Texto: Larry Runner.
Fotos: Sergio Blanco.
Noche de Heavy Metal en ese céntrico teatro de los sueños del centro de la capital asturiana llamado Sala Whipoorwill. A apenas seis días de la celebración de nuestro Diario de un Metalhead Fest 2 en el mismo lugar, acudíamos para disfrutar de dos buenas bandas que en cuestión de días se iban a patear juntas toda la geografía ibérica: los suecos SISTER SIN y sus acompañantes madrileños TEARS OF MARTYR.
Abrieron los de Berenice Musa, que así se llama la vocalista de TEARS OF MARTYR. Lamenté profundamente no conocer las canciones, pues son realmente buenos. El sonido no era para tirar cohetes, pero sí lo suficientemente aceptable para apreciar la enorme labor vocal de la soprano, que además es una mujer realmente bella a la que las fotos promocionales no le hacen justicia.
Tears of Martyr
Canta de continuo de forma operística y la banda lo hace muy bien. Teclados enlatados echan un cable. Miguel a la guitarra aporta guturales, voces en off y en algunos temas acapara mucho protagonismo con su aporte vocal. A pesar de no conocerles y de que las condiciones no eran las óptimas, me gustaron. La próxima vez me lo pasaré mejor. Ahora que ya les he descubierto, no se me van a escapar.
SISTER SIN parecen de otra época, y regresaban a Asturias para demostrarlo. La sala con su salida mostraba un muy buen aspecto. A pesar de que en un radio de menos de 30 kilómetros estaban tocando a esa hora VITA IMANA (en Gijón), VENDAVAL con EMBOQUE y THRASHNOS )en Avilés) y VOID con otras dos bandas a apenas 500 metros, SISTER SIN logró buena entrada.
Sister Sin
Liv Jagrell acapara el centro de todas las miradas. Es una mezcla de Doro Pesch con Udo Dirkschneider con algo de Jocke Berg. Un auténtico huracán sobre las tablas con una capacidad vocal fuera de toda dura que a poco que tenga alrededor una banda que cumpla triunfará. Y sí, la banda que tiene, cumple.
Abrieron con el nuevo hit, Chaos Royale, y siguieron con Fight Song. Su repertorio pocas veces se ve alterado y enseguida se meten al público en el bolsillo. Sin falta de que la sala esté a reventar, el ambiente es ideal con una audiencia entregada desde el primer minuto. Si te parecía que estaban sonando poco a los mejores días de ACCEPT, van e incluyen un cover del 24/7 de U.D.O.
Sister Sin
Liv Jagrell lleva bien aprendida la lección. Es una auténtica frontwoman y sabe como dirigirse al público en cada momento. Tras meterse en el bolsillo a todos con su buen hacer, interactúa de continuo, hace a los presentes sentirse parte del show y todos acabamos coreando las canciones, aunque en honor a la verdad, esa conexión surge de parte del propio público y de forma espontánea.
Es tal la actitud que desprenden que contagian a la gente de la pista y la comunión llega a ser perfecta. Hacía tiempo que no veía a una banda conectar tantísimo sin tener detrás décadas de trayectoria. La carretera da estas cosas y SISTER SIN sabe de sobra lo que es patearla. Supongo que en todas partes dejarán tan buen sabor como en Oviedo.
Sister Sin
Quizás en algún momento una segunda guitarra que acompañara a Jimmy Hiltula en la labor se echó de menos, sobre todo a la hora de los solos sonaba un poco hueco pues el bajista Strandh no le da tampoco demasiada distorsión, algo que se agradece cuando sólo hay un guitarrista. Pero aún así, enormes en vivo. Buen concierto sin duda.
© Diario de un Metalhead 2014.
No hay comentarios:
Publicar un comentario