martes, 20 de noviembre de 2018

Bruce Dickinson. Una autobiografía. (2018, Libros Cúpula)


Por Larry Runner.

Soy un gran aficionado a las biografías y si son de mis músicos favoritos pues tanto mejor. Las hay realmente alucinantes como la de Mötley Crüe; entretenidas como la de Lemmy, la de Slash o la de Ozzy; ilustradoras como la de Max Cavalera de Valseca y por último hay auténticos coñazos sin sentido como esta de Bruce Dickinson.

Y es el “Air Raid Siren” ha escrito un libro al que se le ha etiquetado de autobiografía, pero yo no la puedo considerar como tal, pues los aspectos más interesantes de su vida no están por ningún lado. Al final, tras casi 400 páginas no has hecho más que leer sobre aviones y esgrima. Lo musical aparece con cuentagotas, como si no fuese lo más importante en su vida. Parece una broma. Tal y como trata a Iron Maiden en el libro me hace pensar que para él lo de estar en una de las bandas más grandes de heavy metal de la historia no es más que un trabajo. Eso sí, una ocupación que le ha hecho rico y que le ha permitido mantener un estilo de vida que sin la música no habría sido posible. Y es que las clases de vuelo y de esgrima no deben ser precisamente baratas. 

Sí, poco se habla de Iron Maiden en el libro, apenas unas pinceladas. Narra algunos aspectos de alguna que otra gira, de las grabaciones y es un poco más extenso en contar cómo entró en la banda, y cuenta aún más rápido como salió y como regresó cuando todo iba como el culo. Pero en ningún momento se extiende ni cuenta nada que no supiéramos ya. No sorprende.

Por otra parte, en cuanto a lo familiar, nada de nada. Nunca había leído una biografía para acabar sabiendo más o menos lo que sabía. En 400 paginas no hay espacio para saber si es un hombre casado, soltero o divorciado. No te cuenta nada sobre sus hijos y apenas tiene unas líneas para abuelos y padres. Por contra al final del libro, cuando habla sobre el cáncer, expone detalles escabrosos que tampoco suman y que se podría haber ahorrado. Personalmente, no me cabe en la cabeza que haya enfocado su autobiografía de esta manera. No aporta nada. Parece querer mostrar toda su sabiduría de piloto de vuelo, actividad que parece que es lo que realmente le llena en la vida. La música es una anécdota en la vida de este inglés narcisista. Acabarás sabiendo más de los Boeing que de Iron Maiden.

Por otra parte la narración se hace pesada, no te ayuda a tomar el ritmo en ningún momento y por momentos se hace repetitivo, hasta el punto de que si no fuese por ser el personaje que es, probablemente habría abandonado la lectura a la mitad. 

Muy decepcionante.

© Diario de un Metalhead 2018.