Tras más de veinte años de existencia, Wacken Open Air, se ha convertido, por méritos propios en la Meca del Heavy Metal no solo a nivel europeo, sino también a nivel mundial. Mientras otros de los grandes competidores europeos como el Download inglés o el Sweden Rock han perdido visitantes o se han estancado en sus ediciones de 2011, Wacken ha vuelto a colgar el cartel de “Sold Out”, y en esta ocasión con ocho meses de antelación.
Un año más y por séptima vez consecutiva, Sergio Blanco y yo, en compañía de nuestras parejas y un puñado de amigos, tomamos un par de aviones y volvimos a visitar lo que los metalheads alemanes llaman “The Holy Land Of Wacken”. En esta edición, Metaltix, la empresa oficial encargada de la venta de tickets a través de internet, había enviado entradas a 71 países diferentes, siendo de largo el festival más internacional del planeta.
Todo comenzó para nosotros el miércoles por la mañana. La expedición la formábamos ocho personas y todos tuvimos la suerte de que algún familiar nos acercase hasta el aeropuerto de Asturias de donde partíamos. Llegamos temprano, pues nos encanta desayunar juntos. Tras siete años viajando en grupo, hay cosas que se han convertido en tradición, y el compartir el primer café de la mañana es una de ellas. Este año Jan viajaba con nosotros por primera vez, y en su cara se podía apreciar el nerviosismo. Normal. Era su primer viaje en avión y su primer Wacken. Con todo lo que le habíamos contado en estos años era natural que los nervios corrieran por sus venas. ¿Sería aquello como lo contábamos?
Los dos vuelos que nos separaban de Hamburgo transcurrieron sin ningún sobresalto. Llegamos a la hora prevista a la Ciudad Libre y Hanseática de Hamburgo, nombre completo de la maravillosa ciudad portuaria, y en menos que canta un gallo estábamos con nuestro vehículo de alquiler recorriendo los apenas sesenta kilómetros que separan el aeropuerto del vecino estado de Schleswig-Holstein, donde se encuentra la Meca del Heavy Metal.
Una vez acreditados correctamente, con nuestros pases al cuello y nuestra séptima pulsera en la muñeca, aprovechamos la noche para darnos un paseo por el recinto del Metalmarket, el enorme mercado situado cerca del recinto del festival en el que se pueden encontrar todo tipo de atuendo metalero, calzado, discos, etc. Si se tiene intención de comprar algo en Wacken, lo mejor es hacerlo el primer día. En las jornadas posteriores las casi 100.000 personas que pisan la tierra del metal harán desaparecer todo cuanto producto pueda parecer interesante.
De hecho, a nuestra llegada, nos volvimos a encontrar con que de la camiseta oficial del festival solo las tallas gigantes estaban disponibles. Una vez más nos quedamos con las ganas de comprar la camiseta con todos los logos de los grupos en la espalda que se ha convertido en un artículo de culto. El festival como tal no había comenzado y algunos productos ya estaban agotados.
Todos los años se pueden encontrar novedades en la variada oferta de productos oficiales. Este año se anunciaba por todas partes el agua oficial. La marca de St. Pauli “Viva Con Agua”, así, en castellano, puso a la venta en el festival una botella de agua de litro y medio con el nombre de “Wacken Aqua” que al segundo día ya era imposible de encontrar. Por cierto, dicha botella de etiqueta azul era sin gas, algo que nos extrañó bastante. Los alemanes suelen beber, desde la segunda guerra mundial el agua con gas, con lo cual, quizás el producto iba más bien dirigido a la gran cantidad de metalheads extranjeros que inundan las calles del pueblo durante esos días.
Mientras nosotros hacíamos tranquilamente nuestras compras y reservábamos nuestras fuerzas para lo que se avecinaba en los tres días siguientes, los más hambrientos de metal acudían en masa al llamado W.E.T. Stage. El histórico auditorio bajo techo de Wacken que desde el mediodía albergaba el concurso mundial de bandas auspiciado por el festival bajo el nombre de “Metal Battle”. Dieciséis grupos actuarían durante todo el miércoles y el resto lo harían durante la jornada siguiente. En esta edición de 2011 se alzó como triunfador el combo israelita de thrash metal HAMMERCULT.
En el Wackinger Stage también hubo a lo largo del miércoles tres conciertos, pero a las ocho de la tarde, hora para la que estaba programada la única actuación para nosotros interesante, la de la banda folk de Osnabrück RELIQUIAE, aún estábamos en la cola de acreditaciones.
Así que tras cenar a base de las típicas y enormes salchichas alemanas, aprovechamos para retirarnos pronto al hotel a descansar de un día que había sido demasiado largo por culpa del madrugón del viaje.
