📝 Larry Runner.
Hace poco que entrevistaba en la radio a Nicotine Bubblegum y nos decíamos si lo que ellos tocaban se estaba haciendo mucho por el país, y, la verdad encontrábamos pocas referencias. Sobre la marcha, no nos salían nombres.
Pero mira por donde tenía sobre mi escritorio, aún sin haber tenido tiempo de escucharlo, el debut álbum de una banda alicantina llamada Chemosphere que podría ir a parar al mismo carro que los avilesinos.
La música de Chemosphere bebe de más fuentes. Sí que tiene ese rollo grungero que queda patente en gran parte de las composiciones, pero este trío está claro que tiene una clara influencia progresiva. Sus temas son más retorcidos, más complejos, con más cambios y además en las voces le meten guturales, lo cual por una parte sin duda alguna te recordarán a Opeth, aunque hay mucho más.
Y es que cuando se ponen en modo totalmente melódico tienen más en común con Muse que otra cosa. Es esa amalgama de influencias lo que les hace un tanto especiales, diría que distintos, porque vale que al escucharlos como que te vienen muchos nombres, pero no suenan a ninguno en concreto. Quizás Tool, a los que citábamos en la citada entrevista con la banda de Avilés, sea otra influencia importante de este “Atropos” con el que Chemosphere pretende arrancar su carrera musical.
Sin duda la voz solista melódica te hará recordar a Labrie. Su combinación unida a los guturales y a los continuos cambios de ritmo, hacen que la banda te sorprenda una y otra vez. Cada canción es una aventura, nunca sabes por donde van a salir, si te van a sonar a Alice in Chains o a Symphony X en lo que es un disco de los de largo recorrido, al que no le cogerás el punto salvo que le des unas cuantas vueltas. Si tuviera que quedarme con un tema, quizás fuera con "Time Won't Last", canción oscura donde las haya pero donde llevan una línea melódica que quizás haga que sea la que más me ha llegado, aunque "The Laws of War" -con todos sus efectos y aderezos- es otro de los temas potentes de este primer disco del trio alicantino donde en la oscuridad quizás te recuerden a Meshuggah.
No es directo, no entra a la primera, y es que con tanto cambio sería complicado que así fuera. Difícil para las nuevas generaciones, sólo los amantes de lo técnico, acostumbrados a dichos excesos sonoros lo disfrutarán de verdad.
Oscuramente progresivo.
Maldito Records lo sacó a la luz el pasado octubre en un precioso digipack.
Lo vende Demonshop y El Tridente.
Javier Almansa Moya – Bajo/Voz
Miguel Cartagena Zarco – Guitarra
Rate Fernández López – Batería
Atropos
Deviants
Unrest
Monster
Time Won´t Last
The Laws of War
All That Is To Come
Gemini
Astral Projection
To Reach Beyond
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