miércoles, 4 de diciembre de 2024

Nos liamos y allá nos fuimos. WARCRY + BAJA CALIFORNIA. Málaga, 30.11.2024. Crónica y fotos.

📝 Vieyu Repunante.
📷 Titi Muñoz.

Cuando se anunció el concierto de WarCry y Baja California en Málaga, lo primero que pensé fue: ¡Joder, cómo me prestaría asistir! Son dos grupos que me encantan, con algún amigo tocando; los conozco desde hace siglos.


Baja California, desde antes de nacer como grupo. Tengo hasta canciones suyas que nunca vieron la luz: sus primeras composiciones inéditas, todos sus discos, evidentemente. Son casi de la familia, unos moñas, pero nuestros moñas favoritos. Nos une una relación muy especial.

WarCry los seguí también desde el principio: sus primeros discos, sus míticas presentaciones en la Quattro, un montón de conciertos por Asturias. Luego, a partir del sexto disco o así, les perdí un poco la pista; no controlo mucho sus últimos discos, pero bueno, nunca es tarde para reengancharse.

Pero la idea de atravesar toda la península era algo que jugaba en contra, sobre todo porque son grupos que puedes ver con más facilidad cerca de casa. En especial Baja California, no tanto WarCry, que no se prodigan mucho por Asturias (¡Queremos concierto en Asturias!). Otra cosa es que te los puedes cruzar haciendo la compra en el Alimerka o tomando cervezas en El Lúpulo Feroz (pero eso es otra historia).

Con el paso de los días, el pensamiento cambió a: Ostia, ¿y por qué no? Le debo unas vacaciones a mi santa esposa; nunca estuvimos en Málaga, soy funcionario, y lo que me sobran son días de vacaciones. La tentación era grande. Se lo comenté y me dio el ok. Pensó lo mismo que yo y además, solo se vive una vez. ¿Por qué no? Nel (mi hijo) se apuntó, claro, más que nada por conocer Málaga (no tanto por el concierto, aunque asistió y la gozó, ¡vaya cómo la gozó!).

Así que nada, el viaje no iba a ser cansado porque soy un sibarita y no pensaba ir en coche. A mirar avión, hotel, sacar entradas y al lío. De esas locuras que no puedes explicar y a las que nadie les encuentra sentido, pero como dicen: El corazón tiene razones que la razón ignora. A estas alturas de la película no le busquéis explicación lógica, coherente o razonable a nada de lo que hago.

El caso es que nos liamos y allá nos fuimos.

Vuelo directo Asturias-Málaga (casi nos mandan a Granada porque había niebla en Málaga, pero al final escampó, hubo suerte). Turismo por la ciudad, visitas culturales: Catedral, Alcazaba, Casco Histórico… Comer, beber, pasear, todo muy guapo.

Al lío: el concierto.

No voy a entrar en detalles técnicos porque no estoy cualificado. No soy un erudito de esos que tanto abundan en la escena y saben de todo. Yo no sé de música, de notas, de partituras, de afinar o desafinar, de picking, blending, vibratos, slides, tappings, etc. Yo solo escucho y quedo en un simple “me gusta/no me gusta”. Tampoco doy para más; me dejo llevar por sentimientos (así soy, un moñas).

Ambientazo, muchísima gente. Teníamos al lado a personas de Sevilla, Jaén, Granada y nuestras amigas y grandísimas fans de WarCry: Laura y Alicia, de Almería. Cientos de camisetas de WarCry y una de Baja California. Con esa gente con ganas de fiesta, salieron Baja California a calentar aún más la sala. En los 35 minutos de que disponían, se encargaron de dejar al público listo para la actuación de WarCry.

Descarga sin tregua ni apenas pausas entre tema y tema. Se centraron en su último y gran disco: "Electricidad". Salieron con "Caída libre" para abrir el concierto, siguieron sin pausa con "Buscando más" (del anterior disco, "Horizontes"), un breve saludo y luego "Tiempo suicida" e "Indomable", protagonista de uno de los mejores vídeos publicados este año. A continuación, "A66" y la BonJoviesca "Dueños de la noche", tremenda, con el público muy entregado y coreando a toda voz. Cerraron con toda la energía posible con el tema que da nombre al disco: "Electricidad".

Para nuestra grata sorpresa, veíamos a la gente de alrededor corear todas sus canciones.

Buen concierto, breve pero intenso, y sonando cada vez mejor, con Manu como maestro de ceremonias; Javy y Aaron, sublimes a las guitarras; Javi “Cete”, siempre sonriente y disfrutón al bajo; y Gus, ex-Hard Spirit entre otras bandas, debutando a la batería (¿quién sabe si viene para quedarse? Pronto se sabrá).

