lunes, 6 de abril de 2020

CHICANOS: América (On Fire, 2019)


Por Larry Runner.

Desde Tarragona nos llega la música de CHICANOS, un cuarteto que regresa tras siete años de ausencia discográficas. “América” es el tercer álbum de los catalanes que sucede a su anterior “Burbuja”, editado ya en 2012.

Nada más y nada menos que 17 cortes se nos ofrecen en este álbum. Los doce primeros están cantados en inglés, mientras que al fondo del álbum encontramos las versiones en castellano de cinco de ellos.

CHICANOS nos ofrece con una sección rítmica muy Guns N’ Roses, un Hard Rock rudo, crudo y eminentemente honesto. Sus guitarras suelen tirar de riff made in Australia y la atmósfera que crean parece ser la de una banda guiri. Hacía tiempo que no escuchaba una banda que me cundiese así y que me llamase tanto la atención por el feeling que imprimen a sus canciones. Quizás desde The Smokers que no encontraba yo una banda con ese rollo macarra tan bien trabajado.

Que la música esté muy bien construida es importante, pero lo que de verdad le da el punto sobresaliente a la historia es la forma de cantar de Damián Ruiz y la forma en la que aparecen los coros, que surgen siempre en el momento específico. Si encima aparece un solo cojonudo, estonces lo tienes.


En ese sentido hay canciones que rozan la perfección. Temazos como “Remedy” o "Fire Woman" (nada que ver con ninguna que conozcas) son realmente apabullantes. Las melodías están trabajadísimas y las líneas vocales son insuperables. En ese sentido en muchos momentos me viene a la mente la forma de trabajar de Whitfield Crane al micro. No lo puedo evitar. Quizás decir que una mezcla de Whitfield Crane y la chillona de Axl Rose sería ajustarse más a la idea del fenomenal trabajo a la voz. 

Tienen el adn del hard rock australiano pero ojo, que nadie se llame a engaño, no suenan a AC/DC, no son como Airbourne. CHICANOS han mamado de la música del país de Rose Tattoo, pero también mucho del hard rock americano más canalla.


Buenos riffs, solos deslumbrantes de muy alto nivel, una muy buena y contundente sección rítmica y unas fantásticas composiciones que están coronadas por el excelentísimo trabajo de voces y coros.

Esto sí que es un puto discazo. Una lección de rock n’ roll. Absténganse niñatas y amantes del rock saltimbanqui que ahora nos persigue. Esta es una banda adulta y cojonuda de verdad. Rock con músculo. Ojalá tengan suerte, aunque me da a mí que no les están dando mucha bola hasta ahora, pues el disco ya es de 2019 y yo no había oído aún hablar de ellos. 

Por cierto, mejor en inglés. Sin duda.








© Diario de un Metalhead 2020.

No hay comentarios: