miércoles, 8 de diciembre de 2010

AVALANCH: El ladrón de sueños (2010, Santo Grial)


Por Larry Runner.

Si no estamos ante el disco español del año, poco faltará. Estoy seguro de que este nuevo álbum de Avalanch, al final del año estará entre mis 10 favoritos, y como digo, si no está el primero de la lista, poco le va a faltar. Y es que, a día de hoy, es para mí el mejor disco de lo que va de 2010.


Del anterior disco, "Muerte y vida", di en su día mi opinión al respecto. Ingenuo de mí, lo hice de aquella en el foro de su web. El disco no me pareció malo, sino que me pareció flojo para lo que yo esperaba de la banda. Enseguida los “avalanchlibanes” que se piensan que son más seguidores de la banda que nadie, interpretaron las palabras a su manera, y hubo hasta un payaso, cercano por entonces a la banda, que incluso llegó a ofrecerme hostias “nada más que se cruzara conmigo”. Todavía las estoy esperando del esmirriado en cuestión.

En ese foro me dijeron que yo no había escuchado nunca a Avalanch, entre otras lindezas. Que nunca los había visto en directo, etc.  Banda de gilipollas, aún conservo el carnet del Rainbow Warrior Army y los fanzines, y orgulloso estoy de ello. Soy fan de Avalanch desde la primera vez que los escuché, y si te pones a echar cuentas, da vértigo pensar la de años que han pasado desde que los descubrí.

"Muerte y vida" no era malo, eso jamás lo dije. Pero si ahora escuchas éste, te das cuenta de que era flojo. Si lo hubiese sacado otra banda española, quizás hubiese dicho de él maravillas, pero yo a Avalanch, a estas alturas, les exijo mucho más. Estamos hablando de la banda que sacó en su día discos que son pura historia del heavy metal y del rock duro de este país. La banda que sacó el "Llanto de un Héroe", "El Ángel Caído" y el mejor disco de hard-rock de la historia de este país "Los poetas han muerto". ¿Cómo cojones me iba a conformar con lo que me daban en "Muerte y vida"?


Sí, reconozco que les di cera por ello, pero jamás les tildé de “mierda” o alguna soplapollez de esas. Eso jamás lo haré de esta banda, porque Alberto Rionda, hoy por hoy, no lo veo yo “capacitado” para componer un disco al que alguien con dos dedos de frente le pueda llamar “mierda”.

Sí, soy crítico y exigente con ellos, pero como lo soy con otros grupos, aunque a veces en esos grupos haya amigos. Los que me conocen saben que soy sincero, no lo puedo evitar. Prefiero eso a ser un puto hipócrita e ir chupándosela a los músicos diciéndoles que todo está bien cuando en mi interior no pienso eso. Si voy a un concierto y no me gusta, se lo digo. Se llamen Avalanch, Warcry, Iron Maiden o mi más queridos The Punishers y Helltrip. Estos dos últimos lo saben bien. Si hay que dar palos, se los doy, aunque gracias a dios a Helltrip nunca se los tuve que dar y a The Punishers una vez que no me gustaron en vivo les di cera de cojones para que se espabilasen. Y bien saben ellos que los quiero como nadie y que bebo los vientos por cada unos de sus conciertos y sus discos.

Sí me estoy desviando del tema, del nuevo disco de Avalanch, pero es que tenía que decir esto, lo necesitaba. Así que en su día mandé a tomar por culo al foro de Avalanch, poco más tarde lo hice con el de Warcry, y nunca más he entrado en el foro de ninguna banda, salvo alguna vez de forma puntual en el de Lujuria y en el de Beethoven R. Desde entonces tengo mi espacio aquí, y aquí doy cera y digo lo que pienso. Y si alguien viene a meterse conmigo lo puedo echar, que para eso es mi espacio web. Aunque claro, para venir a faltarme aquí, hay que tener argumentos para no quedar con el culo al aire.


Vamos con el disco.

Como digo, será sin duda uno de los discos del año. Cada canción es sencillamente genial y han conseguido cosas en este álbum que hasta ahora no habían conseguido.

Lo primero de todo, lo que más me llamó la atención es el sonido de batería. Debe ser la primera vez que si le doy cera al disco, la batería no distorsiona. Suena mejor que nunca. Ellos sabrán si hay trampa o no, pero suena de puta madre.

Las guitarras son muy contundentes, aunque esto ya no es novedad. Desde "El hijo pródigo" (otro disco de la hostia) las guitarras han ganado en fuerza, y aquí afortunadamente la mantienen. Están omnipresentes y son fuertes, son muy heavys.

Una cosa que me agrada también especialmente es el uso de los teclados. Con toques clásicos en la mayoría de las ocasiones, y otras veces modernos hasta casi llegar al exceso.

Pero si algo hay que destacar en este disco, es, sin duda, el trabajo de Ramón Lage. Es para ponerse de rodillas señores. Impresionante. No tengo calificativos para expresar lo que siento al oir su voz en este disco. Su voz abarca todo tipos de tonos, desde los más graves a los más agudos, sin inmutarse, y ojo, en directo clava los temas. Ya no hablo de los gritos y demás, hay muchos cantantes que lo pueden hacer, pero en su día hubo que oir críticas a Ramón de que en los gritos no daba la talla. El que piense eso, que escuche este disco y luego a ver si sigue en sus trece. Por cierto, ningún problema si hay que meterse en voces guturales, yo creo que es donde más disfruta. Si Rionda le diera rienda suelta este nos deja el disco a lo Machine Head como está mandado.

Abre el disco "Donde Estoy", que se ha convertido en la canción de apertura en sus conciertos en este tour. Con una presencia total de teclados y unos cambios de ritmo constantes. Seguro que gusta a los fans de Dream Theater. A mí me encanta. No soy muy fan del progresivo, pero esta canción está en ese punto en el que no se llega a pasar, no llega a ser prog al 100%, lo que hace que el tema te acabe gustando y no puedas pensar que es la típica chapa infumable típica progresiva.

Luego viene "El ladrón de sueños", tema que da título al disco. Temazo. Podría ir tranquilamente en "El hijo pródogo". Lleva una línea muy parecida a la de aquel discazo del 2005. Fuerza y mucha melodía, me encanta.

La tercera es mi favorita, "Mil motivos". Si estuviésemos en los ochenta, esta canción habría sido el típico single que te comprarías con una cara b inédita. Una maravilla. No es que esté a la altura de "Alas de cristal  o de "Lucero", es que quizás sea mejor. No me canso de escucharla, la típica canción que te hará darle al botón del rewind para volver a escucharla. Perfecta.

El comienzo del disco es abrumador. Llega entonces un tema un poco más pausado, "El hombre solo", con excelentes coros y donde se puede oir sonido de trompeta. Jamás pensé que el sonido de una trompeta no me fuera a molestar en uno de mis discos. Siempre me recuerda a gitanos y cabras, no lo puedo evitar, pero en esta ocasión, hasta eso ha salido bien. El final es también muy prog. 

Aquí el disco baja un poco. "Aléjate de mi" es prog ya casi al 100%. Me asusta. Que alguien deje de pasarle discos retorcidos a Rionda, a ver si nos lía una brasa infumable tipo Transatlantic en la próxima entrega.

Luego llegan dos temas más hard rock, si tengo que buscar alguna referencia, creo que sería U2. No tanto para "Nunca es tarde" pero sí mucho para "Cuatro canciones", que tiene ese toque "Where The Streets Have No Name". 

Tranquilos, no os asustéis. Luego llega "Sin rumbo". Cera por un tubo, gritos y caña burra, que nadie se duerma. En directo os hará menear la cabeza y levantar el puño. Hasta voces guturales, demoníacas. Ramón lo da todo en este tema, enorme canción. Posiblemente de lo mejor que haya dado “El Bunker” hasta hoy. ¡Me mata! Si te gustaban "Lágrimas negras" o "Semilla de rencor"... ¡esta es aún mejor!

"Torres en el cielo" lleva una onda que a mí me recuerda a Kamelot. Tras ella llega un tema en inglés "Whrere the river flows" , que es una balada bastante típica.

Cierra la instrumental final "Melodía incompleta".

No es un disco de metal. No es un disco de prog. No es un disco de pop-rock. Es todo eso y mucho más. Es un muy buen disco, de los mejores de la banda. 






© Larry Runner 2010.

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