By Iñaki Albuerne.
Una nueva invocación a los abismos viene por parte de HORN OF THE RHINO, desde el rincón más sombrío, como alguno de los párrafos extraídos de Howard Phillips Lovecraft. Y es que no es bueno hacer esperar a los demonios, así que dos años entre su anterior Grengus y este Summoning Deliverance está más que bien para agradar a las legiones infernales.
Siempre fui seguidor de estos bilbainos, desde aquel primer trabajo Breed the Chosen One de aquella bajo el nombre de RHINO, y vistos también de aquella en directo en un Festival de sonoridades Doomies en la ciudad de Avilés como fue Mammoths of Doom Fest. Seríamos si no recuerdo mal, no más de treinta personas, pero lo disfruté como si fuera un gran Festival.
En este trabajo se sigue el camino del anterior, embruteciendo aún más su sonido y llevándolo aún más hacia terrenos Death Metaleros, tanto en las voces - que aquí mayoritariamente son de registro muy agresivo o semi gutural, aunque HORN OF THE RHINO, siempre dejan terreno para los sonidos más pesados y Doomies, ya sean dentro del mismo Death Metal- como los puramente Doom Metal y la prodigiosa voz limpia. Y es que el vocalista Javier Gálvez tiene un gran protagonismo, y sigue poniendo los pelos de punta en sus registros más altos, igual que lo hacía en discos del pasado como Weight of Coronation,el cual es aun a día de hoy, su disco más pesado, fúnebre y Doom.
Por la parte más violenta de la banda tenemos temas como Exvenhstench, que hace empezar esta obra con mucha energía y malas intenciones para nuestras pobres almas indefensas. Un tema muy contundente y directo, que también saben combinarlo con ritmos algo más lentos, y unas guitarras que acompañan perfectamente todo el conjunto. La melodía de guitarra en algunas partes es poco más que genial.
High Priest es otro ataque directo a la sien, que te dejará sin conocimiento durante los seis minutos y poco que dura, uniendo la agresividad con la creación tanto de ambientes guitarrísticos hostiles como de otros más deliberados guitarrísticamente.
han sabido introducir aspectos nuevos a la banda
y seguir sonando a ellos mismos
Seguimos con Their Tombs, tema de más de ocho minutos, variando los ritmos a través de él, que va desde el estribillo esquizofrénicamente pegadizo mezclado conjuntamente con los ritmos directos a tu cara, para acabar en un éxtasis musical de estridentes sonidos pesados y desquiciadas voces, y sí, acabo de tener ahora un orgasmo.
Por la parte más Doomie y donde predomina la más que sublime voz limpia de Javier Gálvez, voy a poner de ejemplo algún tema que otro. Empezaré por Onward Through Domination, tema pantanoso y grasiento como pocos, de sonoridades pesadas y que hacen pensar en el Sludge y sobre todo, como no, en nuestro amado Doom. Casi siete minutos y medio de sublimidad que apenas en su duración sube de revoluciones. Y es que aquí manda el fango.
Deliverance Prayer, otro de los temas con marcada denotación hacia sonidos densos y profundos, y que posiblemente se convierta en uno de mis preferidos de la banda, donde aquí se alcanza el clímax y las cotas más altas de la voz limpia y lírica de Gálvez. Es muy probable que se le ponga la piel de gallina a más de uno por culpa de esta demostración de potencia de sonido vocal, que se enlaza con una parte más sosegada y relajada, para subir de nuevo al delirio de sus cuerdas vocales. Simplemente grandioso.
Como último ejemplo de la excelencia, hablaré de An Excess of Faith, que es el tema que cierra el álbum, y donde la voz limpia también es la que predomina y se hace con las notas musicales, un maravilloso juego de la voz en el estribillo de la misma. Aquí está que lo bordan todo. El atronador bajo, la densa batería, las cortantes guitarras. La voz ya es algo que está más que hablado. Todo se convierte en algo espeso, compacto, potente y misterioso, y no sólo en este tema, sino en todo Summoning Deliverance. En algunos temas se recalcan ciertos aspectos más que otros, pero todo bien nivelado.
HORN OF THE RHINO como en todos y cada uno de sus trabajos, no han bajado de nivel. Han sabido introducir aspectos nuevos a la banda y seguir sonando a ellos mismos. Sin copiar nunca la fórmula de un álbum a otro, pero sí sabiendo cambiar aspectos de los mismos para sonar diferentes a la vez que frescos. Este álbum da para mucho, y aquí sólo explico una mínima parte de lo que es. Lo mejor es ponerlo a todo volumen, y dejar que el abismo te consuma.
© Diario de un Metalhead 2014
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