De todas las bandas
surgidas en los últimos años a las que se les achaca la influencia de MERCYFUL
FATE y KING DIAMOND como GHOST, RAM o IN SOLITUDE, una es la que se lleva la
palma y no es otra que PORTRAIT. Y creo que ellos, lejos de
extrañarse ante tal comparación, se muestran orgullosos de llevar bien elevada
esa bandera.
Su primer LP de 2008 llamado Portrait, aunque en alguna entrevista ha sido repudiado por la banda, ya dejaba entrever de qué iba su sonido con un puñado de buenos temas que les sirvieron para fichar por una compañía potente como Metal Blade Records. El gran salto musical lo dieron con el espectacular y recomendable Crimen Laesae Majestatis Divinae de 2011. Tres años después nos presentan este Crossroads en el que el Rey Diamante y sus MERCYFUL FATE se nos siguen viniendo a la mente a las primeras de cambio pero que ofrece mucho más que eso.
Su primer LP de 2008 llamado Portrait, aunque en alguna entrevista ha sido repudiado por la banda, ya dejaba entrever de qué iba su sonido con un puñado de buenos temas que les sirvieron para fichar por una compañía potente como Metal Blade Records. El gran salto musical lo dieron con el espectacular y recomendable Crimen Laesae Majestatis Divinae de 2011. Tres años después nos presentan este Crossroads en el que el Rey Diamante y sus MERCYFUL FATE se nos siguen viniendo a la mente a las primeras de cambio pero que ofrece mucho más que eso.
Uno de los pilares
de PORTRAIT tanto a nivel compositivo como en directo era el guitarrista
Richard Lagergren que abandonó la banda en 2012 lo que por un tiempo dejó
tocada a la formación. La solución, en lugar de introducir un nuevo
guitarrista, fue la de que el bajista, David Olofsson, cambiara las cuatro
cuerdas por las seis y fichar un nuevo bajista, Mikael Castervall. Por lo
demás, el resto de integrantes siguió estable con Christian Lindell a la
guitarra (además de componer la mayor parte de las letras) y Anders Persson a
la batería. Su vocalista desde 2008 es Per Lengstedt (antes Per Karlsson, pero
cambió su apellido cuando se casó), aunque fue sustituido temporalmente en
directo por Niklas Svensson en conciertos de 2011 y 2012.
Poco más de
cuarenta minutos para ocho temas es lo que nos ofrece Crossroads. Comienza con Liberation que es una intro acústica
preciosa muy del estilo Iommi al principio pero que se introduce poco a poco en
terrenos más sombríos que nos van preparando para lo que viene. At The Ghost
Gate es un tema que invita a levantar la espada y avanzar contra las tropas enemigas. Temazo con el puño en
alto para empezar, el bajo mandando y unas partes vocales épicas a más no
poder. A mitad de tema cambiamos de tempo tomando las guitarras el testigo para
posteriormente volver al riff del principio y acabar una canción cojonuda en la
que me recuerdan a sus compatriotas RAM. Seguimos con We Were Not Alone, que comienza
con unos primeros compases un tanto ligeros para pasar a continuación a
cabalgar a ritmo de bajo y de latigazos de batera. La producción de sonido, a
cargo de la banda en gran parte, sin buscar desesperadamente resonancias retro,
tiene ese regusto ochentas que no pretende darte metralleta al oído y con un bajo
que tiene mucha presencia en la mezcla.
El cuarto tema, In
Time, es el corte que más me recuerda a lo propuesto por la banda en su
anterior Crimen Laesae Majestatis Divinae
y uno de los más destacados del disco.
Es una canción que ya desde el principio va a toda máquina con la batera
dando cancha al doble bombo y las guitarras haciendo fraseos y pequeños solos. La
producción y composición del disco parece buscar un resultado equilibrado entre
los instrumentos no haciendo destacar excesivamente las guitarras a las que les
han dado un cierto toque de suciedad muy del gusto del que escribe. Un punto
más enrevesado, denso y con continuos cambios de ritmo tiene Black Faster en
la que Per Lengstedt da cabida a todos sus registros. La producción de la voz y
de los coros a lo largo de todo el disco busca reafirmar la interpretación de
Per Lengstedt y llevarla más allá con esos aullidos demoniacos doblados un
sinfín de veces.
Abandonamos el
ambiente de ciénaga, niebla y edificios góticos en ruinas para volver a empuñar
la espada ya que el sexto tema Ageless Rites recupera el tono más épico invitando
de nuevo al puño en alto y al disfrute de los continuos cambios concatenándose partes
más melódicas con otras más rítmicas. No abandonamos el tono beligerante con Our
Roads Must Never Cross en el que Per Lengstedt se atreve con los tonos más
guturales de todo el disco demostrando nuevamente su versatilidad. El disco
acaba con la romántica Lily una canción de nueve minutos que comienza con un
pasaje acústico muy inspirado que deja paso a diferentes partes que incrementan
progresivamente la velocidad del tema para mantenerse en un ritmo lánguido y
melancólico hasta la aparición de los solos de guitarra que le dan un poco de
vida al himno.
Queremos destacar, antes
de terminar, el buen hacer del ilustrador español Juanjo Castellano en la portada del disco quien también ha
puesto su arte al servicio de bandas como VOMITORY, AVENGER o ROAR con
resultado sobresaliente.