domingo, 9 de noviembre de 2014

PORTRAIT: Crossroads (2014 - Metal Blade). Suecia.




De todas las bandas surgidas en los últimos años a las que se les achaca la influencia de MERCYFUL FATE y KING DIAMOND como GHOST, RAM o IN SOLITUDE, una es la que se lleva la palma y no es otra que PORTRAIT. Y creo que ellos, lejos de extrañarse ante tal comparación, se muestran orgullosos de llevar bien elevada esa bandera.



Su primer LP de 2008 llamado Portrait, aunque en alguna entrevista ha sido repudiado por la banda, ya dejaba entrever de qué iba su sonido con un puñado de buenos temas que les sirvieron para fichar por una compañía potente como Metal Blade Records. El gran salto musical lo dieron con el espectacular y recomendable Crimen Laesae Majestatis Divinae de 2011. Tres años después nos presentan este Crossroads en el que el Rey Diamante y sus MERCYFUL FATE se nos siguen viniendo a la mente a las primeras de cambio pero que ofrece mucho más que eso.

Uno de los pilares de PORTRAIT tanto a nivel compositivo como en directo era el guitarrista Richard Lagergren que abandonó la banda en 2012 lo que por un tiempo dejó tocada a la formación. La solución, en lugar de introducir un nuevo guitarrista, fue la de que el bajista, David Olofsson, cambiara las cuatro cuerdas por las seis y fichar un nuevo bajista, Mikael Castervall. Por lo demás, el resto de integrantes siguió estable con Christian Lindell a la guitarra (además de componer la mayor parte de las letras) y Anders Persson a la batería. Su vocalista desde 2008 es Per Lengstedt (antes Per Karlsson, pero cambió su apellido cuando se casó), aunque fue sustituido temporalmente en directo por Niklas Svensson en conciertos de 2011 y 2012.


Poco más de cuarenta minutos para ocho temas es lo que nos ofrece Crossroads. Comienza con Liberation que es una intro acústica preciosa muy del estilo Iommi al principio pero que se introduce poco a poco en terrenos más sombríos que nos van preparando para lo que viene. At The Ghost Gate es un tema que invita a levantar la espada y  avanzar contra las tropas enemigas. Temazo con el puño en alto para empezar, el bajo mandando y unas partes vocales épicas a más no poder. A mitad de tema cambiamos de tempo tomando las guitarras el testigo para posteriormente volver al riff del principio y acabar una canción cojonuda en la que me recuerdan a sus compatriotas RAM. Seguimos con We Were Not Alone, que comienza con unos primeros compases un tanto ligeros para pasar a continuación a cabalgar a ritmo de bajo y de latigazos de batera. La producción de sonido, a cargo de la banda en gran parte, sin buscar desesperadamente resonancias retro, tiene ese regusto ochentas que no pretende darte metralleta al oído y con un bajo que tiene mucha presencia en la mezcla.

El cuarto tema, In Time, es el corte que más me recuerda a lo propuesto por la banda en su anterior Crimen Laesae Majestatis Divinae y uno de los más destacados del disco. Es una canción que ya desde el principio va a toda máquina con la batera dando cancha al doble bombo y las guitarras haciendo fraseos y pequeños solos. La producción y composición del disco parece buscar un resultado equilibrado entre los instrumentos no haciendo destacar excesivamente las guitarras a las que les han dado un cierto toque de suciedad muy del gusto del que escribe. Un punto más enrevesado, denso y con continuos cambios de ritmo tiene Black Faster en la que Per Lengstedt da cabida a todos sus registros. La producción de la voz y de los coros a lo largo de todo el disco busca reafirmar la interpretación de Per Lengstedt y llevarla más allá con esos aullidos demoniacos doblados un sinfín de veces.


Abandonamos el ambiente de ciénaga, niebla y edificios góticos en ruinas para volver a empuñar la espada ya que el sexto tema Ageless Rites recupera el tono más épico invitando de nuevo al puño en alto y al disfrute de los continuos cambios concatenándose partes más melódicas con otras más rítmicas. No abandonamos el tono beligerante con Our Roads Must Never Cross en el que Per Lengstedt se atreve con los tonos más guturales de todo el disco demostrando nuevamente su versatilidad. El disco acaba con la romántica Lily una canción de nueve minutos que comienza con un pasaje acústico muy inspirado que deja paso a diferentes partes que incrementan progresivamente la velocidad del tema para mantenerse en un ritmo lánguido y melancólico hasta la aparición de los solos de guitarra que le dan un poco de vida al himno.


Queremos destacar, antes de terminar, el buen hacer del ilustrador español Juanjo Castellano en la portada del disco quien también ha puesto su arte al servicio de bandas como VOMITORY, AVENGER o ROAR con resultado sobresaliente.









© Diario de un Metalhead 2015.

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