📝 Larry Runner.
La primera escucha de "The Splintered Oar" fue extraña.
Al pinchar “Leaves”, el tema que abre el disco, la sensación inicial fue de puro desconcierto: lo que parecía una breve introducción folk se convierte en un corte de más de cinco minutos que se empalma con “False Kingdoms”. Por un momento uno llega a pensar que se ha equivocado de disco, que quizá ha puesto un álbum de folk en lugar de lo que esperaba. Pero no. Hay mucho más tras la primera sensación.
A estas alturas ya no sorprende que folk y metal convivan con naturalidad, ni que el black metal se mezcle con atmósferas tradicionales o pasajes acústicos. No sabría decir en qué momento se produjo esa fusión definitiva, pero hoy es toda una realidad. Propuestas como Tabernis lo llevan al límite, mientras que bandas como Satanial o Grima han sabido integrar estos sonidos con personalidad. En ese territorio se mueve también Weft, con ecos que pueden recordar a Mephorash, pero siempre con personalidad propia. El resultado final acaba siendo mucho más convincente de lo que uno podía esperar tras ese arranque desconcertante.
"The Splintered Oar" consta únicamente de cinco temas, pero se estira hasta rozar los tres cuartos de hora, recuperando ese formato de álbum largo, denso y sin prisas, de los de antes. Aquí no hay relleno: cada minuto suma y aporta matices a una obra que exige atención y escucha activa.
Estamos ante un ejercicio de fusión en el sentido más amplio del término. Folk, death metal, black metal, pasajes atmosféricos, progresivos y hasta momentos que miran al country conviven sin problema. Weft bebe de tantas fuentes como minutos dura el disco, construyendo un trabajo envolvente en el que nunca sabes por dónde va a salir el siguiente giro. La calma y la introspección conviven con estallidos de blast beat, y los aires folk de raíz casi irlandesa chocan frontalmente con la violencia del metal extremo. Nada es predecible, y quizá ahí resida gran parte de su encanto.
"The Splintered Oar" es una obra atmosférica y genuinamente aventurera, como si cada nota arrastrase años de exploración. No es un disco fácil es de esos que has de descubrir poco a poco, con tiempo.
Detrás de Weft se encuentra Charlie Anderson, un nombre que a alguno le sonará por su presencia en Panopticon, donde ha girado por medio mundo aportando su talento como violinista y compositor. Aquí canaliza toda esa experiencia en un proyecto personal que, aunque deja entrever influencias, refuerza una visión musical propia. La atmósfera es el eje central, impulsada por un death metal agitado, ráfagas de black metal y constantes desvíos hacia sonidos menos obvios.
Mención aparte merece el apartado vocal y el uso del violín. Las voces transitan desde la brutalidad más profunda hasta aullidos furiosos, pasando por coros y cantos limpios que aportan contraste y emoción. Y el violín, tratado de forma creativa y poco convencional dentro del metal, se convierte en un elemento clave: líneas melódicas inquietantes y efectos que te arrastran aún más dentro del viaje. "The Splintered Oar"es en definitiva pura experimentación.
1) Leaves
2) False Kingdoms
3) The Hull
4) Red Dawn
5) Dream of Oaks
Line Up:
Charlie Anderson:
Austin Lunn- Drums.
Andrea Morgan- Violin, Vocals (Falling Leaves, The Hull, A Dream of Oaks).
Jordan Day- Vocals (A Dream of Oaks).
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