martes, 27 de septiembre de 2011

METALLICA Metallica. 20 aniversario.


Mientras estos días los blogs se inundan de artículos referentes al vigésimo aniversario del “Nevermind” de Nirvana y de los dos “Use Your Illusion” de Guns N’ Roses, yo prefiero dedicar un espacio relevante al también 20 aniversario del que sin duda fue el disco más destacado de 1991.Ni Guns N’ Roses, ni Nirvana, ni ostias. Le pese a quién le pese, el disco nº1 del año 1991 fue el llamado “Black Album” de Metallica.

Con él, la banda capitaneada por Lars Ulrich pasó de ser un grupo de thrash metal a ser una banda de Rock, así, en mayúscula y alcanzó niveles jamás imaginados hasta entonces por una auténtica banda de heavy metal. El disco se publicó en agosto de aquel año, y quizás habría sido más correcto haber escrito esta entrada entonces, pero en ese momento, con la extensa crónica de Wacken no hubo tiempo casi para nada más. Así que mi homenaje al más popular de los discos de Metallica ha quedado pospuesto hasta ahora.

En casa lo tenemos en Doble LP, CD y Cassette.

Metallica - Metallica. 1991

El primer paso para dar el salto fue significativo. Escoger a Bob Rock como productor. El canadiense ya por entonces tenía fama de mago, aunque más que mago se le podía considerar como al Rey Midas del Hard Rock de la época. Con él al mando, habían alcanzado el estrellato bandas como Kingdom Come con su primer y fantástico álbum, The Cult con “Sonic Temple” - aún hoy en día el mejor de sus trabajos -  Mötley Crüe, Bon Jovi con “New Jersey”... la lista era extensa. Metallica conocían bien el material del que disponían y creyeron acertadamente que Bob Rock era la persona correcta para darle forma.

“Metallica”, que así es como se llama en realidad el disco, salió a la venta por primera vez el 12 de Agosto de 1991, tres años después de su anterior trabajo “... and Justice for All”. Y fue el último disco de la banda que se pudo calificar con una nota de diez.

Maxisingle de la colección personal

La portada me impactó en cuanto la vi por primera vez. Fue en la cassette que mi madre me trajo como regalo de sus vacaciones en Tenerife aquel verano. Negra entera. En ella apenas se adivinaba el logo del grupo en la esquina superior izquierda y una pequeña serpiente enrollada en la inferior derecha.

El single de adelanto fue “Enter Sandman”. Poseía un pegadizo estribillo y era de una simplicidad que asustaba. De repente se les podía ver en la televisión gracias al video-clip y escalaban puestos en las listas de éxitos generalistas y también en las de ventas. En los charts de heavy metal arrasaban, por supuesto. Solo Guns N’ Roses, con sus dos discos dobles, aguantaban el tirón de los de San Francisco.


Elektra, sabiendo que el producto que tenía en sus manos emanaba grandes dosis de musicalidad y comercialidad, lanzó una campaña publicitaria nunca vista hasta entonces para un disco de metal. Ahora ya no contestaban a preguntas de los plumillas melenudos de siempre. Concedían entrevistas a medios generalistas y a revistas de rock que siempre les habían ignorado hasta entonces por ser demasiado heavies.  En España hasta el diario El País les llegaba a dedicar artículos. Aparecieron incluso en la  afamada Rolling Stone. Los elogios habían alcanzado la categoría de universales.

CD's-singles

Al ser interrogados por gente que desconocía por completo la trayectoria de la banda, llegaron a darse circunstancias tan bochornosas como que les preguntaran por la salida de su “segundo álbum”, demostrando su total desconocimiento de la carrera musical de la banda. Recordemos que “Metallica”, era el quinto de sus discos.

¿Por qué se les tachó de comerciales? El movimiento de toda esta gente, que súbitamente comenzó a revolotear a su alrededor, es una señal clara de que el disco lo era. Los temas eran más cortos que en el anterior trabajo, más melodiosos y menos técnicos. Por primera vez habían incluido baladas. Las letras demostraban sensibilidad, emotividad y menos furia que en anteriores trabajos. Y desde luego, a ellos se les subió a la cabeza; como señal inequívoca diremos que en menos de un año llegó el divorcio para Lars, Kirk y Jason.


