domingo, 25 de noviembre de 2018

VELVET VIPER: Respice Finem (2018, GMR Music Group) Alemania.


Por Larry Runner.

Para los que vivimos la adolescencia en los 80, esos que ya peinamos canas (los que aún presumimos de tener pelo), nombres como Dio o Accept siempre serán una referencia en nuestras vidas, como muchos otros que el tiempo fue borrando y que por desgracia no llegaron hasta nuestros días. Nombres hoy casi olvidados, solo reivindicados muy de vez en cuando por algún nostálgico y a los que por entonces veíamos a la misma altura que los citados. Como Zed Yago por ejemplo, leyenda del heavy metal alemán cuyo legado se ve difuminado tras tres décadas. 

Al frente de aquella maravillosa banda alemana estaba una mujer Jutta Weinhold. Creo no exagerar si digo que para muchos era el equivalente femenino a Ronnie James Dio y que si no llegó más lejos quizás fuese porque de cara no era tan guapa como Doro Pesch, porque voz no le faltaba y a su banda le sobraba calidad.

Zed Yago desapareció en el 89 y poco después recuperamos a Jutta Weinhold al frente de Velvet Viper, con los que publicó dos discos antes de desaparecer definitivamente.

Tras dos décadas sin saber de ella ni de su banda (apenas un álbum en solitario hace años), regresan ahora en 2018 con este “Respice Finem”, una magnífica obra de heavy metal casi a la altura de lo que fue Zed Yago en su día pero sonando actual.


Puro heavy metal con pedigrí 80’s es lo que encontramos en este álbum de once cortes en los que Jutta Weinhold ofrece un fantástico estado físico y vocal a pesar de que son 71 los años que lleva encima. La alemana demuestra así que cuando el virus del heavy metal penetra en tu sangre es imposible ya abandonarlo. La vocalista se rodea en esta nueva etapa de músicos a los que dobla la edad, pero que saben bien como hacer que todo esté a la altura de una voz que para algunos fue fundamental en su momento.

Los medios tiempos dominan un álbum en el que no por ello faltan temas con una velocidad más. En ese sentido lo mejor es la inicial “Don't Leave Before Wintertime” donde ya puedes ver que la edad solo está en el DNI, y donde el guitarrista Holger Marx comienza a hacerse notar.


“Shadow Ryche” es la segunda del disco y podríamos ya señalarla como el primero de los hits del álbum. Entra fácil, la canta sobradísima y los coros del estribillo, muy de la vieja escuela, la completan. Aunque para tema “Respice Finem”, sin duda lo mejor del disco. Se va a más de diez minutos y no quieres que termine. Un temazo tan bueno como largo, con un magnífico estribillo en el que la sensibilidad en la forma de cantar se ve fantásticamente acompañada con la labor instrumental, que es sobresaliente, con esa batería tan natural, tan de verdad a la que Micha Fromm le pega como antes se le pegaba. Una canción que me puedo poner una y otra vez sin cansar. Una obra maestra del medio tiempo con una atmósfera espectacular apoyada con algún que otro brillante efecto.

Destacaría también “Dangerous” es una de mis favoritas y que suena muy purpleliana por los teclados, y el arranque posterior en las guitarras que ya mamara Iron Maiden y brotara en su “Fear of the Dark”.  Eso sí, el toque Dio me vuelve loco. Casi las podría ir citando todas, pero no soy yo persona que guste de desvelar todos los secretos de un disco, mejor vas a por él y lo escuchas, porque canciones como “Stormy Birth” con esas orquestaciones de fondo son pura gloria, también gracias a la producción de Kai Hansen. Mención especial a los coros, en los que encontramos el nombre de Henning Basse.

En definitiva, Jutta Weinhold está aquí de nuevo, muy mayor en edad que no en lo musical. Disfrútalo sin prejuicios. Puede que tenga edad de abuela, pero ojalá hubiese tenido yo una así. Por cierto, Zed Yago andan por ahí también, pero con otra vocalista. Quizá hablemos de ellos otro día. De momento tenemos a Jutta de vuelta, y eso es una grandísima noticia.

Impresionante.






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