No pude ver en Oviedo más que los cuatro últimos temas, por eso necesitaba desquitarme y acudí a Santander. Saratoga vive probablemente no ya una segunda juventud, si no probablemente el momento más intenso de sus XXX años de historia. Había que disfrutarlo.
Acudí a Santander con esas ganas con las que vas siempre a un concierto fuera de tu ciudad, más aún cuando acudes a una sala nueva. La Summun lo era para mí. He visitado muchas veces la ciudad para acudir a partidos de fútbol, a otros conciertos, simplemente por diversión y también por trabajo, pero hacía muchos años que no me lo pasaba tan bien en la capital de la vecina provincia.
Llegamos bien temprano y tras aparcar a apenas cincuenta metros y a la primera. Acompañado de un amigo de toda la vida, nos dedicamos a visitar algunos bares de la zona hasta que dimos uno en el que nos encontramos lo suficientemente a gusto como para echar el ancla en su barra. A la hora indicada nos fuimos para el concierto. Al entrar, saludos a alguna gente conocida de Asturias y de fuera y el encuentro con Txen y Maya que hizo que pudiera disfrutar del concierto con más intensidad de la planeada. Y es que las fotazas que acompañan este texto son de Txen, que me salvó de esa dolorosa tarea que representa para mí el tratar de inmortalizar a un grupo sobre un escenario. Soy un inútil tras un objetivo.
Saratoga contaron en Santander con algo menos de gente que en Oviedo, pero no con menos ganas ni mucho menos. El repertorio fue algo más corto, con tres temas menos. El grupo dejó el apartado solos a un lado y ello probablemente contribuyese a ver un concierto mucho más dinámico, aún más enérgico si cabe, al no existir apenas pausas. La verdad es que ese recorte en la duración del show vino producido por los horarios de la Sala, que al final afectaron a todo, y que además no eran los que figuraban en la venta on-line. A pesar de que a través de redes sociales se trató de avisar a la gente, los repentinos cambios afectaron a algunos fans que llegaron a la hora que marcaba su entrada. Los pobres se perdieron casi todo el show y al día siguiente desde el entorno de la banda se trabajaba ya en una compensación.
Vi a unos Saratoga sobresalientes. He disfrutado de muchos conciertos suyos a lo largo de estos treinta años de historia de la banda, he perdido la cuenta, pero no recuerdo uno tan bueno, y eso es mucho decir. La “nueva” incorporación a la batería de El Estepario Siberiano no es que haya rejuvenecido a la banda, si no que parece haber contagiado esa juventud a sus compañeros. Al frente, la mejor versión que hayamos visto de Tete Novoa. Inmenso, sin guardarse un agudo, vaciándose, cantando hasta sin micro, lo que hiciera falta. El tío está en un estado de forma impresionante, llegó a Santander sobradísimo, como nunca. Le felicitamos luego en persona y desde aquí lo tengo que volver a hacer. Bolazo el suyo.
En el listado de canciones, un pequeño repaso a muchos de sus temas más emblemáticos en el que siempre echaremos de menos alguna canción. Tres décadas dan para mucho, sobre todo cuando una banda es tan trabajadora.
Aunque todo parece transcurrir de forma natural, el repertorio está preparado al dedillo, movimientos y gestos se reproducen casi como una estudiada coreografía, con el vocalista aplicándose a fondo. En este tema me ato el pelo, aquí el micro es de color blanco, aquí meto un gutural ... Excelente puesta en escena, grandísimo esfuerzo y trabajo enorme el de Tete Novoa para estar a la altura de tres instrumentistas formidables y ofrecer noche tras noche un impresionante concierto. El de Santander desde luego que lo fue.
Es curioso, muchos siguen pensando en ellos con Leo al frente. A mí aquello me parece el Jurásico. Tete Novoa es ya de largo el vocalista que más años ha estado en la banda. Lo siento por los que siguen viviendo en el pasado. Saratoga es una banda que puede mirar al futuro y nosotros con ellos. Sin duda una institución a respetar.
Intro
Tras las rejas
A morir
No sufriré jamás por ti
Maldito corazón
Mi ciudad
A sangre y fuego
El vuelo del halcón
Vientos de guerra
Solo batería
Si amaneciera
Las puertas del cielo
Solo bajo
Lejos de ti
El olvidado de dios
Perro traidor
Resurrección
© Diario de un Metalhead 2022.
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