Me enteré de la existencia de TRIAL a través de una entrevista que la gente de rafabasa.com realizó a Oskar Jacobsson, vocalista de la también banda sueca AMBUSH. Ante la pregunta de qué aconsejara alguna banda nueva emergente procedente de Suecia respondió “¡TRIAL! Su último álbum Vessel es una obra maestra.” Ante tal ejercicio de efusividad y habida cuenta de las facilidades que tenemos actualmente para catar bandas me puse manos a la obra y, después de varias escuchas, puedo asegurar que Mr. Jacobsson no iba muy desencaminado con sus muestras de admiración hacia el álbum.
No es tan habitual encontrarte un disco de Heavy Metal tradicional con poca carga estilística de papá y mamá, JUDAS PRIEST y IRON MAIDEN, pero lo que nos ofrecen TRIAL no procede directamente de la tradición inglesa sino que toman mucho del Heavy Metal clásico del norte de Europa y también de las bandas ochenteras de la costa oeste americana. Las escuchas de los discos te traen a la cabeza grupos que han circulado por sendas similares y tengo que decir que en este caso me vienen dos bandas míticas como los californianos OMEN o MANILLA ROAD y otras dos más actuales como sus compatriotas PORTRAIT y los desaparecidos CRESCENT SHIELD sin olvidarnos, por supuesto, de la piedra angular que supone MERCYFUL FATE cuya influencia impregna todo el disco.
Oskar Jacobsson de AMBUSH los recomendaba
Tildarlo de obra maestra me parece demasiado pero sí nos encontramos ante un muy buen álbum que se mueve estilísticamente entre el Doom solemne de la inicial Vessel, la velocidad sucia de To New Ends, el rollo más Black Metal de Ecstacy Waltz, la agresividad de Where Man Becomes All y de la épica Through Bewilderment o el homenaje a KING DIAMOND y sus MERCYFUL FATE de A Ruined World para terminar con un compendio de todo lo descrito con Restless Blood, tema de trece minutos que sirve para concluir el disco.
Cabe destacar el trabajo excepcional de guitarras realizado por Alexander Ellström y Andreas Johnsson que nos demuestran en cada tema una conjunción excepcional que se expresa a través de partes intrincadas nada sencillas, partes rápidas furibundas o momentos melódicos de lo más inspirados. Un trabajo muy completo que se presenta con un sonido imbuido en las producciones de los años ochenta, es decir, muy orgánico, con cierta suciedad y sin grandilocuencias. También merece ser destacada la labor de Linus Johansson en el aspecto vocal. Ya puedes tener una banda con unos instrumentistas cojonudos y unas buenas composiciones que si no culminas la historia con un cantante que defina la personalidad del conjunto te quedas sumido en la mediocridad. Este no es un problema para TRIAL ya que Linus no sólo le pone la guinda al pastel sino que eleva a la banda de categoría con su interpretación apoyada en una voz capaz de internarse en zona peligrosa sin flaquear lo más mínimo y de combinar tonos altos con momentos más melódicos siempre con el Rey Diamante de referencia. La banda se completa con un eficiente Martin Svensson cuyo sonido de batería es otro de los aciertos del álbum y Andreas Olsson que ha quedado relegado a un segundo plano en el resultado final de la mezcla.
Siete temas intensos, oscuros, casi todos largos y que huyen del riff de consumo fácil para ofrecernos una obra densa de esas que en cada escucha te percatas de un detalle nuevo y que está formada por cortes difíciles de asimilar a la primera ya que cada tema tiene mucha miga. Temas frescos que tienen vida propia a los que cuesta conocer a la primera y que te sorprenden y se salen de la estructura AABA que es lo que nos gusta a los que amamos el Heavy Metal, ¿no?
© Diario de un Metalhead 2015.
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