sábado, 10 de septiembre de 2016

ZOMBIES ATE MY GIRLFRIEND: Retrocide (2015- Burning Tone) Sudáfrica.


By Larry Runner.

Llegan desde Sudáfrica, casi nada, y los hemos conocido gracias a su presencia en la final de la W:O:A Metal Battle de Wacken, en la que fueron los ganadores absolutos de esta edición 2016 de la que tanto os hemos hablado aquí en Diario de un Metalhead.

Personalmente no contaba con ellos para el triunfo final, pero a posteriori, escuchando este Retrocide, ya no me sorprende tanto. Evidentemente no han inventado nada, pero son pocos los que lo hacen y en la mayoría de los casos cuando eso ocurre, se les crucifica, así que no sé hasta que punto es bueno a veces renovar en el mundo del metal.

ZOMBIES ATE MY GIRLFRIEND ejecutan un más que respetable death melódico muy duro, en el que esa dureza vence a las melodías, aunque haberlas, las hay, claro que sí. Son precisamente esas melodías procedentes de las guitarras rítmicas las que hacen que Retrocide te pueda enganchar.


Con una producción impropia de una banda nueva -ya quisieran los novatos de aquí poder tener un disco que suene así- Retrocide suena poderoso sin falta de artificios, teclistas y demás milongas. Todo lo que encuentras en el disco es guitarra, bajo y batería. Y si hay que darle algún pego es que la producción es demasiado perfecta, demasiado cristalina, lo que hace que el producto cante, se vuelva tan arreglado, tan cuadrado todo que pierda un poco en naturalidad.

El disco no da un respiro para relajarse, los temas transcurren uno tras otro sin respiro, apabullando al oyente, con una contundencia realmente bestial. Nacidos en Cape Town, probaron con un EP y un single antes de publicar el año pasado este disco largo que puedes encontrar en su bandcamp. Adriano Rodrigues, guitarrista, firma toda la música y las letras del disco, aunque la personalidad se la da la voz de Gavin Marchbank.


La verdad que tanta caña, tan poco cambio en los tiempos, tanta avalancha sónica llega un poco a saturar, demasiada brutalidad, aunque a más de uno le gustará precisamente por eso. Quizás por ello destaquen los cortes de la segunda mitad del disco, mucho más variados musicalmente, como Jahan, donde el groove que les influencia es un poco más visible, e incluso podemos disfrutar de una parte calmada, algo que hasta ese quinto corte no ocurre, siendo los cuatro primeros una explosión metálica como hacía tiempo que no experimentábamos. También Maranatha suena a ire fresco, siendo Retrocide, el corte que da título al disco, todo un hit, veloz y contundente que se ha convertido en mi favorita del disco ya a la primera. Hail the Disaster cierra el álbum con el bajo abriendo y sonando como lo hacía Cliff Burton puliendo dientes hace más de tres décadas.

En definitiva, ZOMBIES ATE MY GIRLFRIEND son una muy buena banda y celebro que la W:O:A Metal Battle me los haya dado a conocer.

Datos técnicos:
Producción: Adriano Rodrigues and Louis Henn. 
Grabado en: Burning Tone Studios. 
Mezcla y masterizado: Louis Henn, Burning Tone Studios.







© Diario de un Metalhead 2016.

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