lunes, 9 de septiembre de 2019

De baldre! ROCKVERA FEST 2019. Crónica y fotos.


Por Jorge López Novales.

Últimos días de Agosto. Tiempo estival, tiempo de festivales gratuitos… ¿hasta cuándo?

Tras un año de elecciones locales en que nuevas corporaciones hacen y deshacen a su antojo, arrasando o modificando substancialmente las partidas destinadas a cultura o a lo que ellos entienden por cultura, llega una nueva edición de Rockvera. Los festivales que tienen suerte, más o menos, llegan a ser autosuficientes o van camino de serlo y pueden seguir contando con el apoyo de las entidades municipales.

Y eso sólo es un factor más, hasta un catarro podría matar un festival. Así que la única responsabilidad de la organización, que no es poco, sería ganar músculo y demostrar que tienen mucho que ofrecer al público. En el caso de Rockvera, no tiene que demostrar a nadie nada y está perfectamente integrado en el municipio. Es uno de los festivales más antiguos que se celebran en Asturias, organizado por la Asociación Monorock, y ha sobrevivido a muchos obstáculos.

Teníamos por delante un fin de semana intenso con el Rockvera y con un Rock Nalón al día siguiente. Ambos festivales se habían presentado el pasado 27 de Julio en la sala Paseo del Malecón de Avilés y ya desde un primer momento se habían conjurado para no hacer coincidir las fechas de sus conciertos.

Decibel Race

Este año la organización se había tomado el asunto con más ganas, si cabe. El Teatru L´Llar (Las Vegas, Corvera), un espacio municipal, donde venían celebrándose pasadas ediciones, sufrió unas obras de mejora por lo que el Rockvera tuvo un parón. ¿Mereció la pena esperar? Desde luego que sí. ¡Qué decir de la ubicación del Teatru! Situado junto al parque Europa, se trata de  un caserío reformado, donde todo el conjunto (cuadras, horreo, panera) se han redefinido para transformarse en un centro cultural. El interior de este complejo cultural es espacioso pero lo que más me llamó la atención fue el escenario, muy amplio. Al fondo, unos asientos con cuya ubicación pueden jugar con ello, pudiendo modificar el espacio para el público para convertirlo en un lugar de todo tipo de espectáculos magia, cine, galas...

El Festival Rockvera además se ha integrado como parte del programa de las fiestas de Corvera y no incluye tan sólo los conciertos que vamos a tratar, sino no que previamente a esta sesión nocturna, se programaron diversas actividades. A  media tarde en El Llar Ales Sánchez realizaría un taller, de nuevo gratuito, de luthería donde explicaría procedimiento para el ajuste y mantenimiento de guitarra. Posteriormente, Cervezas Dai, marca corverana de cerveza artesana ofrecía una actividad sobre maridaje de cerveza que serviría como arranque a la sesión musical.  

Era la primera vez que venía a este festival y mi primera impresión fue muy buena. Ya había bastante gente tomando algo en las barras dispuestas en el exterior del recinto, donde hay que destacar que tenían mucho espacio para sentarse, algo que invitaba a que entre concierto y concierto la gente saliera a tomar algo. Los precios populares en la Sidrería El Llar incitaban aún más a ello. Pude ver que varios de los asistentes venían con niños, hecho que pone de manifiesto la gran organización del festival, accesible a toso los públicos. 

Crudo

La responsabilidad del festival era hacer un cartel equilibrado para todos los “públicos” y que los estilos tuvieran cierta altenancia. Y así abrió el grupo leonés Decibel Race, con su propuesta heavy metal; los segundos fueron The Black Panthys Party con su punk transgresor; continuaríamos con una propuesta más rock con Crudo. El hardcore combativo de Escuela de Odio o Misiva que cerraron el festival. Con permiso de Decibel Race podemos decir que hay un gran nivel de bandas de todos los estilos en Asturias.

Esta búsqueda de variedad, hizo que tuviéramos picos de cuatrocientas personas, todos datos estimativos de la organización, con un total de asistencia de seiscientas personas que llegaron a entrar en el Teatru en algún momento.

