Por Larry Runner.
Nueva entrega de VOODOO CIRCLE, la banda Hard Rock del Alex Beyrodt, guitarrista de Primal Fear y uno de los numerosos proyectos en los que está envuelto Matt Sinner. A ellos dos se le suma David Readman a la voz, que regresa tras un tiempo fuera del proyecto y Markus Kullman a la batería, que había salido en 2014 y que regresa también ahora.
Una vez más nos encontramos un álbum de raíces, que bebe de la escuela Whitesnake, a los que recuerdan de forma constante, aunque no faltan los aires Zeppelin. Once son los cortes que nos ofrecen en esta ocasión, sonando realmente brutales.
Guitarrazos por doquier, una sección rítmica auténtica, muy buenos coros y todo cantado de forma fantástica por un David Readman que gana con el paso de los años. La producción es excelente y no faltan, teclas, orquestaciones, coros grandilocuentes y efectos para hacer engordar la música de la banda.
Los siguientes discos tampoco es que lo rompieran. Siempre han sonado muy bien con su intenso Hard Rock y ese tono a lo Whitesnake -"Straight for the Heart" es "Bad Boys" total- que nos encanta, aunque con un punto más de dureza. La calidad musical es indiscutible, a lo largo de todo el álbum, aunque cierto es que por más que lo he mirado no ha logrado engancharme del todo. Lo escucho una y otra vez y nada, no me acaba de llegar al alma.
Y es que no vale solo con ser bueno, además hay que parecerlo, y a diferencia de los discos de Whitesnake, lo que aquí faltan son hits. Las canciones son correctas, suenan muy bien, pero les falta algo, y ese algo es el que marca la diferencia. Son simplemente eso, canciones correctas, pero no son temazos, definitivamente a mi no me lo parecen y juro que lo he intentado. Solo "Devil With An Angel Smile" y por supuesto el single "Locked & Loaded" se acercan a esa categoría verdaderamente. Da igual que Jacob Hansen haya hecho una mezcla alucinante y que suene todo a las mil maravillas, con esa combinación de intensidad y melodía.
Es bueno, pero no lo suficiente. De gente así yo espero más. Bien en la ejecución, pero a nivel de composición, las canciones me dejan frío. Seguro que en vivo me lo pasaría bien con ellos, porque verles es un espectáculo, pero el disco no pasa de correcto. Demasiado previsible todo y sin hits.
© Diario de un Metalhead 2021.
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