie Sessions Volume 1
14. Putrid Corpses
15. Giallo Nightmares
16. Trapped in the Contaminated City
17. Bewitched Place
18. Holidays in North Sentinel
19. Man from Deep River
20. Captured by the Natives
21. Baron Dawson
22. Jungle Revenge
23. Stone Age Tribe
24. Una Sullatra
25. Hell of the Dead
26. Intro: un gato nel Cervello
27. A cat in the Brain
28. Doctor Morgan
29. The Werewolf vs Vampire Woman
30. Kill Baby Kill

Line Up:
Paolo Deodato - Batería
Daniel Cedillo - Bajo
Dani Olivar - Guitarra
Noel Kemper - Guitarra y voz






© Diario de un Metalhead 2021.

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