Inesperada visita de ALIEN ROCKIN’ EXPLOSION a Asturias. Apenas un par de días antes nos enterábamos de la llegada de nuestros alienígenas favoritos con los que habíamos coincidido un par de semanas antes en el planeta Wacken.
ALIEN ROCKIN’ EXPLOSION se adaptan a cualquier situación y son capaces de pasar de tocar en el festival más grande del mundo a, como en esta ocasión, el sótano de un pequeño bar, como en este caso, que actuaron en el céntrico Gastrobar de Gijón.
Se presentaron en formato trío y anunciaron su show como acústico. Llegaron con un line up especial para la ocasión que conformaron Red-Trysha a la voz, Van Halien a la guitarra y voz y Cándido Neila al cajón de percusión.
Como bien saben aquellos que ya les conocen, ALIEN ROCKIN’ EXPLOSION se presentan como un proyecto multidisciplinar que une música y arte. Es por ello que los que acudimos nos pusimos al día con sus publicaciones. Algunos se pillaron su último disco “Paint it Green” (Lady Stone Records, 2020) y otros nos hicimos por fin con sus dos obras literarias, el cómic “Alien Rockin’ Explosion y el disco de oro” (Apache Libros, 2018) y el libro “Crónicas de la Rocksistencia” (Apache Libros, 2022).
Ofrecieron un repertorio de versiones, con sólo una canción propia presente, el “We A.R.E. Rock” que abre “Paint it Green”. Versiones, “¡oh, que original!” dirá alguno. Pues sí, en contra de lo que pudiera parecer, lo fue. Y es que los aliens dan un buen giro a la mayoría de las canciones, llevándolas a un terreno diferente pero respetando la esencia de los temas.
Abrieron con el “Because the Night” de Patti Smith y continuaron con el “Mama Kin’” de Aerosmith. Canciones que otros grandes como Bruce Springsteen o Guns N’ Roses versionaron en su momento. Fue un buen comienzo a una velada familiar que llegó incluso al final a admitir peticiones.
Con un Van Halien sensacional en su papel a la guitarra y una Red-Trysha sobrada a la voz que se las sabía absolutamente todas (apenas miró para la tablet que la acompañaba), el trío hizo feliz nuestra tarde de viernes de una forma reposada, algo que ya nos pedía el cuerpo tras tanto festival.
De la veintena de canciones me gustaría destacar algunas en especial. “Heaven Can Wait” de Gamma Ray creo que fue cantada por todos. El happy metal siempre entra bien. Van Halien se puso a la voz solista para el “I Want to break free” de Queen, a la que como ocurriera con el cover de “We A.R.E. Rock” y el “Highway to Hell” de AC/DC le dieron un pequeño tono country.
Hubo tiempo para soltar también alguna en castellano, como el “Cuerdas de Acero” de Barón Rojo y el “No Hay Tregua” de Barricada, canción siempre especial. Y sorpresas, muchas sorpresas, como así podríamos calificar el “Un beso un y una flor” de Nino Bravo, el “Mercedes Benz” de Janis Joplin y la canción de “Bola de Dragón” para los más frikis.
Al final nos dejaron pedir y pedir, y aprovechamos. De esa forma nos obsequiaron con el “Fool for your loving” de Whitesnake para cerrar con una fabulosa interpretación del “Soldier of Fortune” de Rainbow, canción que nunca había escuchado en primera persona, solo en video o disco.
En definitiva una velada sencilla, cercana, familiar, en la que nos lo pasamos en grande sin además tener que gastar un duro de entrada, pues era libre. Disfrutamos de algunas buenas cervezas y de la mejor de las compañías, pues coincidimos allí con lo mejor de lo mejor.
Un viernes sideral.
© Diario de un Metalhead 2022.
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