Por Jorge López Novales.
Viendo mi crónica de la anterior edición del Rockvera leo la frase “Y eso sólo es un factor más, hasta un catarro podría matar un festival”. Nunca pensé que pudiera ser algo tan literal.
Algo tan cruel que ha conseguido aplazar tres años los que tendría que haber sido una celebración por todo lo alto con dos días de conciertos como ya se iba anunciando a finales de 2019 para la edición de 2020. El Rockvera ha cumplido 25 años. Es un evento gratuito que ofrece mucho y pide muy poco.
El pasado 3 de septiembre tuvo lugar el Rockvera en el Teatro Llar de Corvera (Asturias). Una alternativa más en las fiestas del municipio asturiano. Estamos hablando de uno de los festivales, como son el Rock Nalón y el Unirock, que vamos encadenando desde principios de agosto.
Mirando años anteriores he visto que en algún momento llegaron a coincidir algunos de ellos. Ahora con vista, no se solapan y es fácil encontrar a los habituales en los tres festivales.
Yo descubrí el Rockvera en 2019. Me costó encontrar el teatro porque me pierdo sólo. Este año mande a la mierda el GPS y me fue mejor. Me lo pasé tan bien de aquella que el ambiente primó sobre el cartel, a la hora de repetir. Puede que el cartel de este año no me motivara en exceso pero esa variedad demostró ser decisiva para registrar una buena entrada. Fue todo un éxito de público con el momento más álgido de la noche con el concierto de Mala Reputación.
Al igual que en la pasada edición, el heavy metal, el power metal más épico, tuvo un lugar entre los cuatro grupos de esta noche. Este año tuvimos un grupo menos. Quizás cinco era un número excesivo.
Que yo no estuviera motivado por el cartel no quiere decir que el cartel fuera malo, al contrario. La organización trabajó con referentes del punk-rock estatal como son Free City o Mala Reputación.
Además, hay que añadir que Rockvera hizo un guiño al pasado con la banda que abriría esta noche, Zona Oscura. Zona Oscura fue la banda que ganó la primera edición del I Concurso de música en directo Rockvera Contest (2014) y esta iba a ser su quinta participación en el festi.
Por la mañana hubo una sesión vermut muy animada con Tribute Against the Machine en la que casi liquidan toda la tirada de camisetas de la asociación. Una sesión que da un valor añadido al festival, acercando a los lugareños música ya desde por la mañana y un punto de encuentro familiar. Al igual que en otras ediciones hubo actividades pre festival. En esta ocasión hubo un taller de fotografía musical impartido por Felipe Suárez Mera (además de una exposición con sus fotos) y otro de sonido dirigido por Pablo Viña.
A partir de las nueve ya teníamos a Zona Oscura sobre el escenario. Traían consigo temas con diferentes estilos de música con una base rock. Me gustaron.
Hubo tiempo para la reivindicación como fue en el tema “Acuto” en el que defienden la llingua asturiana y una versión de Los Berrones , “¡Calla, oh!.
“Silencio en la cárcel” fue el momento emotivo. La batería arranca como una marcha militar y empieza el relato. Una carta que escribió el bisabuelo de Uga, el bajista, a su mujer, desde la cárcel modelo de Oviedo antes de ser fusilado. El tema acaba con Tonay fusilando a Colero con su guitarra.
Christian 2 (no confundir con el batería) fue el invitado en los dos últimos cortes, “No te metas” y “Atascos”. Así que sin darnos cuenta tuvimos tres guitarristas sobre el escenario.
La última vez que había visto a Arenia fue a finales de febrero de este año. En esa ocasión tocaban con Argion y Last Days of Eden en la difunta sala Sir Lauren´s.
Si ya de aquella vi a Fran J. Santos a un gran nivel, en esta ocasión se superó. ¿Invitados? Estuvieron presentes algo menos de la mitad de su show. No siempre vas a poder contar con Jorge Sanz, Dani G, Lady Ani… sobre todo si sales de Asturias. Fran no los necesita aunque son un extra en Arenia.
Fran en “Alcanzar el sol” nos dio un susto, debido a que la voz no se oía, el asunto se solventó rápido. Pablo Viña da garantías en una mesa de sonido.
No hubo sorpresas. “El último aliento” nos trajo a Dani G. y “Ganar o perder” a Jorge Sanz.
Visualmente, compositivamente, “Sigue la leyenda”, sigue siendo uno de esos hitos del metal asturiano, que materializa lo que hace fuerte la escena, el apoyo entre músicos, que te pone la piel de gallina. Es acabar a lo grande con cuatro grandes vocalistas sobre el escenario.
La banda vino con un setlist calcado al último. No creo que nadie se quejara, son muy buenos temas. Arenia es una banda que nunca me cansaré de ver.
Intro
Alcanzar el sol
Retando a la eternidad
El último aliento
El atardecer de los sueños
La piel del enemigo
Volver a empezar
Conjuro infernal
Ganar o perder
Sigue la leyenda
Llega un cambio de tercio, otro público puebla las primeras filas. Tras la foto baño de rigor de asistentes ilustres llega el momento de Free City. Casualmente había podido verlos hacía bien poco y no me extrañó una de sus máximas, la entrega en el escenario. Ya lo dice Sonia en su crónica del Resurrection o en la de Julia del Tsunami que ofrecimos en Diario de un Metalhead.
Ver a Free City en un escenario a más de dos metros de altura desluce lo que ofrecen. En “sala” se aprecia mejor la intensidad y se ve que disfrutan de la cercanía del público.
Peib, su vocalista, se comporta como un demonio enloquecido en el escenario. Se arrastra, salta, se tira al suelo...
La banda venía con un guitarrista suplente. Cumplió sobradamente tras dos ensayos.
Fueron trece temas que encajaron en su concierto, aunque por poco “Serpientes” se queda fuera y pudieron meter “Las noches sin dormir” (en el Tsunami tuvieron que prescindir de ella).
Los vallisoletanos no jugaron en casa pero se vieron muy bien arropados.
Llega el turno de Mala Reputación y demuestran por qué son cabeza de cartel. Pocas veces veremos que el último grupo de un festival genere tanta expectación. Mucha gente que conozco cuenta con una debilidad menos “heavy”, un grupo que por diversos motivos ocupa un sitio en sus escuchas. No es de extrañar ver a un público tan variado unido por su pasión por el cuarteto. La banda nos ofrece hora y media de concierto en penumbra, a ratos inmersos en el humo.
Arranca con “El Alambre” de su EP “La Belleza”, uno de los temas que vio la luz durante la pandemia. Toda la energía que vimos anteriormente en el escenario, se convierte en un ritual hipnótico, que arrastra a los seguidores de Mala Reputación a través de más de veinte años de clásicos.
Poco antes de las dos me retiro. A la salida, departo con, Fran, el vocalista de Arenia, mientras Mala Reputación remata su actuación.
El año que viene habrá cambios. Es de esperar que el Rockvera salga reforzado. Son ya veinticinco ediciones...
Gracias Asociación Monorock por sacar tiempo de donde no había y hacernos sentir como en casa. Mi agradecimiento a Franel Rock, más concretamente a Sara por quitarme la espuma de la cerveza. En serio, buen trabajo.
Aprovecho para saludar a la gente de Heavy Metal Brigade, a Felipe y a los Piratas de Libertalia.
© Diario de un Metalhead 2022.
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