martes, 11 de diciembre de 2012

WHITE COWBELL OKLAHOMA: Gijón 15.12.2012. Crónica y fotos


Texto: Larry Runner

Hasta última hora no sabíamos si podríamos asistir. Al final si que se nos arregló y pudimos ir al concierto de WHITE COWBELL OKLAHOMA atendiendo a la amable invitación de Promouters Gijón, promotor del evento. Entre ellos y el genial blog de Karlam, me estoy aficionando a este tipo de bandas que cabalgan entre el southern rock, el stoner y el sonido Detroit. Este rock duro que roza casi al metal sin llegar a serlo.

La cita fue en un frío y lluvioso miércoles y se preveía poca gente. Así fue y no llegamos al centenar los hambrientos rockeros que nos vimos en la Sala Acapulco para ver a la banda canadiense. 

No les importó, salieron a darlo todo y nos dejaron boquiabiertos. El típico grupo de rock al que apenas conoces (personalmente solo había escuchado una vez el “Buenas Nachas” y se acabó), pero del que no necesitas saberte las canciones para disfrutar a tope.


No soy amigo de ponerme a investigar sobre una banda cuando la voy a ver. Prefiero esperar a la sorpresa y no tener una determinada idea de lo que puede ser el show para disfrutarlo más. Pero de esta banda me dio por además de escuchar su último disco (más que nada por pinchar algún tema en al radio), y mirar algunas fotos, de ahí que me sorprendiera enormemente ver en su web la presencia de una mujer en la formación. Si una banda de este rollo mete a una chica como a B.D. Taggart en su line-up es porque se lo merece y no por sus tetas. De ella quedamos prendados todos los varones de la sala porque su fragilidad física, pequeñita y delgada, no impidió que diera un buen espectáculo cantando, que lo hacía muy bien y tocando la guitarra, que tampoco lo hacía mal. En todo momento con su continua sonrisa, mostro más actitud y esos “huevos” que muchas veces echo en falta en algunos músicos de metal, que parece que estén tocando en su habitación y no citaré a nadie para no herir sensibilidades, pero seguro que al leer ésto alguno se os viene a la cabeza. La guapa pelirroja lo se lo hace muy bien.

El resto de la banda a muy buen nivel, como digo los he descubierto hace poco y no tengo capacidad como para ponerme aquí a citar títulos de canciones, porque en el coche esos temas se titulan “la siete”, “la tres”, ya me entendéis. Me gustó Hollis, el guitarra solista, que rayó a gran altura durante todo el show y que nos hizo un solo de guitarra como jamás había yo visto, con toda la banda de pie mirando hacia él como si fueran unos espectadores más. No fue lo típico de “aquí se queda este pesado vamos a tomar algo al backstage”. Genial.


Clem Sgt. Rock también lió la suya. En uno de los temas se bajó del escenario, cogió una mesa, la plantó entre la audiencia, y allí se puso a rasgar rodeado de gente. Una buena fórmula para caldear el ambiente de la fría noche. Lo consiguió.

Pero sin duda alguna, el espectáculo lo ofrece Chainsaw Charlie, el que marca la diferencia con el resto de bandas que vayas a poder ver. Y es que no todos los días tienes sobre el escenario a un fulano que toca el cencerro o que la lía con una radial. Por supuesto no se me olvida el número del papel higiénico y la motosierra. Espectacular el show que montó con el efecto.

Terminaron la actuación con un bis conformado por dos temas que son los únicos que puedo citar por saberme sus títulos. La primera de ellas fue una versión del “Speed King” de Purple, que me sonó estupendamente, más rockera que la original y menos heavy. La segunda y última de la noche fue “Black Mountain Top (Whiskey Woman)” de su disco “Cencerro Blanco”, estos locos ponen a sus álbumes siempre títulos en castellano, en la que invitaron a subir a las chicas y no fueron pocas las que se atrevieron, contando también con la presencia de un espontáneo, aunque esta vez se le disculpa, pues me consta que es alguien que lo vive muy de lleno y creo que se lo tiene ganado.

En definitiva una buena noche de rock que nos sirvió de válvula de escape para un horroroso día de trabajo.

Gracias a Promouters Gijón por la invitación y a Juan Tomé Nestal por las fotos. Un abrazo para Karlam, espero volver a verte y que la cuenta atrás se quede en nada. Y una colleja para todos aquellos que hacen rock en este país y no van a ver a bandas como ésta, aunque en Gijón alguno había. Que no se piensen que se lo saben todo, porque cuando vemos a una banda así comprobamos que lo de aquí, mal que nos pese, está a años luz. Lección de rock señores, lección de rock. Es lo que hay.

© Larry Runner 2012

1 comentario:

KARLAM dijo...

Pues otro abrazo para ti Larry! me alegro de que por fin nos hayamos visto los caretos, y también de ser, en parte, culpable de que te aficiones a otros grupos que no son heavy. Hay mucho donde rascar que merece la pena, y The Promouters tienen buen ojo para traer bandas de calidad que rockean de verdad.
W.C.O. la liaron como era de esperar, y menos mal que no les dio por serrar las tablas como en Rocksound, jaja!! Y si a parte de la parafernalia extramusical tocan de cojones ¿que más podemos pedir?
En breve les dedicaré unas líneas yo también, con un poco de retraso pero da igual.