domingo, 4 de agosto de 2019

WACKEN 2019. Crónica de urgencia de la jornada del Sábado 3.



Por Larry Runner.

Es momento de recoger los bultos y salir pitando para el aeropuerto. Ayer fue un día de disfrutar de lo lindo y de grandes subidones.



Comenzamos el día en el Press Tent donde nos dieron la grandísima noticia de que Drunken Buddha obtenían el tercer premio de la Metal Battle. Viendo la competencia, no está mal. Terceros de 30, para aquellos que decían que no eran metal y que no tenían que estar en el festival. Vamos a venir de España a decirles a los alemanes y al resto del mundo lo que es el metal. Hostiazo en la mesa en una edición que ha venido marcada por el mensaje lanzado por el jurado del certamen que ignoró de forma clara y contundente los sonidos más modernos. Ni una sola banda de metalcore ni de metal extremo, que las había en cantidad, se comió nada. La saturación ha hecho mella. En España llegará esto en unos años, siempre vamos por detrás. Aquí el público le está dando la espalda a unos sonidos de los que algunos han empezado a huir para subsistir.

En cuanto a los conciertos del día, felicitar a Parkway Drive por su aparición en el festival, aunque bien es verdad que fue el grupo que empezó a invitar a la gente a abandonar el recinto. Se les veía muy emocionados, probablemente hayan dado uno de los shows de su vida. Disfruté de Battle Beast y Uriah Heep. Me decepcionaron Septiflesh con tanto sampler. No tengo claro que eso no sea un playback. Otros que no me gustaron fueron Prophets of Rage. Las canciones son las canciones, pero Zack de la Rocha es insustituible. La fuerza, la intensidad de la voz, lo era todo en este grupo. Saxon ... como siempre. Sobresalientes.

Hay mucho más, pero se queda, como otras muchas cosas, para la crónica del festival. Estos días hemos mostrado apenas unas pinceladas, ahora a la vuelta habrá que ponerse en plan, recoger las notas e intentar estar a la altura, algo imposible en un festival que te desborda por todas partes.

Salimos rumbo al aeropuerto. Nos esperan unas horas de vuelos y luego la carretera.

Gracias Wacken, ha sido un placer.

© Diario de un Metalhead 2019.