📝 Larry Runner.
Udo Dirkschneider lo ha vuelto a hacer. Los años pasan y a él no parece preocuparle. Está más activo que nunca y no solo tocando en vivo sin apenas detenerse, si no que además no para de sacar discos. Todos buenos.
Sí, porque la leyenda Udo Dirkschneider no se baja del notable jamás, aunque con este primer disco largo de Dirkschneider And The Old Gang se ha ganado mi sobresaliente.
“Babylon” es un disco increíble de Heavy Metal y si bien no entendí en su momento que se montara esta película llamada Dirkschneider And The Old Gang, ahora, tras quemar el disco, sí que creo que tiene su razón de ser.
Dirkschneider And The Old Gang nació después del covid y sí, sigue siendo Heavy Metal, pero es verdad que en este proyecto se unen elementos a la música que quizás no tengan cabida en U.D.O. y de ahí que haya querido bautizar esta aventura con un nombre distinto.
No dejan de ser los riffs potentes de siempre, y la voz solista no deja de ser la de toda la vida, rota, que tanto nos gusta a los que nos confesamos fieles seguidores del alemán, pero hay detalles que marcan la diferencia.
Te pones el disco y ahí tienes esa base intensa, el digamos sonido Accept de siempre. No en vano en Dirkschneider And The Old Gang hay tres Accept genuinos en el line-up, algo de lo que no puede presumir Accept, donde solo Wolf Hoffman es miembro histórico del grupo. En Dirkschneider And The Old Gang casi podríamos decir que hay cuatro, porque ahí está Sven, el hijo de Udo a la batería, que lleva el ADN Accept en la sangre. Sí, hay mucho del genuino sonido con el que llevamos disfrutando desde hace más de 40 años, pero lo dicho, hay muchos matices que hacen Dirkschneider And The Old Gang distinto.
De mano te vas a encontrar acompañando a Udo a la increíble Manuela “Ella” Bibert, que no se ciñe precisamente a hacer el papel de acompañante, siendo este un disco muy coral donde la voz femenina tiene una muy notable presencia. Si a eso le añades los teclados, pianos y demás, elementos impropios del genuino sonido Accept, evidentemente es distinto. Canciones como “Strangers in Paradise” serían impensables en U.D.O. y temas como “Dead Man’s Head” tienen un comienzo muy en la línea de siempre pero luego dan un giro casi hasta bailón por momentos que definitivamente des la razón en lo de montar otra banda con otro nombre para dar vida a estas canciones. Excesos en las teclas como el de la increaíble "Propaganda" son impensables en el sonido clásico en el que piensas cuando oyes hablar de Udo. Está claro que el papel de Manuel es fundamental y que marca la diferencia. Ojo, que Peter Baltes también pilla el micro.
El álbum es realmente increíble, sin temas de relleno. Al menos lo es para mí, que lo disfruto desde la inicial “It Takes Two to Tango” hasta el final. “Babylon” tema de aires orientales, da el título a un disco que se fue desvelando a base de singles y videoclips. Ese tono oriental aparece en otros momentos del disco, algo que le hace musicalmente de hilo conductor de forma velada, y al no haber tabúes de por medio, se permiten hasta excesos en forma de guitarra acústica.
El contraste entre la voz rota de Udo y la maravillosa melosidad no exenta de dureza de Manuela (que aporta las teclas al sexteto) es deslumbrante por lo bien que lo han equilibrado todo rodeándolo a la vez de unos muy buenos coros. Y es que es un disco muy coral, muy de cantar acompañando, algo que sólo consiguen los buenos discos. Este lo es, y mucho.
Sven Dirkschneider - Drums, Vocals (backing)
Stefan Kaufmann - Guitars, Vocals (backing)
Mathias "Don" Dieth - Guitars, Vocals (backing)
© Diario de un Metalhead 2025.
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