domingo, 1 de junio de 2014

LEGACY OF BRUTALITY: Giants. Studio Report.



 By Larry Runner.

No hay nada más gratificante para alguien que escribe en un medio musical, ya sea grande o modesto como el nuestro, que el que una banda te deje escuchar su disco antes de hacerlo público para que les des tu opinión. Quizás sea la tarea más difícil, pues luego has de contar qué te ha parecido con apenas una escucha, lo cual, podéis creerme, es muy complicado. Pero esa dificultad para tomar las notas sobre la marcha y luego saber expresarlas sobre el papel se ve compensada con la satisfacción de verte rodeado por músicos que dan valor a tu trabajo y tienen en cuenta tu forma de pensar -musicalmente hablando- y tu forma de actuar.


Sí, hacer un Studio Report no es nada fácil para mí y más aún cuando en un caso como éste, es sobre el disco de una banda extrema. Llevo muchos años de metal encima, pero de metal extremo sólo unos pocos. Lo mejor de todo es que me enganché al death metal gracias a los protagonistas de este Studio Report, y gracias a su música y al concierto de aquella noche en Ponferrada, hoy en día en mi estantería hay discos de Gorefest, Death, Hypocrisy, Kataklysm o Black Daliah Murder, por citar a algunos.

Difícil, muy difícil para mí hablar de un disco como Giants, que así se titulará el álbum. Y es que a diferencia de cuando me pongo a escribir de heavy metal o de thrash, géneros que llevo escuchando toda la vida, cuando me encuentro con la tarea de escribir sobre death metal, mis conocimientos son evidentemente más limitados y no tengo tantas referencias como con otros estilos más naturales para mi.

Así que voy a intentar contar lo que hace unos días pude escuchar, vivir y disfrutar en Puerto de Vega, en casa de Gonzalo, bajista de LEGACY OF BRUTALITY, que amablemente nos abrió las puertas de su casa.

Puerto de Vega, uno de los más bellos parajes del occidente asturiano

El sábado 24 de mayo amaneció con sol brillante. Un maravilloso día nos daba la bienvenida a Puerto de Vega, localidad situada en el occidente asturiano y sin duda uno de los pueblos más bonitos de nuestra costa. Un precioso lugar para vivir, tranquilo, sin esa masificación que tienen otros lugares como Llanes, Ribadesella o las cercanas Tapia de Casariego y Luarca.

Si además llegas y aparcas sin problemas y te encuentras con que en el Restaurante La Marina son las jornadas del arroz con bogavante, ya ni te cuento. Estupendas viandas y maravillosa la atención recibida. Daba pena terminar de comer, pero al fin y al cabo no habíamos ido hasta allí por eso, y es seguro que volveremos aunque no haya por medio disco alguno que escuchar.

Quién sabe si algún día el Ayuntamiento de Navia no va y pone una placa en la fachada de la casa de Gonzalo

Terminada la “fartura” que decimos en Asturias, dimos un breve paseo por el puerto y enseguida llegaron Gonzalo (bajista) y Simón (vocalista), a los que distinguimos perfectamente desde lejos, pues iban de riguroso negro, como nosotros. Tras un breve paseo y unas cuantas anécdotas de este antiguo pueblo de balleneros, nos llevan a una terraza cercana para tomar ellos una caña, que no tuvieron que pedir, y Mary y yo algo más relajado, pues luego había que conducir. Poco después se acercó el guitarrista Borja acompañado por Maikel, su hermano, al que no teníamos el gusto de conocer aún.

Tras unas risas más, algunas anécdotas interesantes y “arreglar” el país hablando de lo mal que está todo, nos dirigimos al lugar donde se gestan las hazañas deathmetaleras de Puerto de Vega. Por el camino nos encontramos con la casa donde pasó los últimos años de su vida el Ilustrado Jovellanos, en cuya fachada figura una placa que lo recuerda. Quién sabe si algún día el Ayuntamiento de Navia no va y pone una placa similar en la fachada de la casa de Gonzalo. Del alcalde de turno dependerá. Tras escuchar Giants quizás la tuviese que ir encargando.

Doce cortes componen lo que será, esperemos que pronto, el nuevo álbum de LEGACY OF BRUTALITY. Once canciones más una intro que sinceramente, creo que dejarán flipado a todo aquel que sea capaz de escuchar el disco sin prejuicios, que ya sabemos que en este país nuestro abundan, sobre todo por el centro, donde desgraciadamente el postureo cada día tiene más peso que la música. Pero bueno, vamos a lo que vamos, que me caliento.


Abre el álbum la intro titulada Hostis Humani Generi, o lo que es lo mismo, Enemigo de la Humanidad. Relinchos y ruidos de batalla producen la sensación de que algo importante va a suceder, como así es. Cathedral of Hatred comienza inmediatamente después. Rápida, cañera, desquiciante, sin bajar la intensidad en ningún momento. Veloz incluso durante el solo. No deja respirar, y Javi Pity perderá peso con ella en cada actuación. Ya la han estrenado en vivo.

Under the Hammer of Doom es la siguiente. Es igual de despiadada con nuestros oídos, pero con la particularidad de que aquí encuentras un estribillo que si estás acostumbrado a las sonoridades del death se te pegará. El solo de Borja es muy limpio, muy guitar-hero. Gran corte.

