viernes, 18 de marzo de 2016

RAM: Subversvm (2015- Metal Blade) Suecia.


By Diego Rodríguez Liébanas.

De manera inexplicable estoy escuchando este disco más de medio año después de su publicación porque no me enteré cuando salió a la luz. ¿Tiene eso disculpa en plena era de la información? ¿En qué tipo de fan me convierte eso? Porque sí, soy fan a muerte de RAM, no lo voy a negar. Estas palabras están escritas por alguien que intentará mantener una cierta objetividad pero vaya por delante que esta banda sueca me la pone dura desde el primer momento que la escuché.


Este amor a primera escucha comenzó en 2009 con su segundo LP, Lightbringer, uno de las obras más enormes de Heavy Metal de la primera década de siglo sino el más grande. De aquel pasé a Forced Entry, su debut en 2005, un muy buen trabajo, pero inferior a mi modo de ver, aunque mucha gente no piensa igual. Hace cuatro años vio la luz Death, un disco con trallazos incontestables, pero irregular. Creo que muchos quedamos un poco chafados porque esperábamos más.


Su evolución musical parte del Heavy Metal fogoso, trepidante y algo sucio de Forced Entry que, con una base Mercyful Fate y Judas Priest, penetra por momentos en terreno U.S. Power Metal. Posteriormente, en Lightbringer, el abanico de posibilidades se amplió dando cabida a canciones largas, oscuras y atmosféricas que decepcionaron a unos y enamoraron a otros. En Death la banda prefirió mostrar una versión más ecléctica introduciendo en el mismo plástico sonidos que van desde Pantera hasta Thin Lizzy sin dejar de lado las influencias antes mencionadas.

En Subversvm se dan cita una serie de temas que constituyen una entidad sonora que ya quisieran muchas obras conceptuales. La inteligente manera de situar los diferentes cortes ha contribuido determinantemente a que las canciones fluyan con naturalidad una detrás de otra y vayan subiendo y subiendo de nivel una tras otra. Vaya por delante que mis preferidas son las tres últimas: Forbidden Zone, Temples Of Void y Subversvm, y en ellas me quiero recrear. Forbidden Zone, la más larga, sin ser excesivamente rápida, está construida alrededor de unos riffs que son puro nervio en un trabajo excelso de guitarra rítmica por parte de Harry Granroth y Martin Jonsson. La interpretación vocal de Óscar Carlquist se eleva por encima con unas melodías vocales sencillas pero variadas y muy efectivas. Para enmarcar los diferentes cambios a mitad de tema cuando nos introducen en terreno épico pasando a continuación a zona melódico-setentera con un solo de Mr. Granroth que rezuma calidad y sensibilidad.


obra de referencia dentro del
Heavy Metal clásico de esta década

Temples Of Void no es el instrumental habitual en el que la intención sea colarnos un corte inacabado o mostrar las virtudes técnicas de los instrumentistas. Aunque no hay intervenciones vocales al uso, si aparecen continuamente diferentes voces, susurrando, gritando o recitando, que dejan paso a coros épicos y grandilocuentes creando unas atmósferas épicas muy evocadoras. Tobias Petterson al bajo realiza un gran trabajo en toda la obra pero en esta canción su labor es protagonista y destacada. Terminan con Subversvm, rápida y agresiva, y un Óscar Carlquist pletórico poniéndose al nivel del maestro King Diamond. Lo que parece un buen tema estándar de darle al cuello sube de nivel a partir de la mitad con diferentes pasajes más melódicos e intrigantes terminando en un arrebato efusivo e intenso que demuestra que este disco mata hasta el final.

Es muy sintomático que se dejen para el final lo más gordo ya que eso quiere decir que también tienen munición para el principio. Y así es, ya que el resto de temas no le van a la zaga a la terna descrita anteriormente. El disco comienza con The Return Of The Iron Tyrant, título con el que parecen insinuar que vuelven por los viejos fueros. Diferentes partes lentas y rápidas se van sucediendo compartiendo nervio e intensidad.  The Usurper y Holy Death llevan una cadencia más lenta y pesada pero no adolecen del gancho necesario para que el disfrute siga adelante. La vertiente más Accept de la banda sale a relucir con el riff de Holy Death que combina machaconeo con melodías en la parte vocal para caerse la baba derivando luego en ambientes oscuros y cambiantes a lo Rey Diamante. Temazo antológico.



Enslaver y Eyes Of The Night son dos auténticos trallazos agresivos y veloces marca de la casa. No sé cómo lo hacen pero ya tienen en su discografía casi una decena de ese estilo y aun así siguen consiguiendo que cada uno suene original, fresco y único. Terminus, instrumental que me recuerda mucho al inicio del Out In The Cold de los Judas, funciona muy bien a modo de intro de The Omega Device, un tema sencillo de puro Heavy Metal tradicional con aires setenteros y un riff principal muy potente, sencillo y pegadizo.

Siendo optimista, podría pensar que RAM serían capaces de sacar un buen trabajo pero no puedo negar que no esperaba un LP de este nivel. No sobra ni una nota. Sonido perfecto para mi gusto. Composición e interpretaciones sobresalientes… Pero lo más asombroso para mí es que recuperen la magia de un disco tan sublime como Lightbringer llegando, incluso, a superarlo. Subversvm: Obra de referencia dentro del Heavy Metal clásico de esta década.








© Diario de un Metalhead 2016.

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