Esta era mi segunda vez con Decibel Race. Lo cierto es que cuando tocaron en la calle en León, durante las fiestas de San Juan y San Pedro, me hubiera escapado de la boda de mi cuñado en la catedral para ir a verlos.

The Black Panthys Party

Se encontraron con un público que no se adscribía al heavy, no fue problema ya que vino su gente desde León a verlos. La tormenta preludio el arranque de Decibel Race. Ya eran las 9:30. Comenzaron interpretando impecablemente, los dos primeros cortes de su EP “Feel the fear” y “Street killer” y su actuación se me hizo muy corta. El grupo suenan fresco y sus directos son potentes. Espero con impaciencia la llegada de su nuevo material. No perdieron la oportunidad de ponernos los dientes largos con el nuevo material. Me gustaría volver a verlos en Asturias pero sería egoísta por mi parte, tienen mucho que ofrecer fuera de este circuito más habitual para la banda. Remataron, como es habitual, con su himno “I command” que acabaron coreando todos.

A continuación vino una propuesta completamente distinta, The Black Panthys Party. Su disco “Uña, glande y mimbre” ya tiene cerca de un año. Decir de este grupo que son políticamente incorrectos es quedarse cortos, juegan con fuego en estos tiempos de incertidumbre. Seguramente alguno está esperando a la puerta de un juzgado a que se hagan más mediáticos para entrar en escena. Lo confieso, tengo algunos de sus discos y sus letras siempre me han parecido divertidas. The Black Panthys Party encendieron al público y su vocalista no eludió el cuerpo a cuerpo, llevándose algún empujón. Se sugirió hacer un Wall of pez como en el Resurrection Fest pero no hubo muchas ganas de arrastrarse por el suelo. Como final una foto finish curiosa. Los Black consideraron que el posado habitual es una paconada y nos dijeron que nos diésemos todos la vuelta para poner las cosas fáciles al señor Felipe Suárez.

La cordura volvió con Crudo. Se pudo ver a casi todos los componentes de Drunken Buddha para acompañar a su bajista honorario Luis Melero, a su vez bajista de los propios Crudo. Después de lo de Alemania tienen un buen recuerdo que compartir para toda la vida.

Escuela de Odio

¿Ya ha pasado cuatro años desde que saliera su “Héroes, esclavos y traidores”? Parece que fuera ayer. Crudo dio un concierto muy completo, un total de catorce temas de sus tres discos, un buen repaso a sus clásicos. Vi a Crudo por primera vez en el primer Morgana de Fredy y esta vez en un escenario grande fueron bastante más resultones. Lo confieso, junto a los Decibel era lo que más ganas tenía de ver.

La gente del Rockvera se tomó muy en serio la baja de Possesion. De inmediato se pusieron a buscar un sustituto. En un tiempo record cumplieron contando con Escuela de Odio. Yo no soy de los que se hubiera quejado con un cartel de cuatro grupos y mucho menos siendo gratuito. Quizá una solución podría haber sido que las bandas hubieran tocado un poco más. Pero el resultado fue la presencia de Escuela de Odio, y es de agradecer su presencia teniendo en cuenta que al día siguiente ya tenían otro bolo, el Festival Entrebateas. La banda cumple veintiséis años y el tiempo parece que no pasa por Pirri y sus hermanos de banda. En eso tiene mucho que ver la sangre nueva que lo que ha hecho es endurecer aún más el sonido de Escuela. Con un poco más de energía habrían tenido que volver a reacondicionar L´Llar. Decir que el público enloqueció sería quedarse cortos. Ni siquiera estar a un lado del escenario te garantizaba la salvaguarda. Cerraron con “Asturias arde” con Nefta tocando la guitarra por encima del público.

Sólo puedo pedir disculpas a Misiva por no haberme quedado a su concierto. Y espero que hubieran dado un buen chute de adrenalina como en el pasado Unirock.

Gracias Festival Rockvera, gracias Asociación Monorock. Gracias Jaime y David por preocuparos por este humilde servidor cuando estabais hasta arriba de cosas.

© Diario de un Metalhead 2019.

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