domingo, 11 de septiembre de 2011

Road Report: Bermeo. Angelus Apatrida. Mi. 07.09.11.


Cuando el otro día, al término de la actuación de Angelus Apatrida en el Vaques Fest, me enteré de que la banda iba a visitar escenarios del norte una vez más, me alegré enormemente. Y es que la suerte estaba de cara. La fecha era el 7 de Septiembre y el lugar Bermeo, a poco más de una decena de kilómetros del Aeropuerto de Bilbao, al cual tenía planeado llegar la noche anterior procedente de Munich tras pasar unos días de vacaciones en la capital bávara.

Era como una señal, y a las señales hay que hacerles caso. Así que hicimos un "enorme esfuerzo" y encontramos un hotel rural de ensueño muy bien de precio y a ocho kilómetros escasos de la famosa villa pesquera que esos días celebraba su Semana Grande. Un lugar ideal para descansar de los agotadores días vividos en Alemania y de paso aprovechar para conocer un sitio nuevo disfrutando de su paisaje y de su gastronomía.


Así que aterrizamos en Loiu la noche anterior, descansamos, y al día siguiente por la mañana nos dirigimos a dar una vuelta por Bermeo. Comimos a base de unos muy buenos “pintxos” en el puerto. Luego una reparadora siesta y a la noche bajamos de nuevo a la villa para disfrutar del concierto de Angelus Apatrida, a los que encontramos tomando unos “potes” en los bares de la fiesta junto con su técnico Ian y Julián y Manu, compañeros de Ian en Absentia, que también habían acudido a la llamada del thrash metal acompañando a su amigo.

Así vi yo el concierto.


ANGELUS APATRIDA + OST
Bermeo, Miércoles 7 de Septiembre de 2011
Entrada: Gratis.

Los ves saltar al escenario y ya sabes que algo bueno va a suceder. Albergan calidad, poseen imagen, irradian actitud y cuando observas su silueta sobre las tablas ya tienes claro que la siguiente hora y pico va a ser intensa, agotadora y sin margen para saltitos ni estupideces. Puro thrash metal, que es lo que buscamos los que nos confesamos fans suyos.

Son siete las veces que los he visto en el margen de quince meses y así ha sido siempre. Santander, Luarca, Albacete, Oviedo, Viveiro, Lugones y ahora Bermeo. No han hecho un bolo malo, siempre he salido contento y es lo mismo que el escenario haya estado adornado o no tuviese una triste lona. Da igual que como esta vez vengan sin los samplers porque se les haya olvidado el cd en casa. Ellos no son In Flames, el no tener las partes grabadas no importa en absoluto, no desluce, es más, la circunstancia hace que veas un espectáculo aún más rudo, más duro, menos adornado, más "old school" y por tanto aún más auténtico. Así fue el concierto que Angelus Apatrida nos dieron a orillas del mar en el puerto de Bermeo.

El sonido fue fantástico, que era lo más importante, y a diferencia de lo que pasa en el resto de pueblos, había unos baños a los que acudir a soltar aguas menores para no tener que ver a todo el mundo, mujeres incluidas, ir a escondites a desahogarse.


No eran muchos los parroquianos presentes y menos aún los visitantes. Sí que había alguna que otra cara conocida. Gente que acostumbramos a ver habitualmente en la Rock Star bilbaína. Pero en general, el público era local, con lo cual, tampoco era muy numeroso y observando los gustos musicales de la mayoría de los jóvenes en los bares de la fiesta, ya sabíamos que en Bermeo muy heavies no eran. Esto no era como el Turón de las grandes noches.

Apenas un par de centenares de metalheads nos agrupamos en torno a un gran escenario montado con ocasión de la semana grande de las fiestas del pequeño pueblo que gobierna con mayoría absoluta la formación atbertzale Bildu tal y como se podía apreciar cuando llegabas y te encontrabas todo el pueblo inundado de carteles con la leyenda del acercamiento de los presos vascos a las cárceles de la región. Incluso una enorme lona en la fachada de la iglesia lo recordaba. También por la megafonía de los bares, leyendo manifiestos en euskera y dando a las fiestas un marcado cariz político. Por cierto, si bien vimos carteles anunciando actuaciones de otros artistas, del concierto que nos atañe no vimos ni uno solo.


