Jorge Lopez Novales.
Una abarrotada Sala Tribeca, por el mejor público del mundo, recibió al Reno Renardo. Y, entre lo más selecto de los asistentes, medraron unos irreductibles sportinguistas, acompañados por lo más faltoso y lo más g(r)anado de la fauna asturiana. Esta es su terrible historia.
📝 Iván Fernández y Vieyu Repunante.
📷 Jorge López Novales.
Nueva cita faltosa con El Reno Renardo y todos los orcos acudimos con nuestras peores galas.
Mientras parte de la expedición Uruk-hai empezó la tarde con una visita previa a la cervecería de guardia, El Lúpulo Feroz, para ir hidratando la garganta y llegar en forma para destrozar las canciones con nuestras voces aberrantes, la otra parte acudimos a las pedanías de la sala a reconocer el terreno y hacer lo propio.
Muy buen ambiente en la calle al llegar, que presagiaba lo que íbamos encontrar dentro y lo que esperábamos, un fiestón como siempre son los bolos del Reno. Por allí aparecieron los artistas con los que compartimos faltosaes varies y alguna anécdota de su llegada a Oviedo… empezaba bien.
Nel y servidor, Vieyu, nos internamos por el lateral izquierdo, a lo Nico Serrano (nota: apunte futbolístico que intenta ser simpático), hasta llegar, metiendo el codo, a primera fila, donde ya empezamos a encontrar orcos como Iván y al gran Jorge Novales preparado con su imponente aparato- y el objetivo también (Nota de Novales: gracias, aunque el día estaba frío)- para captar todo lo horrible que iba suceder entre el público variopinto de jevys, punks, calvos (nota: redundante), vieyos, jóvenes… y alguna foto más decente del escenario.

Otra birra para acabar de desentonar y en nada, cuando pasaban trece de las veinte (teminaremos con los conciertos en horario vermouth), empezó un video muy faltosu, como no podía ser menos, que sirvió de intro pa la mítica “Ancho Cipote” y ya se desató la fiesta y coreada cual grito de guerra. Salieron con esa pinta indefinible, como envueltos en papel de Albal y gafas de maquineros, que no se sabía si era futurista o te llevaba a los 90 a los alrededores de Valencia (hu-ha) para luego nos soltaron una del último disco: “IA en un planeta subnormal”. (Lo siento, no tengo muy controlados los dos últimos discos y la gocé menos), para saltar a la “Merienda cena medieval” y a otra del nuevo: “Esfinternet”, con una letra que plasma la realidad como pocas, no hay más que pasar 5 o 10 minutos en las redes sociales …:
Y hacen cosas de mongers
OMG hay bronca en Twitter
LMAO y XD
Hostia pilotes, Salchipapa y el de Trololo
Ofendidos, haters, followers y trolls
Pechotes y bullangas en Tiktok y en Onlyfans
Un idiota habla en Youtube sin parar”
Temarraco!!
Muchas risas todo el concierto, mucha interacción entre el grupo y sus orcos, hasta la bandera de Mongolia acabó en el escenario, nada fuera de lo esperado.
Tras ese tema, un montón de orcos de la primera fila, ejem, ejem, le gritaban a Jevo, un: “Jevo, saca la pirula, Jevo, saca la pirula” …na, impresentables, a lo que contestó con un: “NO, pero voy a sacar La navaja del trueno inmortal”, jajaja, otro clasicazo renístico, compensando que los de la primera fila no volviéramos cenaos pa casa.

Se fueron sucediendo temazos como “Tu Hamster”, la tambien clásica “Fiesta palangana” y, como Jevo nos anunciaría el momento punk de la noche con “As de Oros” y otra del nuevo disco Punk y hardcoreta que animó a un personaje que también tendría su cuota de protagonismo, un punk que invitado por la banda (decisiones no acertadas que todos tenemos) sube al escenario a hacer piruetas y volteretas cual rapero bailando break dance y que fue recibido a gritos por algunos de la primera fila, ejem, ejem que le gritaban lindezas tipo: "fuera, puto punkie, lávate y búscate un trabajo….”
Y llega el momento del himno en honor a todos los presentes, “Orcos de Mordor”, os podéis imaginar la entrega del personal ante se tema aullidos, tocamientos, roces…
Breve descanso con Jevo caldeando aún más el ambiente queriendo comparar las dos ciudades de su última visita, donde quien escribe, el fatu La Calzada recibió el áantico habitual de “aldeanu”, nun damos pa más y que dio intro a un “No hay huevos” donde hubo una competición de decibelios, en un interesante derbi Oviedo-Gijón… Resultado pa prau.
Y la trilogía “Bogavante”, “Solitaria” y “Megalodón”, a bailar como en la mejor fiesta de prau.
El reno hizo una segunda aparición en el escenario en su tema estrella. Salió en celo y se frotó con los miembros de la banda. Acabó lanzando confeti, que eran corazoncitos… Milagro que nadie saliera embarazado de Tribeca.
Y para ir acabando clasicazos como “Camino Moria”, “Chicken es pollo”, donde se intercambian los instrumentos (los de tocar) y sigue sonando de miedo, y, una vez más, todos nos desgañitamos, acabando como casi siempre con el grandioso “Crecí en los 80” (Nota: aunque a Vieyu le iría al pelo “Crecí en los 50”).

Se echa en falta “Festival” (y melenas), himno, temazo, clasicazo que no debe faltar, si faltar si y estar en el set list también y el que probablemente sea uno de los mejores temas que hayan escrito, que quizá porque se ven taaaan identificados también que no quieran ni tocarlo “Gente mayor del metal”, como matiz para la banda, que leen, vaya si leen.
Fin de fiesta, las míticas foto baños, charla y fotos con los Renos y para casa, que ya habíamos dado bastante la nota sin ser músicos.
La próxima más y mejor o peor o a saber….
Gracias al departamento de Prensa de Maldito Records.
© Diario de un Metalhead 2025.

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