lunes, 21 de noviembre de 2011

Warcry... 34.450 Km.


Ayer fui un afortunado. Ayer, domingo, pude ir al cine. Y alguno dirá: ¡menuda gilipollez!. Pero no. No es ninguna gilipollez. Porque ayer no fui a ver una película cualquiera.


Ayer fui uno de los afortunados que acudieron al estreno de “Warcry ... 34.450 Km”. ¿Afortunado por qué? Cuando veáis la película quizás lo entenderéis.

Durante casi una hora, y a modo de documental con entrevistas e imágenes, uno se puede hacer a la idea de lo que fue su tour por Sudamérica. Ya me habían contado de su éxito por aquellas tierras, pero una cosa es que te lo cuenten y otra verlo. Son muy grandes, ellos y los que les rodean.


Te das cuenta de lo poco que se valoran aquí las cosas, en estas tierras de la abundancia. La escasa estima que se da aquí a lo nuestro y que Warcry, como les pasa a muchos, no son profetas en su tierra.

Cuando ves la película puedes observar lo afortunados que somos teniendo a una banda tan enorme aquí en casa. De la bendición de compartir momentos con estos cinco músicos a los que adoran como dioses al otro lado del Atlántico. Algunos matarían por compartir una cerveza con Víctor García o cualquiera de los miembros de la banda en el Ragnarok como la compartimos nosotros a veces. 


Uno, que es de buen corazón, si estuviera sobrado de pasta se traería a todo el Circo Volador, eso si por turnos, una noche al Ragnarok a tomarse unas birras al lado de la banda. ¡Lo que disfrutaría aquella gente! ¡Cuánta entrega! ¡Cuánto amor!

Tiene que ser alucinante ver como tu música llena la vida de las personas. Como abarrotas el mayor recinto de Chile sin haber editado allí tu disco. Como la gente se tatúa la portada de tu álbum o el logo de tu banda. Como Warcry es, como dicen allí, “pura vida”.

La película refleja eso. La entrega de la banda y el amor que reciben de su público más fiel. Sus seguidores más entregados. Porque para ellos Warcry no es lo más importante en su vida, sino mucho más.

El documental te lleva de la risa a la emoción. Si realmente eres fan de la banda, si de verdad les aprecias como personas, las lágrimas llegarán probablemente a tus ojos.

Probablemente no ganarán ningún Oscar, pero en este caso el premio no es para el director, ni para los protagonistas. El premio es para los fans. Se lo merecen todo.

Ojalá lo pueda ver pronto editado en DVD para visionarlo una y otra vez en mi casa. Si a mi me emocionó, no os quiero contar lo que van a sentir los fans Sudamericanos de la banda. ¡Se morirán de orgullo!.

Aplaudo la idea de Jgel Ordiz, y celebro que un profesional como Alex Zapico (El Astillero: Disculpen las molestias) le haya dado el repaso final. Ayer ellos dos, junto a los músicos, mánager y todo su equipo estuvieron en los Cines Centro y nos contaron detalles interesantes.

Que sepan en México y en Chile que probablemente la película llegue allí a sus pantallas, para que la disfruten y pare que se emocionen como yo ya hice ayer.

Enhorabuena a la banda, enhorabuena a nosotros que la podemos disfrutar y que hemos podido vivir estos momentos. Y enhorabuena y también gracias al FICXixón por haber dado cabida al Heavy Metal en su seno.

El día 1 de Diciembre, en Radio Ujo, entrevistaremos a fondo a Víctor García y os contaremos mucho más. Merece la pena que todo el mundo se entere.

© Larry Runner 2011

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