JUEVES 4 DE AGOSTO. A NIGHT TO REMEMBER
Tras el reparador sueño, nos esperaba la primera de las jornadas. El dia inaugural de Wacken tiene desde hace años nombre propio: “A Night To Remember” y en esta ocasión el protagonismo era para OZZY OSBOURNE. Pero antes de ver a “The Madman” tendríamos la oportunidad de disfrutar de un buen número de interesantes bandas.
Las actuaciones se reparten por siete diferentes escenarios. En el recinto principal de conciertos se encuentran cuatro de esos ambientes. De izquierda a derecha encontramos los dos más grandes, el BLACK METAL STAGE y el TRUE METAL STAGE. A la derecha de estos dos y con un poco de separación, está el tercero en importancia, el PARTY STAGE.
Más apartado encontramos el cuarto marco, el W.E.T. Stage, que es el único de estos cuatro que se encuentra bajo techo y que curiosamente siempre acaba mojado o bien por la filtración de la habitual lluvia o bien por la condensación producida por el calor, que acaba haciendo que el suelo se humedezca. Sea como fuere, allí siempre se acaba entre fango.
En los últimos años, el número de tickets a la venta se ha ido incrementando considerablemente, y con ello también el espacio reservado a conciertos y a otro tipo de actos que rodean al festival. La organización pretende con ello que el público se reparta más por todo el recinto y no se produzcan peligrosas aglomeraciones, algo que no siempre se consigue.
El WACKEN CENTER es un area reservada principalmente a restauración y tiendas. Allí se encuentra el BEERGARDEN una enorme zona llena de mesas donde se puede descansar bebiendo una buena cerveza. Allí está pequeño BEERGARDEN STAGE.
Algo más alejado se encuentra una zona estrenada el año pasado denominada WACKEN PLAZA. Allí están algunos importantes servicios que ofrece el festival: consignas, servicio de recargas de móviles, taquillas de incidencias, etc. Además podemos encontrar otro escenario más, el denominado Bullhead City.
© Sergio Blanco
El BULLHEAD CITY es una enorme carpa de aspecto circense en el que se celebran actos lúdicos de diversa índole como Wrestling, peleas de mujeres bañadas de aceite, elección de Miss Camiseta Mojada, actuaciones de humoristas y este año como novedad también algunos interesantes conciertos.
© Sergio Blanco
Finalmente la zona conocida por WACKINGER VILLAGE, donde se encuentra el pequeño escenario denominado WACKINGER STAGE, en el que salvo contadas excepciones suelen actuar bandas de folk y de folk-metal. En ese espacio se puede disfrutar de comida y artesanía típicos de los países escandinavos. También tienen allí lugar exhibiciones y actos teatrales con el mundo medieval como protagonista. Incluso se puede meter uno en un jacuzzi con los amigos.
Disponiendo de tan variadísima oferta, es muy importante hacerse una hoja de ruta antes de salir rumbo al festival. Sin tener bien claro que es lo que queremos ver sera fácil perderse algo de lo que luego nos podamos arrepentir.
Cada uno tiene sus preferencias, y nosotros teníamos bien claro las nuestras. En nuestra lista figuraban los nombres de grandes bandas, pero también el de otras muchas no tan grandes o no tan conocidas, que nunca hasta ahora habíamos podido ver.
Así las cosas, el festival comenzó para nosotros en el Wackinger Stage. Allí a las dos de la tarde en el pequeño marco, actuaba la banda vienesa de ascendencia rusa RUSSKAJA. Su música, una mezcla de rock, ská y polka, con sección de viento presente y con mucho cachondeo, congregó a una enorme multitud que hizo que el Wackinger se quedase pequeño.
Uniformados de rojo y negro con detalles en su vestimenta que nos recordaban al antiguo ejército rojo, lograron mover sin parar a un público en el que se encontraban auténticos fans y muchos curiosos como nosotros, que disfrutamos en todo momento de un espectáculo fabuloso. Fue realmente alucinante ver como conseguían con su tema “Traktor” hacer que todo el público girara en armonía alrededor de una chica que vestida de rojo y sobre los hombros de su pareja, observaba el concierto de forma privilegiada desde una posición más o menos céntrica. Al día siguiente tuvimos la suerte de charlar con su amable vocalista y líder Georgij Alexandrowitsch, que nos comentó en perfecto castellano, que tenían pensado el próximo invierno girar por toda Europa y que España entraba en sus planes.
