Por Jorge López Novales.
Abordamos este disco de 2019 ya en 2020. Unos años han pasado desde el debut de Herejía con “Despierta” (Santo Grial, 2016). ¿Qué nos presentan ahora los cántabros? El que es su segundo disco de estudio, “La quinta herejía”, contiene una base heavy metal clásico de los ochenta, cantado en castellano, aderezado con la sonoridad de Judas Priest, Iron Maiden… en algunos momentos muy puntuales puede llegar a acercarse al power.
El envoltorio, su sonido, es muy bueno. Buena culpa de este sonido ha sido la tutela de Dani G. (Estudios Dynamita) donde este trabajo ha sido grabado, mezclado y masterizado.
En la portada de “La quinta herejía” podemos encontrar una ilustración de Daniel Azconegui. En ella vemos un demonio que envuelve el mundo en cadenas mientras lo hace sangrar. No puede haber una referencia más apocalíptica.
Con la primera escucha se pueden apreciar varias cosas. No vamos a encontrar una complejidad en las composiciones que nos abrume, vamos a encontrar temas directos, que ofrecen potentes estribillos. Recurren también a estribillos muy trabajados hechos para perdurar en nuestras cabezas. En algunos momentos parece que se ha cuidado mucho más este aspecto vocal que las partes instrumentales. En el libreto agradecen la presencia en ellos de la buena gente de Söllen, Blast Open, Arenia y Monasthyr.
Tras la intro intrumental “Pangea”, nos encontramos con “Quinta Herejía” que se desarrolla con una aire que nos recuerda a los Judas Priest del “Painkiller”, con unas guitarras de Borja y Rubén matadoras y una batería a cargo de Johnny que entra como una apisonadora. En todo momento se puede apreciar el buen trabajo de Antonio al bajo, que no se ve solapado en ningún momento, algo que se extiende a lo largo del disco. Herejía nos anuncia que va a llegar el Apocalipsis y viendo los noticiarios no parece que estén muy errados.
Con el tercer corte viene un cambio de aire que sienta muy bien al tema y al ritmo del disco. “Hasta morir” rezuma un aire New Wave of British heavy metal. “Heavy metal, hasta morir…” reza el estribillo. Una canción que habla de un género musical que nunca morirá, ajeno a modas y en el que reina la hermandad.
En el cuarto tema, “Tu nombre”, nos encontramos heavy metal de los ochenta ejecutado a gran velocidad. Se convierte en una llamada a la superación para que luchemos por nuestros sueños. La batería entra unos instantes antes de dar paso a un riff sumamente melódico que se repite a lo largo del tema. Un corte en el que hay que destacar la labor vocal de Kike, que encadena secciones hímnicas en un estribillo sin fin. Es característica de la banda esta incansable búsqueda de la melodía.
“Soy como soy” sigue la tónica imperante en el disco hasta el momento con un medio tiempo pesado que arremete contra las personas tóxicas.
Con “Ahora yo” llega la balada. En este punto cerraríamos el primer bloque de canciones, que podríamos englobar en la característica común de Sonido de antaño.
En “Resurreción” encontramos un tono que se acerca al power pero evitan ir a lo fácil y recuperan el tono habitual. El disco entra en su recta final a por todas. Los tres últimos temas con los que cierran el trabajo son los que más me gustan. Fue una elección muy acertada escoger este tema para videoclip. Un ejemplo…mi hija de seis años, sin venir a cuento, grita: ¡resurrección!. Agudos imposibles que nos materializan el concepto de “llegar alto”.
Llegamos al penúltimo tema. “El viaje más largo”. Arranca con una línea de bajo, que recuerda a “The Rime of the Ancient Mariner” de Iron Maiden. De fondo se oye un barco surcando el mar a merced de los elementos. Diez años del viaje de un guerrero llamado Ulises con el que tomamos una temática mitológica que se aleja de la línea general del disco. Es un tema monumental lleno de complejidad. Arranca la sección intrumental hasta que el ritmo del tema se detiene y poco a poco dentro del propio corte crece un nuevo tema hasta llegar el solo y dar paso al estribillo planteado incialmente.
“Te quiere atrapar” cierra el disco. Vuelve a retomar un aire maidenesco. Aquí se conjugan todos los elementos estilísticos de Herejía. Un último tema que actúa como compendio de los rasgos escuchados que definen a la propia banda. Aunque yo hubiera cerrado el disco con el tema anterior, se despiden dejando un buen sabor de boca. Por poner un pero, el final del tema se me hace repentino, a pesar de haber transcurrido poco más de siete minutos y medio.
Una propuesta muy valiente en los tiempos que corren, aunque tampoco ayuda mucho seguir las “tendencias” más modernas. “La quinta herejía” me ha gustado bastante más que su anterior trabajo que tenía un aire más power. Ya cuentan con un estilo definido con el que seguir adelante y defender en directo.
Heavy metal hasta morir.
Tracklisting:
1. Pangea
2. Quinta Herejía
3. Hasta morir
4. Tu nombre
5. Soy como soy
6. Libre
7. Ahora yo
8. Resurrección
9. El viaje más largo (Itaca)
10. Te quiere atrapar
© Diario de un Metalhead 2020.
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