Querido Nicko:
Leo con no cierta nostalgia el texto de tu despedida de la banda. Lo hago agradecido y aplaudiendo tu tremenda honestidad.
Te has hecho a un lado cuando has visto que tu salud no permitía a la banda seguir con su velocidad de crucero como el Capitan Lawrence de la canción de WarCry. Muy pocos lo hacen, y eso te convierte en un ser aún más especial.
Llevo varios días intentando tomarme un momento para agradecerte todo lo que has aportado a mi vida, una más entre muchos millones de fans en el mundo. Desde que te descubrí tras los tambores de Maiden allá por el 83, has servido para contagiar energía, creatividad y también has aportado unas buenas risas. Es por ello que quería escribir un texto, aunque he tardado porque sé que diga lo que diga no voy a poder estar a la altura ni tampoco expresar mis sentimientos del todo.
Nos has regalado momentos inolvidables y has sido protagonista en nuestras vidas. Cada ritmo, cada compás tuyo ha quedado marcado a fuego en nuestras venas, y lo has hecho siempre de forma humilde, lo cual te hace aún más grande y sin duda un ejemplo a seguir.
Estas palabras son una despedida difícil pero son también una carta de agradecimiento por todo, porque hasta el final has sido fuente de inspiración.
Pase lo que pase en el futuro, tú ya serás eterno y siempre estarás en nuestros corazones.
Gracias por el legado. Te deseo toda la felicidad del mundo en tu nueva vida.
Gracias Nicko.
Up the Irons!.
Larry Runner.
© Diario de un Metalhead 2024.
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