Asimismo se incluían en la grabación otros instrumentos que dotaban a las canciones en tesituras hasta ahora nunca visitadas por la banda, como el violoncelo o el uso de hasta una cuarentena de aparatos de cuerda en “Nothing Else Matters”. Instrumentos que hoy en día aparecen con frecuencia en los discos de metal, pero que en aquel momento, de heavies no tenían absolutamente nada.

En 1991 un violoncelo era lo menos heavy que te podías echar a la cara. Aunque como apunte añadiremos que aquello marcó tanto a unos chavales de Finlandia, que por entonces iban al conservatorio, a practicar precisamente con su violoncelo y que años más tarde publicarían un disco de tributo a Metallica utilizando únicamente ese instrumento. Hablo de Apocalyptica, por supuesto.

Otro de los maxisingles

No se sabía si Metallica daban un salto enorme o al vacío. El caso es que pasaron a ser conocidos por todo el mundo. El tour duró tres años y dio varias vueltas al mundo. Del autobús pasaron al avión privado. España creo recordar que fue por entonces visitada hasta tres veces en tres giras distintas. Yo tuve la suerte de verlos en la del “snakepit”, aquel escenario en el que setenta y cinco afortunados eran situados en un foso situado en el centro del mismo. Fue en San Sebastián y aún conservo una camiseta de la época.


Mi camiseta sin mangas

Algunos de sus fans de toda la vida les acusaron de haberse vendido a la comercialidad, lo cual quizás sea cierto, y les abandonaron. Son muchos los metalheads para los que los únicos discos válidos de la banda, son los cuatro anteriores al álbum negro, aunque algunos se han reconciliado con ellos hace bien poco gracias al último y sensacional “Death Magnetic”, el ahora llamado “álbum blanco”.


En mi caso personal, les seguí escuchando. Incluso años más tarde con los flojísimos y odiados “Load” y “Reload”, aunque no sonasen a lo de siempre. Aún poseo aquella cassette que mi madre me regaló de  su viaje a Tenerife, pero tengo también tenemos el álbum negro en doble vinilo y por supuesto en cd. Mi chica aportó a la colección algunos maxis espectaculares y ya por entonces conseguimos algunos bootlegs.

Cierto es que este disco marca una frontera clara entre los Metallica thrashers que tanto nos encantaban y los actuales, capaces de hacer cualquier cosa por ridícula o comercial que pueda parecer, a veces incluso buscando la comercialidad descaradamente. Desde entonces su carrera ha sido más exitosa que nunca aunque musicalmente llena de trabajos de medio pelo, que han tenido éxito por salir bajo el nombre que han salido. A saber que habría pasado con ellos de verse publicados con otro nombre que no fuera el de Metallica.


Algunos bootlegs

A partir de ese momento han hecho lo que les ha venido en gana sin importarles el público, pues saben que sus nuevos fans carecen realmente del sentido crítico que tenían los de los años ochenta y que tragan con lo que sea. Las ventas son escandalosas hagan lo que hagan. Ya sea un tedioso disco doble con orquesta sinfónica, uno de versiones, un trabajo en el que la batería suena a lata, una banda sonora asquerosamente  comercial, un single con unos raperos o una colaboración absurda con un artista que nada tiene que ver con ellos como es el caso de Lou Reed. Se venderá igual y la prensa les besará los pies. Por supuesto que algunos artistas pop seguirán haciendo versiones de sus temas y convirtiéndolos en mierda mientras sus cuentas bancarias crecen y crecen.

No importa. Sea como fuere, en mi opinión “Metallica” fue el mejor disco de 1991 y junto con los dos exitosos “Use Your Illusion” de los también por mi adorados Guns N’ Roses, hicieron que el grunge no nos llevara del todo por delante. Gracias a ellos no nos desviamos del buen camino. En la zona de Mieres con eso y con el Aquabar - que regentaba Martín y que era el único templo donde escuchar heavy metal en aquella época - y en la que los oviedistas presumíamos de tener un equipo que se paseaba por Europa, resistimos.

© Larry Runner 2011.

 

2 comentarios:

günner dijo...

GRAN disco, pero nada que hacer al lado de los Illusion! jejeje

Leña dijo...

Maldito comequesos chillón!

Un grandísimo disco, por el que conocí a Metallica, como tantos otros. De aquellas cintas que me pasaba Mindun, incluyendo los Illusion (en realidad, en un resumen, que las cintas eran caras), y el Nevermind, esta fue la que mas oí. Igual los veteranos sintieron en ese momento lo mismo que yo cuando oí el Load, pero para mi, esto fue MUY GRANDE.