Labyrinths of Madness, es también muy agresiva, pero muy técnica y a la vez muy melódica. Navega por mares de thrash metal, porque los riffs hacen que suene así. Será la primera en engancharte. Lleva muchos cambios de ritmo y como todas las del disco exige muchísimo al drummer, pero también al resto del grupo. Simón con su desgarrada voz, se lo va a hacer encima para llevar estos temas adelante.

Giants, que dará título al disco es puro death pero cargado de melodía

Giants, que dará título al disco es puro death pero cargado de melodía. Asequible a oídos no tan acostumbrados. Puede que te recuerde a bandas como Amon Amarth. De todas formas a pesar de ir llena de melodía, no deja de ser death metal, muy veloz, muy rápida y sin pérdida alguna de intensidad. Temazo.

Emperor of a Dying Garden es el single sin duda alguna. Aquí sí que te recordarán a Amon Amarth o a bandas de ese calibre. Veloz pero una vez más empapada de melodía. Me da la sensación de que la voz fuese con una marcha menos que la música, lo cual la hace encajar perfectamente con la instrumentación. El tiempo dirá si será una nueva Beyond the Walls of the Coliseum.

Gritos de almas atormentadas sirven de nexo con Insanity Supreme, el séptimo corte. Infernal. Ritmo más lento y voces invocadoras. Pesadez y contundencia en los sutiles riffs. Oscuridad. Miedo. Suenan diferentes voces. Anton Lavey cierra la canción, que a través del discurso del famoso satanista se ve unida a Buried with a Brick in Mouth.

Gonzalo en el puerto


Buried with a Brick in Mouth versa sobre una curiosa historia de vampiros de Venecia del siglo XVI. Es un azote sin piedad, una vez más a base de un entramado de veloces sonidos y otras partes más pesadas. Una inmunda atmósfera en la que colaboran además Abel de RÉPLICA, Javier Cosmea de CATHEXIA y Javier Seyerot de CARNIVOROUS VORACITY.

The Whip and the Chain comienza repitiendo estructuras del pasado, lo cual podría hacerte creer si fuese el primer tema que escuchases del disco, que se han currado más de lo mismo. Nada de eso. Un larguísimo solo y las muchísimas guitarras que inundan el corte, le convierten en uno de los mejores del álbum. La guitarra solista de Borja es la auténtica protagonista de la canción. Temazo que hará que le des al rewind y la vuelvas a escuchar.


Es un azote sin piedad, una vez más a base de un entramado de veloces sonidos

Queen of the Black Coast, cuya protagonista de la historia es la guapísima Belit -reina de ladrones de Conan el Bárbaro que tanto me dio en mi adolescencia- es fascinante y hasta coreable. Muy melódica pero sin perder la esencia de LEGACY OF BRUTALITY y una vez más con un muy brillante solo por parte de Borja. Azota sin piedad.

Con Pagan Hordes vuelve la rapidez, la intensidad. Supura velocidad. Extenuante en las voces, sobre todo cuando entra Rios de CATHEXIA, que colabora en el tema. La letra es corta y quizás se entienda mejor. Ruido de Samurais la cierran.

La Iglesia es la triste protagonista de la final y machacona Your Kingdom Come. El tema trata sobre las mentiras del catolicismo y se asienta sobre una base pesada, de ritmo lento que luego con el paso de los minutos gana algo en velocidad. La voz es muy oscura y enfadada y el Padrenuestro se convierte en el protagonista de la canción en un texto muy bien trabajado.

Foto de despedida

En definitiva, Giants es un disco más asequible que sus predecesores. Las canciones van más cargadas de melodía, pero sin dejar de ser death metal, sin perder la caña, la fuerza, sin dejar de ser LEGACY OF BRUTALITY. Conservan toda la esencia y el carácter de los de Puerto de Vega y creo que puede ganar para la causa deathmetalera a más de uno. Es sin duda un disco muy superior a los anteriores. Lo mejor que han compuesto hasta ahora.

Track - list
1. Hostis Humani Generi
2. Cathedral of Hatred
3. Under the Hammer of Doom
4. Laberynths of Madness
5. Giants
6. Emperor of a Dying Garden
7. Insanity Supreme 
8. Buried with a Brick in Mouth 
9. The Whip and the Chain
10. Queen of the Black Coast
11. Pagan Hordes
12. Your Kingdom Come

La obra saldrá con portada del artista Abel Veigaink, hermano del guitarrista Borja y portadista oficial de la banda desde sus comienzos que como apunté antes, además colabora a la voz en Buried with a Brick in Mouth. Una vez más su trabajo es digno de admirar. Me impresionó tener el dibujo original en la mano. Casi daba hasta miedo tocarlo. Una obra de arte a la altura de una música digna de enmarcar. No se si serán los aires del Cantábrico o que en vez de tomar leche del supermercado se la daban de alguna vaquería cercana, o que sus padres ya escuchaban metal. El caso es que el death metal en Puerto de Vega suena tan bien como sabe allí el arroz con bogavante. Que sea por muchos años.

Gracias a  LEGACY OF BRUTALITY por el recibimiento y por las sorpresas. Y gracias también a Abel por el dibujo que se curró en el papel de regalo. Lo vamos a enmarcar. A pocas personas conozco con la calidad humana de esta gente. No se puede ser más grande.

A mí me ha encantado. Espero que a vosotros que lo estáis leyendo, os guste tanto como a mí cuando lo escuchéis. Puede ser mi disco del año.

© Diario de un Metalhead 2014.