📝 Larry Runner.
Desde que me enteré de la noticia de que Udo Dirkschneider con su proyecto Dirkscheneider -en el que da salida a sus temas con Accept- iba a actuar en Wacken, me emocioné. Y es que Dirkscheneider ofrecerá en el festival alemán un concierto especial "Balls to The Wall", tras regrabarlo rodeado de colaboradores. Ya habrá tiempo de hablar de eso, ahora vamos con el original.
"Balls to the Wall" es probablemente junto a "Metal Heart" mi disco favorito de la banda alemana y el álbum que hizo que Accept llegaran a mi vida para quedarse para siempre. No es que hasta entonces no los conociera, pero sus discos anteriores tenían algún que otro tema "hit", pero a la vez también mucho relleno que personalmente no me gustaba demasiado. Con "Balls to the Wall" todo cambió.
"Balls to the Wall", el quinto álbum de estudio de Accept y sin duda alguna es toda una obra maestra del heavy metal. Fue el disco que clavó la bandera de los alemanes en el planeta metal, que les convirtió en inmortales. Hubo un antes y un después al disco, que fue lanzado a finales de 1983 a través de RCA, aunque a mis manos llegó ya en 1984. Es decir, hace 40 años. Sin duda lo de Wacken será una bonita celebración.
Fue el disco que marcó un antes y un después en la trayectoria del grupo alemán y un manual de cómo elaborar riffs de auténtico Heavy Metal. Y es que la maestría de Wolf Hoffman en esa labor está a la altura de la de los más grandes. Accept son al Heavy Metal como AC/DC al Hard Rock. Siempre suenan igual, peor no nos aburren. Esos riffs son pura crema.
"Balls to the Wall" contaba además con un importante aire comercial que venía dado sin duda por el productor Michael Wagener, uno de los más reputados del momento.
Es un disco en el que las guitarras son realmente increíbles, con doblados mágicos. El trabajo del dúo Wolf Hoffman / Herman Frank es una maravilla. También lo es la sección rítmica, quizás la mejor de la historia y si no al menos la más mítica: Peter Baltes en el bajo y Stefan Kaufmann en la batería. Sobre todo ello la mejor versión de Udo Dirskscheneider con su desgarradora e inimitable voz.
El disco viene cargado de mucha caña mezclada con unas fantásticas melodías guiadas por unos riffs auténticamente asesinos. Los temas son pegadizos, estribilleros sin perder jamás la esencia del puro Heavy Metal.
Desde el comienzo con el himno "Balls to the Wall", que da título al disco, empiezas a gozar como un burro si de verdad te gusta el acero alemán. Recuerdo ver el video en TV, cuando de aquella no ponían demasiado, pero algo sí que salía. No como ahora, donde solo salen los "artistas" que comen polla a los dirigentes del país.
"London Leatherboys" y "Fight It Back" son buenos temas, con la segunda subiendo las revoluciones y gritando a la libertad.
Viene detrás "Head Over Heels", otra canción que se convirtió en himno y para mí una de las imprescindibles de Accept. Si les veo en directo y no suena, siento que me ha faltado algo. No lo puedo evitar. Una de mis favoritas de siempre. Un medio tiempo precioso que invita a unirse a la banda y cantar puño alto.
"Losing More Than You've Ever Had" tiene un aire un tanto melancólico, pero me encanta de igual forma. Me parece otro tema imprescindible y de lo mejor del álbum. Precede a "Love Child", tema que levantó ampollas por entonces, pues habla de la libertad sexual. Ojo, que hablamos de hace 40 años, cuando faltaba aún mucho para que salieran del armario iconos como Freddie Mercury y Rob Halford.
"Turn Me On" es otra indispensable de potente riff y un ejemplo de lo que es el puro Heavy Metal, como también lo es "Losers and Winners", aunque esta más rápida y quizás no tan buena.
"Guardian of the Night" llega con un sonido del que luego tirarían otros. Seguro que inspiró a Blind Guardian, hoy en día dioses también del Heavy Metal. Tiene ese aire y como digo, seguro que ayudó a más de un grupo posterior a encontrar su camino.
Cierran el disco con "Winterdreams", una balada en la que muestran un lado sensible que pocas veces aparece en la música de Accept.
"Balls to the Wall" funcionó muy bien a nivel de ventas. De aquella se vendían discos y Accept lo notó con este trabajo que nos dejó algunos himnos para la posteridad y una canción emblemática como pocas en la historia de la banda.
Fue el disco que marcó la trayectoria de Accept, ascendente a partir de entonces y lo hizo tirando de canciones cargadas de letras inteligentes que corear gracias a sus melodías, estribillos y unos riffs aniquiladores.
Una puta obra maestra e inmortal. Un disco imprescindible que disfrutaremos enterito en vivo en el próximo Wacken. Una de esas cosas que solo pasan allí y que convierten al festival alemán en el más apetecible para alguien como yo a pesar de que cuanto pisemos la tierra alemana en 2025 habrán pasado 20 años desde la primera vez.
Gracias Accept por existir y por el inmortal "Balls to the Wall". Y gracias Udo Dirkschneider por seguir al pie del cañón, en buena forma y preparar lo que será un concierto sin duda inolvidable.
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