Fotos: Maitane Ortega.
The Quireboys volvieron a Gijón y a la ahora llamada Bossanova Acapulco. Llegaban sin el añorado Spike y todo eran incógnitas. Sobre el escenario se fueron resolviendo.
Sin duda alguna la sombra del vocalista es alargada y se le echa de menos. No por su rasgada voz, pues el paso de los años y los muchos excesos le han pasado factura en ese sentido, si no por todo lo demás. La última vez que le vimos iba muy justo de fuerzas a la hora de cantar y los esfuerzos por dan la talla eran muy grandes, pero su carisma, su puesta en escena, es algo insustituible.
Así llegaron los británicos en formato de quinteto y con la sorpresa de la baja de Nick Mailing al bajo, aunque en eso creo que salimos ganando. Chip Z’ Nuff se sumó a la gira de los ingleses días después de terminar su periplo con su propia banda, y fue algo de agradecer,
Y es que con el bueno de Chip pasa lo mismo, es un tío que desborda carisma. Fue el primero en entrar en la sala y el más cercano a la gente, colocándose al frente del fantástico y caro merchan en cuanto concluyó el concierto. En esta ocasión me tocó estar en la producción, no como público, y eso hizo que me perdiera el comienzo del show, pero a cambio me dio privilegios como poder conversar con Chip y recordar su paso en por la sala en 2010 cuando Enuff Z’ Nuff vinieron con Faster Pussycat. "Buenos tiempos" me decía.
"I love this dirty town" abrió el concierto. No era una indirecta. El ahora también vocalista y único superviviente del grupo desde sus inicios Guy Griffin tuvo bonitas palabras para Gijón, "una ciudad maravillosa" soltó por el micro.
Su disco debut "A Bit of What You Fancy" recientemente reeditado en vinilo con nuevo artwork y que se vende en esta gira con motivo de su 30 aniversario, centró el repertorio. Más de la mitad de los temas del disco sonaron a lo largo del concierto. Eso sí, dejaron fuera "Hey You", una sorpresa, pues fue el single de más éxito de los cuatro que se llegaron a extraer del mítico álbum. Sí que sonaron otras como "Whippin’ Boy", "Misled", "Roses & Rings", "There She Goes Again" incluso "Sex Party", con la que cantamos acompañando a la banda que no aparecía en el set-list y que vino a compensar la falta de teloneros. Para el final dejaron "I Don't Love You Anymore" y "7 O’Clock", con la que cerraron definitivamente.
Por el medio repaso a algunas de sus mejores canciones, pudiendo disfrutar de esa maravilla que esa maravilla que es "Mona Lisa Smiled", canción que hizo bueno por sí sola aquel "Homewreckers & Heartbreakers" de 2008, disco del que sonaron la citada "I love this dirty town" y también "Hello".
Sin duda, y como decía al principio, utilizando palabras de mi amigo Nizi, la sombra de Spike es alargada. El grupo suena de maravilla, pero falta algo más de espectáculo en el escenario, más interactuar con la audiencia. Que Chip Z’Nuff se haya sumado con su viejo bajo de cuerdas de colores ayuda, pero quizás en el aspecto visual se quede un tanto corto.
Creo que el paso del tiempo hará que los que allí estuvimos valoremos más este concierto, como ocurre con los fans de Judas que vieron a la banda sin Halford, o los que vieron a Maiden sin Bruce. Son cosas que no vuelven. Nosotros podemos decir que les vimos con Spike a la voz y con Guy Griffin también.
De todas formas ... las canciones son las canciones, y son magia.
Keith Weir - Keyboards
Paul Guerin - Guitar
Chip Z’Nuff - Bass Guitar
Pip Mailing - Drums
© Diario de un Metalhead 2022.
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