Disfrutamos de una agradable velada, y con la ayuda de una chica de uno de los puestos de la fiesta, que nos hizo de traductora, pudimos saciar nuestra hambre y sed sin problemas, aunque la cerveza, tras seis días paseando por Alemania, no nos gustó absolutamente nada y apenas tomamos dos. La última con esfuerzo.

Antes de que los albaceteños salieran a escena, actuaron los locales OST, que seguro que algo tuvieron que ver en la organización del evento y que con buena voluntad presentaban el disco recién editado por el sello español Maldito Records. Se titula “Bost” y es ya su quinto trabajo discográfico. Si bien en Bermeo son héroes y en Euskadi gozan ya de una marcada reputación, con este nuevo trabajo esperan dar un salto y comenzar a ser conocidos fuera de sus fronteras. Seguro que apoyo de su sello no les va a faltar. Maldito Records suele funcionar bien a nivel promocional, al menos en la red. Me consta que las páginas independientes como Subterraneo Heavy están también apoyándoles.


Y por fin llegó el momento esperado. Lo que nos había hecho acudir una vez más a un concierto fuera de casa y fuera de Asturias. La cuarta vez que pernoctamos en un hotel por culpa de estos “mangantes” que tan felices nos hacen y tantos buenos momentos nos dan cuando les vemos actuar o cuando los escuchamos en disco.

Su repertorio suele variar poco, pero no he visto dos conciertos suyos realmente iguales, lo cual se agradece porque personalmente prefiero que me sorprendan a saber qué va a sonar y en qué momento.

En esta ocasión abrieron fuego con “Of Men and Tyrants” y antes de que pudiéramos reaccionar soltaron “Blast Off”. Mi mirada se iba hacia la parte de atrás donde Victor aporreaba sin cuartel su instrumento de forma infernal.


“Free Your Soul” fue la primera de cinco que tocaron de “Give’em War”. “Clockwork” y “Corruption” llegaron antes de “The Misanthropist”, la cual me gusta mucho más en directo que en el disco con esos solos seguidos de Daivish y de Guillermo que te dejan hipnotizado. Algún que otro intento tímido de “circle pit” se iba atisbando.

Antes de tocar “una heavy”, como presentó Guillermo a la versión del “Be Quick or Be Dead” de Maiden, había sonado “One Side One War”, ese tema ideal para mover la cabeza en círculos. Con “Give’m War” los deseos de formar un “wall of death” se hicieron realidad” y así casi sin darnos cuenta se fueron del escenario pues el tiempo se acababa.


Volvieron para un espectacular bis con “Versus the World”, “Vomitive” y como no, mi favorita, la hímnica “Thrash Attack” con la que la gente se volvió loca frente al escenario, tal y como cita la letra de la canción. Cuando parecía que ya no iba a haber más, contraatacaron con el “Domination” de Pantera con Kapi, el vocalista de OST, al micro.


Un perfecto fin de fiesta que además se vio recompensado por las baquetas usadas de Victor Valera que pronto lucirán en el salón de casa formando parte de de ese pequeño “hall of fame” de nobles baterías que hemos ido forjando a lo largo de los años.


No nos quedamos a tomar copas aunque ya nos querían liar. Estuvimos lo suficientemente cabales como para volver al hotel y descansar como nuestro cuerpo se merecía. Bueno, la verdad es que había que conducir y no me gusta mezclar alcohol con volante.  Al día siguiente había que viajar a Asturias y tampoco era plan de volver sin dormir y menos teniendo que rechazar una habitación como la que teníamos en el Atxurra. La próxima vez intentaremos ver el amanecer juntos.


No se me ocurre un final mejor a las vacaciones del verano de 2011.

Desde aquí un fuerte abrazo a Ian, Julián, Manu y a todos los Angelus Apatrida que son tan grandes sobre las tablas como fuera de ellas. ¡Se os quiere!


Texto y fotos: Larry Runner

© 2011.

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