By Iñaki Albuerne.
Ha estallado de nuevo la guerra mundial, y Martin Van Drunen y el resto de miembros de la banda Holandesa HAIL OF BULLETS nos la declaran por tercera vez. Para quien no esté muy familiarizado con la banda, comentarle que desde su creación allá por el 2006, ya se habló de Super Banda, al contener miembros que tocan o han tocado en grandes formaciones como el citado Martin Van Drunen ( ASPHYX, PESTILENCE…), Paul Baayens ( ASPHYX, THANATOS…), Stephan Gebedi ( THANATOS, LEGION…) Ed Warby ( THE 11TH HOUR, DEMIURG, GOREFEST…), y Theo Van Eekelen ( HOUWWITSER, THANATOS…), como veis, no tienen a estas alturas nada que demostrar, o bueno, esta vez sí, ya que tengo en mis manos su ultimo y tercer trabajo III The Rommel Chronicles.
Como no podía ser de otra manera, nos vuelven a hablar de temas bélicos, aunque ahora han centrado la historia, nunca mejor dicho, en Erwin Rommel, mariscal de campo alemán en la Segunda Guerra Mundial, también conocido como el “zorro del desierto” por ser un gran comandante durante las misiones al norte de África encabezando el cuerpo Deutsches Afrika Korps.
Una vez más estamos ante una clase de historia a ritmo de puro Death Metal al estilo Holandés. Contundente y efectivo como pocos. El problema es que HAIL OF BULLETS, aunque musicalmente sean impecables, tanto en sonido y composiciones, como en sus famosas letras ya citadas -que son todo un logro a la enseñanza de la historia de las guerras mundiales y todo lo que salieron luego de ellas- se repiten en su música digamos que bastante, quitando algunos temas con sus toques Death Doom, mas ralentizado y pesados, y que varían algo dentro de todos los temas que componen sus discos. Por lo general son algo lineales dentro de la terminología Death Metal, aunque no llegan a aburrir, al revés, pero… a veces sí, y en ocasiones por este motivo te cuesta escuchar el disco entero.
HAIL OF BULLETS ganan muchos puntos si se sabe inglés, ya que al entender las letras a la perfección durante la escucha, es como estar en una clase de historia y música a la vez, y entonces el disfrute se multiplica.
ha estallado de nuevo la guerra mundial y
HAIL OF BULLETS
nos la declaran por tercera vez
En este combo de guerra y Death Metal, hablaré de los temas que a mí personalmente me parecen los más destacables. Swoop of the Falcon el corte que abre el álbum es uno de esos temas escogidos, un track con unos riffs de guitarra y ritmos que me han gustado mucho, en el que además coge tanto las partes Death Metal de la escuela ASPHYX, como las partes más pesadas Death Doom a la mitad de la canción, también de la escuela de dicha banda.
Pour le Mérite es un corte más al cuello, en su mayoría más directo, aunque siempre tienen espacio para los temas más a medio tiempo y lentorros, pero siguiendo con unas geniales composiciones, muy recomendable para hacer headbanging. To the Last Breath of Man and the Beast posiblemente sea el más guitarrero de todo el álbum, o de los que más, en el cual también encajan de una manera brillante la velocidad con los medios tiempos, para gritarte en mitad de la canción un, Fire!!, dejarte noqueado y seguir tocando seguidamente como si nada.
DAK y Death of a Field Marshal se convierten también en dos de mis predilectos de este álbum. El primero por saber combinar una vez más los ritmos veloces con los lentos, la gente que me conozca ya sabe de mi preferencia por los sonidos densos y pantanosos, por lo cual, el último corte del álbum, que es sin duda el más lento de todo el trabajo, III The Rommel Chronicles, es para mí es de los más gozables, y aunque cada tema que compone este álbum lo es, el crítico que está escribiendo ahora mismo, con los temas que más ha disfrutado ha sido con los citados.
Terminando los hechos de lo que está pasando en el campo de batalla, HAIL OF BULLETS editaron otra vez un gran trabajo, pero que tiene algunos pequeños detalles que no lo colocan como obra maestra dentro del género. Imagino que con siguientes ediciones terminarán haciendo el combo perfecto y acabarán haciendo su obra definitiva. A mí me ha gustado mucho este tercer trabajo, pero simplemente eso. Le falta un pequeño toque, una pequeña chispa más, y por fin explotaremos todos, nunca mejor dicho.