Dejaron al público muy caliente y con aún más ganas de ver a WarCry. No pudieron buscar mejores compañeros de viaje y escenario que Baja California, quienes se dejaron la piel, dieron un bolazo y dejaron muy buen sabor de boca.

Un gran acierto la elección de Baja California como grupo para abrir el show. Al menos, eso pareció por la gran respuesta del público, tanto durante su actuación como al finalizar, viendo la cantidad de gente que se acercó a felicitarlos, adquirir discos, camisetas, firmar autógrafos y hacerse fotos con la banda. Los propios WarCry los felicitaron desde el escenario por su gran labor caldeando el ambiente.

Ojalá no sea la última vez que compartan escenario y abran para WarCry. Seguro que no dirían que no a cruzar el charco y hacerse una gira por las Américas con ellos (yo, como mánager no oficial en la sombra, me ofrezco a hacer crónicas, llevar maletas, instrumentos —preferentemente los del cantante, que pesan menos—, cervezas o lo que se tercie. Vender discos, camisetas, tangas y lo que sea menester… Oye, el que no se anuncia, no vende).

Tras la descarga de Baja California y un breve parón para el cambio, llegó la hora de WarCry, que también salieron a darlo todo y no hacer prisioneros.

El setlist fue muy parecido al de Bilbao semanas atrás, con alguna pequeña variación. Empezaron con A por ellos y Que se vaya, de su último disco, "Daimon" (no las tenía yo muy controladas, al igual que sus tres o cuatro últimos discos, así que tampoco fue de las que pude gritar, para suerte de los que tenía al lado). Pero rápidamente pasaron a tirar de clásicos en la tercera canción.

Del "¿Dónde está la luz?" (que sigue siendo, tras tantos años, mi disco favorito de WarCry) tocaron "Nuevo mundo", donde ya empezamos a venirnos un poco arriba, “cantando” toda la canción de principio a fin. Del mismo disco: "Contra el viento". Después "Alma de conquistador", para seguir con otro clasicazo del "Alea Iacta Est": la de los “oooo, ooooooooooooo, oooo, ooooo, oooo, oooo, oooooooooo, oooooooo, oooooooo, oooooo”. Sí, esa: "Espíritu de amor", una imprescindible del repertorio desde hace muchos años.

Luego, "Para siempre", "Ardo por dentro" (otra que puso a la gente a cantar) y "Desde el dolor" para bajar un poco la intensidad y dar tregua, seguida de "Ego".

Tras ella vino el clásico show de Pablo García (Pablogarsía, para algunos, jejeje). Tirando de clasicazos del rock, con trozos de temas de Black Sabbath, Ozzy, Iron Maiden, Judas Priest, AC/DC (Paranoid, Iron Man, Crazy Train, Wasted Years, Painkiller, Highway to Hell).

Y… ¡¡¡Los Suaves!!! Fue vernos con la bandera de Asturias y el #A1T y sonreír. Cuando llegó el momento de su show, en un momento dado dijo: “Tenemos aquí a gente de Asturias y vamos a tocar una que les gusta”. Y ahí sonó "Dolores..." de Los Suaves.

¿Cómo no lo vamos a adorar? ¿Qué más podemos decir de Pablín a estas alturas de la vida que no se haya dicho ya? Poco o nada. Que es un showman, que es un crack y que toca lo que le sale de ahí: del corazón, del cerebro, de las manos y de los h… Lo dicho: el puto amo. No hay más que añadir.

Cuando acaba Pablo, ya casi te dan ganas de decir: “Hala, ya está, aquí no hay nada más que ver/escuchar. Para casa”. Pero no, que va. Aún quedaba mucha noche por delante.

 

A continuación sonaron: "Cielo e infierno", "Quiero oírte" y "Cobarde" (otro de los momentos emotivos de la noche, con el vídeo de fondo).

Tras ellas, un medley con "Luz del Norte", "Alejandro" y "Señor", con lo que volvían a la ya lejana época de sus inicios para deleite de los fans más veteranos.

Sin dar respiro, sonaron: "Condenado" y otra de la que también sacaron un vídeo muy vistoso: "Huelo el miedo".

Y así seguimos hasta los bises: "La maldición del Templario", seguida de "La vida en un beso" (yo tal vez no la metería en un bis; prefiero solo tralla, pero es cuestión personal). Cerraron con más velocidad, con "El guardián de Troya" y "Hoy gano yo".

¿Resumen? Conciertazos de ambas bandas y una grandiosa noche de rock.

La próxima, más y mejor.

© Diario de un Metalhead 2024.


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