CRUZH son una nueva formación sueca nacida de las cenizas de los glammys TrashQueen. Practican el AOR más acaramelado que te puedas imaginar, influenciado pon bandas como Bon Jovi, Def Leppard, Winger, Firehouse o el mismísimo Bryan Adams. Su debut es una sobredosis de azúcar, no apta para los que van de duros. Si lo tuyo es el death metal, echa a correr.
Abre el álbum con In n’ Out of Love, seguro que el título te recuerda a Bon Jovi, bueno, pues luego la canción tiene mucho, quizás demasiado de Livin’ on a Prayer. First Cruzh parece salida de la factoría "Mutt" Lange, con una forma de tratar los coros muy a lo Leppard/Adams. Uff, tanto que se pasa. La verdad que los dos primeros temas son bastante prescindibles por lo predecible de su música y la poca personalidad que desprende.
A partir de Aim for the Head, el tercero de los cortes, el disco parece tomar un poco más de vida propia, y aunque las influencias siguen ahí, ya no suena tan a imitación. Una cosa es parecerse a, y otra muy distinta rozar el plagio. Menos mal que van mejorando con el paso de los minutos.
Sí, porque el resto del disco, a pesar de ser como digo una caja de ternura, con pianos, acústicas, estribillos, guitarras suaves y voces melódicas a más no poder, en realidad una dosis de pop encubierto, al menos ya es un rollo más personal. Cuando intentan ponerse duros, parecen una mezcla de Leppard y Queen, si no escucha Survive y ya verás. Hay temas muy banda sonora de peli de Antena 3 después de comer, de esas “basadas en hechos reales” donde la historia de una adolescente de raza blanca acaba medianamente bien.
Para amantes de los sonidos edulcorados a tope, para los que hacen headbanging con Eclipse como si fueran thrash metal. Si no, olvídate. Demasiado caramelo. ¡Ah! Sale el 26 de agosto.
© Diario de un Metalhead 2016.
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