Acabábamos de ver nuestro primer concierto en Wacken y nuestro punto de felicidad ya estaba en un nivel altísimo. El cielo, que no cesó de amenazar durante todo el festival con sus oscuras nubes, tenía su punto de protagonismo, y en más de una ocasión soltó alguna que otra descarga intensa. Pero en general, el balance de sol del festival fue infinitamente superior al de lluvia.
La siguiente banda que teníamos señalada en nuestra hoja de ruta era la española EXQUISITE PUS. Los ganadores del Metal Battle español en 2011 actuaban en el WET Stage y nosotros queríamos estar presentes para apoyarles.
Los murcianos encontraron gran apoyo de un público que en su mayoria era español y que acudió cargado con banderas rojigualdas y de muchas de las comunidades autónomas. Repartieron cera como corresponde a su estilo, Brutal Death Metal sin concesiones.
Se vivieron violentos pogos e incluso circle pits y un wall of death a pesar de que el grupo, que quizás estuviese advertido por la organización, no hizo referencia a ello. Personalmente me quedo con la actitud de su vocalista Juan Antonio, aunque toda la banda lo hizo realmente bien y en ningún momento dieron sensación de nerviosismo a pesar de estar viviendo probablemente el momento más importante de su carrera hasta el día de hoy.
Set-list:
1- Conspirating
2- No Choice
3- Waiting Room
4- Erased
5- Bleeding Kingdom
Tras la brutal descarga del WET Stage, nos digimos rumbo al Black Stage para presenciar la inauguración oficial del festival. El popular Harry Metal fue el encargado de la presentación y de saludar a todos los presentes en diferentes idiomas. Tras los honore, los locales SKYLINE, con el fundador Thomas Jensen entre sus miembros, nos ofrecieron un pequeño y emotivo recital de bienvenida, en el cual brillaron los invitados especiales interpretando los himnos del Festival y algunas canciones que con el paso de los años se han convertido también en símbolos del género.
Comenzó la fiesta con un homenaje al desaparecido Gary Moore: “Over The Hills and Far Away”. Doro fue la primera de las estrellas invitadas en aparece y con ella en el escenario disfrutamos del “We Are The Metalheads”, himno oficial de Wacken. La teutona nos sorprendió luego con el estreno de una nueva canción “Raise Your Fist”, para despedirse con el mítico “All We Are”. Luego tuvieron su turno sobre el escenario Chris Boltendahl para cantar “Wacken Will Never Die”, Tom Angelripper con la genial “Auf Nach Wacken” y se terminó con Udo Dirkschneider interpretando la genial y contundente “Heavy Metal WOA” y el “I’m a Rebel” de Accept. Cerrando definitivamente con “Princess of the Dawn”. Emotivo.
Acudimos luego por primera vez al Bullhead City. Allí iban a actuar los ingleses Severenth y los alemanes Onkle Tom.
SEVERENTH son una banda de death-thrash del norte de Gales insultantemente joven. Su vocalista Peet Bailey luce una imagen que dañaría la vista de los metalheads más longevos. Nos sorprendieron porque musicalmente hablando parecían veteranos. Su show estuvo lleno de velocidad y precisión. Los responsables del festival sabían bien lo que la banda podía aportar.
Si bien en principio su actuación estaba planeada para el Wet Stage y durante apenas 25 minutos como si de una banda de la Metal Battle se tratase, al final tuvo lugar en el citado y mucho más grande auditorio del Bullhead City y por espacio de tres cuartos de hora. Aunque al comienzo de su set el Bullhead presentaba un aspecto bastante desolador, terminaron con el auditorio casi lleno y con el público pidiendo más. Altamente recomendables y sin duda la sorpresa del festival.
Set-list:
Intro
2 Mirrors
Not worthy
All i ever
Cover your mouth
In air
Annunaki
Born to suffer
Age of paranoia
The Answer
ONKLE TOM jugaban en casa. Son habituales en Wacken, amigos de la organización, y con el paso de los años, su líder, el Sodom Tom Angelripper se ha convertido en algo así como el Lemmy alemán. Ellos no dan conciertos, dan fiestas. Convirtieron el Bullhead en un inmenso bar. Una mesa con bancos y un barril de cerveza formaban parte de la decoración del escenario. Dos atractivas mesoneras se encargaban de repartir jarras de zumo de cebada entre la gente de las primeras filas, las cuales eran engullidas por los sedientos metalheads en cuestión de segundos.
El Bullhead, además del escenario, alberga un ring en el centro para las peleas de Wrestling. Dicho ring está comunicado por medio de una pasarela con el escenario principal. Por ella no dejaron de pasearse no solo los músicos, sino también las mesoneras e incluso los invitados del bar del escenario. Al final tuvimos salimos con la sensación de habernos colado en una fiesta de la cerveza. Grandes.
