domingo, 22 de mayo de 2022

Más noches como estas. MALVERDE + CABALLO MOLDAVO. Oviedo, 13.05.2022. Crónica y fotos.


Por Jorge López Novales.

El viernes 13 de mayo tuvimos una nueva llamada al establo. Caballo Moldavo volvía de nuevo al escenario y lo hacía acompañando a una banda que tenía muchas ganas de ver otra vez, el cuarteto Malverde.

Ambas propuestas de la noche no desentonaban y el público se mostró receptivo a ambas propuestas.

Hubo una correcta respuesta de asistencia.

La velada prometía ser inolvidable. Había muchas opciones de cara a este fin de semana, Larry marchó a Avilés para ver a Jolly Joker, Frank Suz y a Leather Boys.

Llegué a la Lata de Zinc y de primeras había un buen ambiente, no esperaba menos. Esa noche íbamos a encontrar un público/amigos/conocidos muy enloquecido. Son las cosas que más valoro en un concierto… que la gente se deje llevar por la música y luego poder reflejarlo en fotos. Ver a gente estresada, después de una larga semana y ver cómo les va cambiando la cara, tema a tema, cerveza a cerveza, es parte del encanto del directo.

Curiosamente el suelo retumbaba cuando me estaba tomando algo de cafeína, los moldavos se hallaban inmersos en su prueba de sonido.

Tras la previa, a las 9:20, bajé a la sala. Caballo Moldavo tuvo que hacer algo de ruido, la primera llamada al establo. La gente remoloneaba un poco. Iba a comenzar el tercer concierto de la banda, cuarto si tenemos en cuenta su participación en Perversiones, donde consiguieron un segundo puesto con su versión de Chimo Bayo. “Así me gusta a mi” fue un tema requerido a lo largo de la noche por los asistentes. Los moldavos se resistieron a interpretarla, recurrieron a su setlist habitual.

He de decir que he podido asistir a todos los conciertos de Caballo Moldavo. Tampoco hace falta decirme mucho para convencerme para ir a uno. Su metal único, inclasificable, encandila. Tiene un sonido hipnótico, casi ritual, que te arrastra durante cincuenta minutos. Un tiempo que parece que parece que no quiere acabar de avanzar. 

En la oscuridad, entre ese humo, incluso se manifestó entre el público, un caballo que no era moldavo… más bien de los chinos. Fue sumamente surrealista, pero hay que esperar de todo en uno de sus conciertos. También hubo peluca, casco con cuernos…

Añado que, en esta cuarta ocasión, los moldavos sonaron mejor que nunca. Desde el primer tema arrastraron a sus incondicionales al delirio. El mensaje del reverendo nunca había calado tan profundamente. 

Txeffy, la quinta pata del caballo, salió con muchas ganas (foto de cabecera de esta entrada). Había llegado apurado a la sala y tenía mucho dentro que sacar fuera. “Réprobos” fue un buen oxtiazo.

Los true fans piden al bajista, el Hermano Lynott, un poco más de movimiento. Diañu llegó a golpear con su puño sus pies para incentivarlo. Yo vi un pilar inamovible con gran protagonismo de sus cuatro cuerdas. Jhonny Liver sonó más nítido, más expresivo y contundente que nunca.  Lionel Hooves  se afianza a la guitarra y se le ve muy serio, aunque esta noche lo vi tímido con Txeffy y el Reverendo parece que ha nacido en un escenario.

Caballo Moldavo sigue por el buen camino, con muchas ganas de hacer cosas. Tengo grandes expectativas de lo que puedan hacer en una nueva visita al estudio.

Llega el turno de Malverde. Me gustaron mucho cuando los vi en directo en una semifinal de los Amas. Era normal que hubieran crecido como banda y en repertorio desde entonces, no esperaba que tanto.

Abrieron con “13”, exhibiendo su potente sonido “stoner rock and roll”. Sólo tienen grabado un Ep digital de 2018 con un puñado de temas, pero desgranaron un total de doce, con alguna versión incluida (hubo una de Nine Inch Nails que no sonó nada mal), que piden ya un inminente disco.

Sonaron homogéneos en fuerza. Bronco entró rápidamente en calor a la batería. Las guitarras de Laria y Tamo desprendían mucha energía. Hermes permanecía en la oscuridad armado con su bajo.

“Vultures” me sorprendió mucho junto al tema con el que cerraron, “Wish”. Tras unos temas, me relajé y dejé la primera línea de playa a otros.

Pudimos ver a dos bandas hermanadas en el mejor de los ambientes. Por favor, más noches como estas.

© Diario de un Metalhead 2022.

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