miércoles, 8 de diciembre de 2010

Fear of the Dark: Las pelis de terror y yo.


Tras leer en el blog de Charli Günner (The Punishers) su experiencia con las películas de terror, se me ocurrió a mí escribir mi experiencia personal con el género.

No soy mucho de ver películas de terror, hace años que no veo ninguna, aunque algunas de las llamadas obras maestras están en la estantería de casa en dvd original: la trilogía de la Profecía, las de la Bruja de Blair, La Matanza de Texas, alguna del Chucky, etc). En su día fuí muy fan de las de Elm Street, las cuales iba a ver al cine.

Todas las que he visto, en algún momento me han puesto en tensión, aunque hubo una en su día que realmente me las hizo pasar pero que muy putas. La peli en cuestión es EL EXORCISTA.

La he visto dos veces, solo dos, y las dos en la tele, a pesar de tenerla en dvd, comprado hace ya unos años no la he vuelto a ver. ¿Porqué? Ahora os cuento.

La primera vez que la vi, pasé miedo, pero al verla en el salón de casa, con mi madre al lado y tal, pues como que fue más llevadera.

La segunda vez fue en también en casa, pero estaba en la habitación solo. Ya hace pila de años, aún vivía con mis padres. Yo la estaba viendo en la habitación, en la cama, y mi hermano en el sofá del salón.

El caso es que aquello se va poniendo cada vez más jodido, yo ya sentía el frío de la puta habitación de la cría y la de Dios. Pijama largo y tapado hasta las cejas, sufría como un cabrón, pero no quitaba ojo a la pantalla.

De repente, en uno de esos ataques de ira de la niña poseída, se mueve su cama y también la mía. Os juro que casi me cago cuando noté que mi cama se movía. Me levanté cagando leches, no sin antes encender la luz, la luz del pasillo y la de la cocina, a la que acudí a beber un poco de agua fresca.

Tras beber fuí al salón y allí estaba mi hermano, sentado en uno de los sillones, y no tumbado como siempre. Tenso, agarrado a los posabrazos, y entonces me dice “oye tío, ha habido un temblor de tierra, ¿no?”. ¡JODER! ¡ERA ESO!. Había habido un pequeño temblor de tierra que hizo vibrar a los edificios, no era mi cague viendo la película lo que me había hecho sentir mover la cama. Había sido un puto temblor.

Al día siguiente el periódico confirmaba la movida, había habido un pequeño temblor de tierra en la zona de Turón y Mieres, de hecho en los días posteriores hubo alguno más, pero en ningún momento sentí miedo.

Fue pura coincidencia, pero menuda coincidencia, os juro que cuando sentí moverse la cama casi me muero del puto susto, jamás en mi vida las he pasado tan putas, y eso que la oscuridad nunca me ha gustado, tengo bastante “Fear of the Dark”, lo reconozco.

El caso es que no volví a ver la peli, a pesar de haberla comprado, ni la he sacado del estuche. No vaya a ser que haya otro temblor de tierra de aquellos, que ahora estoy muy mayor y con mas kilos y haber si me va dar un jamacuco y quedo en el sitio jajajajaja

© Larry Runner

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