HELLOWEEN
Salieron a tope de volumen con el “Are You Metal?” y de repente su sonido se cortó. Parecía que el equipo había reventado debido al exceso de decibelios pues el volumen parecía excesivo. Volvieron a comenzar minutos más tarde y los problemas técnicos volvieron a surgir. Su tercer intento de arranque ya fue con “Eagle Fly Free”. Tiraron de clásicos y así se aseguraron el éxito. Conciertazo en toda regla con un Andi Deris que sigue sin dejar a nadie indiferente. Amado por unos, odiado por otros, a nosotros nos hizo disfrutar con “I'm Alive”, el medley “Keeper of the Seven Keys / The King for a 1000 Years / Halloween “ y las inolvidables “Future World”, “Dr. Stein”. La festiva “I Want Out” sirvió como cierre de una actuación excelente.
BLIND GUARDIAN actuaban a continuación y tenían un listón difícil de superar. Así que para no ser menos que sus compatriotas, copiaron fórmula y tiraron de clásicos. Apuesta segura. Una vez más volvimos a emocionarnos con “Welcome to Dying”, “Nightfall”, “Time Stands Still (at the Iron Hill)”... canciones que siempre nos recuerdan buenos momentos de antaño. Nos dejamos la voz coreando “Valhalla” y “Majesty” antes de emocionarnos definitivamente con “The Bard's Song - In the Forest”. Cerraron con la imprescindible “Mirror Mirror”. A estas alturas muchos habrán visto acción a las huestes de Hansi Kürsch. Pero verles en Wacken siempre da un plus difícil de explicar. Conmovedor a pesar de que el bueno de Hansi nunca vaya a ser un auténtico frontman.
Y por fin llegó la hora de el “Madman”. El toro de fuego del festival lucía ya en el medio de los dos escenarios. OZZY OSBOURNE pisaba las tablas de Wacken por primera vez en los más de veinte años de la historia del festival y lo hacía bajo los acordes de “I don’t know” y con un estupendo juego de luces en el escenario que inundaba todo el recinto. Su estado físico es bastante lamentable, pero ello esta vez no fue óbice para que el concierto del loco de Birmingham fuera una de las mejores actuaciones de todo el fin de semana. ¡Menuda diferencia con el concierto del Azkena!
Canciones de nuestra adolescencia como “Mr. Crowley” o “Bark At The Moon” nos embriagaban mientras Ozzy bañaba con espuma y calderos de agua a las primeras filas y a los sufridos fotógrafos que se convertían en blanco del artista y que se las veían y deseaban para hacer su trabajo sin salir empapados.
En esta ocasión fueron cuatro los temas de Black Sabbath interpretados y todos del “Paranoid”: “War Pigs”, “Rat Salad”, “Iron Man” y por supuesto la final “Paranoid”. El sonido fue perfecto durante toda la noche y ello hizo brillar enormemente a la nueva formación, aunque contaron con la ayuda de una segunda guitarra y un teclista que también ayudaba mucho con sus coros. Entre los músicos destaca el impactante virtuoso Gus G.
© Sergio Blanco
En “Shot in the dark” además de gozar de un estupendo solo de guitarra de Gus G. pudimos observar el blanco de las posaderas de Ozzy, que no se cortó un pelo para mostrarnos su “backline”.
Con “Crazy Train” cantamos hasta la extenuación aquello de “I'm going off the rails on a crazy train”, mientras Ozzy no cesaba de pedírnoslo con sus “everybody”. Palmas entre la muchedumbre y un Gus G. que aniquilaba con uno de los riffs más famosos de la historia del metal. Sirvió de despedida antes de que retornase con el bis.
© Sergio Blanco
A la vuelta nos deleitaron con “Mama, I’m coming home”. Y una vez más volvieron a abandonar el escenario. Insistimos pidiendo “one more song” y regresaron para terminar con la hímnica “Paranoid”, en la que a pesar del esfuerzo Ozzy estuvo a la altura. Fue un gran final.
La actuación estaba programada para hora y media y el set se vio recortado por la propia banda en un cuarto de hora. Si a eso sumamos los solos y la pausa antes del bis, podríamos decir que Mr. Osbourne apenas estuvo una hora sobre el escenario. Brillante.
© Diario de un Metalhead 2011.
2 comentarios:
Como siempre...aún estando allí no lo hubiera expresado así. Eres toda una enciclopédia del Heavy Metal, eso encima en primera linea dándolo todo...mis felicitaciones caballero. See you today on Vaques.
Hermano.. una delicia leer tus cronicas.... me transportan como si hubiera estado ahi... gracias!! un abrazo desde Mexico
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