lunes, 29 de noviembre de 2021

Vendimiando sonrisas. CELTIBEERIAN + NÖRWALD + TARANUS. Oviedo, 20.10.2021. Crónica y fotos.


Texto: Larry Runner.
Fotos: Jorge López Novales.

Otro fin de semana con amplia oferta. Había que elegir entre múltiples opciones de música en directo. Nos decidimos al final por acudir a la Sir Lauren’s de Oviedo. Que hubiésemos entrevistado a Patri Grief de Nörwald hace unos meses fue el empujón final para disfrutar de la llamada de los murcianos que viajaban a Asturias por vez primera en compañía de Celtibeerian y de los locales Taranus. 

Taranus fueron los encargados de abrir la noche con la gente haciéndose aún la remolona para entrar, algo que no tenía mucha lógica, porque el frío era intenso en el exterior. 

Con una Susana Mortem deslumbrante a la voz, como siempre, pero poco comunicativa, ChusMa se encargó de la tarea de los discursos entre canciones. La banda folk astur logró animar el ambiente a base de temas propios y de sus magníficas adaptaciones de los clásicos populares "Herr Mannelig" y "Bella Ciao", siendo lo de esta última realmente precioso, pues recordemos que era 20N, buena fecha para hacer sonar un himno antifascista. Banda Bassotti habrían estado orgullosos.

Los bailoteos comenzaban en el pit mientras yo intentaba a oscuras tomar alguna nota que me sirviera de ayuda para escribir luego este texto. Sobre la tablas unos Taranus voluntariosos que fueron de menos a más, como su sonido, y que presentaban, al menos para mí, a un nuevo componente. Y es que en las labores de gaita y flauta estaba el gaitero más heavy que te vayas a encontrar, Fran Álvarez, que fuera tiempo atrás gaitero de Skitarna.

Cerraron con su himno guerrero "Taranus" con el bajista Diego Díaz y el guitarrista Antonio Carballo encargándose de las voces solistas. Llevaban más de dos años sin poder tocar en vivo y quizás se les notase un poco al principio, pero cuando entraron en calor ya fueron los de siempre. Cumplieron y tuvieron ese gesto tan guapo que sólo los más grandes tienen, el de sumarse a la fiesta entre el público tras su actuación. Algo con lo que también cumplió la siguiente banda: Nörwald.

Nörwald me sorprendieron de forma muy grata. Su apuesta es atrevida. No llevan nada grabado, va todo a pelo, sin ayudas artificiales. Alguno decía que si sonaba "raro". Lo que sucedía es que era todo real, sin trampa ni cartón. Acostumbrados a escuchar a bandas de coros perfectos salidos de un ordenador, ahora nos choca ver a un grupo que canta todo lo que hay que cantar y sin orquestaciones enlatadas. Los murcianos llevan dos voces femeninas solistas, una limpia y otra soprano, a las que suman guturales y otros menesteres masculinos por parte de Leonidas. Decir que aunque sacaron de forma bastante airosa su arriesgada propuesta, bien es verdad que las voces femeninas se pisaban en algunos momentos, algo que quizás deban revisar de alguna manera de cara al futuro.

Centraron su repertorio en su único disco, el conceptual "Madness & Heroes" con el que muchos se fueron a casa y que tocaron entero, creo que a excepción de "Ballad for a Fallen Hero". Y es que la entrada no era barata, 18 euros, pero por dos más te regalaban el disco de Nörwald, y no fueron pocos los que se fueron encantados con la oferta a casa. Estupenda idea que hace que la mayoría de los asistentes al concierto tengan hoy el disco de los murcianos en casa. Al final la Sala presentó un aceptable ambiente.

Me encantó la puesta en escena del grupo, con coreografías ensayadas. Los momentos a lo Accept que se marcaban guitarristas y bajista eran extraordinarios, con la capitana Patri Grief deslumbrando a la guitarra. Fue ella la encargada de presentar a la banda micro en mano antes de "Khelmet and Hakko", casi al final del show. 

Cerraron con "Arden", canción con la que les conocimos en 2018, antes de la publicación de su disco. No me disgustaron en absoluto. Son una banda muy joven y desprenden ilusión y ganas. Ojalá esa actitud nunca les falte. Nada más finalizar su actuación se fueron al puesto a firmar todo lo que se les pedía y a sacarse fotos con la gente. Le dejaron al público listo a Celtibeerian.

Celtibeerian ofrecieron un larguísimo show. Con un público ya entrado en calor y con ganas de fiesta y de bailoteos, entre los que se encontraban los músicos de las dos bandas anteriores, lo tenían todo a favor y lo aprovecharon.

No les había visto nunca en vivo y tengo que decir que a pesar de no ser hoy en día muy aficionado al folk metal, el show de los manchegos me gustó mucho. Hay que tenerlos bien puestos para venir de la mancha a Asturias con un gaitero, es como ir con hierro a Bilbao en plenos años 80. Pues bien, lo hacen de maravilla. 

Su show se engloba aún en su "Deiwos Tour", pero el disco ya tiene cuatro años y quizás sea por eso que del álbum apenas sonaron cinco de los temas dentro de lo que fue un muy extenso repertorio. Tras "Deiwos" y "The Harvest Song", fue "Praise to the Vineyards" la que puso la sala por vez primera patas arriba. Evidentemente no fue el único momento en el que ocurrió, y es que con cuatro discos ya a sus espaldas, su set-list presenta una buena colección de himnos de esos que me temo se quedarán para siempre. 

Con Patricia deslumbrando en el violín y un Dagda alucinándonos con la gaita, flautas y todo aquello que pasaba por sus manos, hasta se lió una conga en el pit. Tras tanto tiempo encerrados y sin poder disfrutar de la música en directo, fue más que emocionante ver a la gente disfrutar tantísimo en un concierto de nuevo. 

Cerraron con "Looking for Beer" y lograron que hasta yo, que tenía un dolor de espalda importante, no pudiese evitar moverme. La verdad que son increíbles. Si pasan por tu ciudad, no se te ocurra perdértelos. Yo celebro no haberlo hecho. 

Quiero cerrar la crónica dando las gracias a Green Comet por la invitación, a la familia de Sir Lauren’s por seguir en la brecha regalándonos tantísimo y a Patri Grief por su simpatía y su buen hacer. Ojalá coseches todo lo que estás sembrando. Eres muy grande.

© Diario de un Metalhead 2021.

No hay comentarios: