viernes, 20 de julio de 2018

RESURRECTION FEST 2018. Crónica Día 2: Y los pequeños nombres se hicieron grandes.


Texto: Sonia M.
Fotos: Unai Calleja y Resurrection Fest.

Tras una noche donde pudimos recuperar parte de las energías, tocaba de nuevo jornada maratoniana. SÍ, soy esa loca que ves desde primera ahora en el recinto mirando continuamente los horarios y andando de un escenario a otro, ya sea bajo un sol abrasador o unos nubarrones amenazantes.

El RESURRECTION FEST es mi terapia, un descubrir nuevas bandas y gozar sin tener que depender de grandes nombres, que también son bienvenidos, claro está. Además, daba la casualidad de que muchas de las bandas ya habían pasado por mis cascos así que tenía el doble de ganas.


Abrimos el jueves con un cuenco de Pad Thai que me encantó. Un pequeño placer culinario y después atracón sonoro. WE EXIST EVEN DEAD empezaron unos 15 minutos tarde así que solo pude verlos la mitad. Suficiente para comprobar que lo oído en el disco que reseñé se mantiene en el directo. Rumbo al Desert Stage, el cual no dejé de pisar en todo el festival, para disfrutar de NOAH HISTERIA, quienes con su álbum debut “Hautefaye”, me han enamorado. Son la ostia, pero quedó un poco deslucido por la hora, su estilo progresivo y delicado con un increíble Doc al micro. En sala auguro pelos de punta. En otra hora aquello hubiese sido épico, no tengo duda.


VÖRTEX en el mismo escenario me sorprendieron y convencieron gratamente. Muy fieles a su versión grabada los gallegos me encantaron. Presencia, actitud, sonido y un público entregado. Ahora toca esperar material nuevo.


DAWN OF THE MAYA fueron los encargados de estrenar el Main Stage en su último concierto. Aproveché para verlos un rato desde el Pandemonium bajo un sol abrasador. Ya pude ver su despedida en mi ciudad, en Pamplona, así que decidí “sacrificarlos” para ver en el Desert Stage a AGORAPHOBIA. Me encandilaron. Los temas que pude escuchar previamente en la playlist del Resurrection me convencieron en la elección y su directo confirmó mis sospechas. Presencia magistral, esencia, actitud y una Susana arrolladora al frente. De diez. ¡Cómo lo vive y cómo te lo hace llegar! ¡Qué gusto da ver bandas así en un festival de tal magnitud actualmente! Treinta minutos que se me pasaron volando, de la misma forma que me fui de vuelta al Main, pasando por la carpa con unos GET THE SHOT desatadísimos. Un sonido de escándalo y el Chaos Stage patas arriba con gente volando y gozando. 

AGORAPHOBIA

Mi destino era JINJER, banda con muchísima fama actualmente y que me tenía mosca. ¡Y madre mía! ¡Qué sonido! ¡Qué presencia de Tatiana! Una pasada. Eso es coger el escenario principal y hacerlo tuyo sin pestañear. Djent, groove, metalcore. Batidora y Tatiana hace el resto. Totalmente justificada su ascensión, obviamente si te gustan estos estilos.


Un merecido descanso tras tantas emociones nos sirvió para intercambiar impresiones con conocidos y visitar el baño, que nunca está de más. Unos baños en los que nunca encontré excesivas colas y donde no me dio reparo evacuar. Es más, siempre tenían papel, entregado amablemente en la propia entrada. Además, el punto de agua con los grifos estaba separado de las cabinas con lo que evitó colas y malentendidos. Todo un acierto.

GET THE SHOT

Tras refrescarnos tocaba seguir con OVERKILL. Concierto serio, con exceso de bombo a mi parecer, pero bienvenido. Clásicos y no tan clásicos nos amenizaron la hora del “colacao”. Siempre es un placer ver a Blitz y compañía. CRYSTAL LAKE eran una de las bandas que tenía marcadas en fosforito. Primera vez de los japoneses en España y no podía perdérmelos. ¡Qué locura! Puedo afirmar que fue una bestialidad. Sonido, presencia, temas, ambiente de la gente. Se palpaban las ansias del personal por disfrutar de los de Tokyo. La cover de LIMP BIZKIT de “Rolling” acabó por hundir la carpa. ¡Qué nivel! Ya quiero repetir.


ANTI FLAG tenían una difícil papeleta para sacarme el subidón de los japoneses y meterme en el suyo. Me costó lo mío disfrutarlos y hasta la parte final no me entró el gusanillo con los grandes hits. Fue muy emotivo ver a los Resukids entrar en el último tema. Hora de cenar mientras me quedaba embobada con el Chaos Stage, donde no cabía un alma y STICK TO YOUR GUNS hacían las delicias del respetable. STONE SOUR fueron mi siguiente víctima. Como fan de SLIPKNOT ver a Corey Taylor fue una satisfacción. Obviamente no es lo mismo, pero me convencieron y no me decepcionó la actitud de Corey, muy destacado por delante de la banda. Todo un detalle salir con la camiseta del festival, que poco después acabó entre el púbico en una buena disputa. Más de una estaba en primera fila llorando de la emoción. No era para menos. Muy emotiva la canción de “Father”. Ojalá la siguiente sea con máscara.

 STONE SOUR

El Desert Stage estaba a punto para la salida de WOLVES IN THE THRONE ROOM. Noche cerrada para su post black metal flipante. La hora perfecta. El sonido fue increíble desde el primer minuto. Cerrabas los ojos y volabas, literal. Espectacular. Los vi media hora y me fui corriendo de nuevo al Main para ver por primera vez a GHOST e intentar comprender porque tanto hype con ellos. Lo primero que me impactó fue la escenografía en forma de vidrieras de fondo y un escenario con escaleras, todo blanco. Posteriormente la salida de la banda con esas pintas y música que hacen me hipnotizó. Sinceramente me gustaron bastante y no me lo esperaba.  Asequible para cualquiera. La presencia de Cardinal Copia, a pesar de dar cierta cosa con esa máscara tan real, era espectacular con su traje y movimientos surrealistas. El eterno debate de, ¿y si no llevaran toda esa parafernalia de trajes y máscaras serían lo que son? Lo de siempre. Mejor disfrutar si te gusta y si no tienes otros tres escenarios para gozar, no como en otros festivales donde te “obligaban” a ver una única banda sin opción a nada más.


Con AT THE GATES cerramos el día. Mente lúcida y cuerpo demolido. ¡Pero había que aguantar!  Cómo molan estos suecos y qué buenos son. Sonido de diez y temazos. No se puede pedir mucho más para cerrar la noche a las 3 de la madrugada. 



Continuará ...

© Diario de un Metalhead 2018.