miércoles, 17 de noviembre de 2021

Que sus sueños se hagan realidad. ARGION + DAERIA. 30.10.2021. Crónica.

 

Por Larry Runner.

Tuvimos que elegir y lo hicimos con mal cuerpo. Escuela de Odio actuaba en la Sala Gong a la misma hora, pero nosotros nos fuimos a Sir Lauren’s a ver a Daeria y Argion. Y es que a estas dos bandas no las habíamos visto nunca en vivo y de ahí la elección. También en parte un poco por apoyar a los que empiezan. Los langreanos cumplirán en nada 30 años y ya sabíamos que les iba a ir bien. Llenazo en la Gong que no impidió la buena entrada en la Sir Lauren’s. Todo ok y para nosotros, jugada redonda, pues ya se anuncia que el 10 de diciembre Escuela de Odio repiten en la Acapulco de Gijón acompañando a Rat-Zinger. 

Daeria visitaban Oviedo con la ventaja del debut en la ciudad de Argion. La Sir Lauren’s contó con una de esas entradas que se suelen dar cuando una banda local debuta ante su gente. Acertada decisión la de dejar a los de Barcelona tocar primeros a pesar de tener ya dos discos en el mercado. Se evitó así la habitual desbandada que se suele producir cuando los no habituales a este tipo de saraos se van tras ver a "los suyos".

Buen show de DAERIA, mucho mejor de lo que yo esperaba. Y es que el grupo suena bien, compacto, con pocos despistes. Al frente Ángel Ortiz al micro cumple con creces lo que se podría esperar de él tras escuchar sus dos discos "Fénix" y "Alter". El vocalista estuvo espectacular a lo largo de toda la noche. Tras oír hablar mucho sobre él, necesitaba comprobar por mí mismo si lo escuchado sería real. No me decepcionó. 

Pocas bandas hay que con tan sólo dos discos puedan ofrecer tan buen repertorio. Y es que tanto  "Fénix" como "Alter" incluyen canciones con sabor a hit. Eso hace que el público se contagie enseguida, incluso los que no las conocen, aunque bien es verdad que buena parte de los presentes se las sabían.

El show fue de menos a más dejando lo mejor casi para el final. "Horus" fue la primera que me sonó a grupo grande, aunque quizás hasta entonces más que disfrutar de la música estaba estudiando los movimientos de los músicos, analizando si eran tan buenos como me habían vendido. Mi aplauso para todos ellos, con un Eimel Trejo que asombra a la guitarra y pone las cosas difíciles a un Víctor Vázquez que consciente de la calidad del colega se entrega a su papel cumpliendo en las rítmicas a la perfección y aportando imagen al show, algo también absolutamente necesario. 

Al fondo la sección rítmica cumpliendo a la perfección con mención especial a un Joel Marco a la batería que gustó mucho en Oviedo. Suenan bastante más duros que la banda de la que nacieron, mucho más intensos, en una palabra, más heavies. Contaron con el apoyo de algunos teclados pregrabados y por un alucinante juego de luces led verticales propio, que bailaban al son de las canciones. Fundamental para que el show ganase muchos enteros. Si a eso le sumas temazos como esa "Luz de Luna" que han convertido en propia, "Siete Mares" o la final "Reina de Corazones", pues ya está. No les puedes pedir más.

Sinceramente, confieso haberme sentido con ellos como Santo Tomás. Necesitaba meter mi mano en la llaga. Al final, mejor de lo esperado. Musicalmente muy bien. Sólo puliría algunos detalles en el plano visual. Pero esos se los hice llegar a la banda de primera mano. Quizás me manden a la mierda, pero lo hice con la mejor de las intenciones. Porque si alguien se va a alegrar de que esa nave triunfe. soy yo. Y lo saben. Ojalá nos volvamos a ver pronto. 

Tras el lógico estrés en el cambio de equipos sobre el escenario, con caras de preocupación en los chavales de ARGION, se hizo la luz de nuevo sobre el escenario. La sala hervía esperando por los creadores de "Tiempo de Héroes" (Maldito Records, 2020). Demasiado tiempo esperando. Muchos aplazamientos. Nos lo habíamos ganado todos, ellos y nosotros, el público. El día había llegado y no podían fallar. 

"Águila de Sangre" puso la sala patas arriba. Uno de esos momentos que todos los grupos deben soñar. La banda, arropada por un público totalmente entregado, se mostraba un tanto nerviosa. Quién no lo estaría ante semejante panorama. Demasiada responsabilidad. Guiados por una sección rítmica de auténtico lujo como la que conforman los ex-Black Devil Miguel Pérez "Pichi" a la batería e Iván Canedo, el grupo sonó por momentos y a pesar de todo, como una banda veterana. Eso sí, quizás en alguna ocasión se dejaron llevar más de la cuenta por la euforia. Por momentos el apoyo desde abajo, -donde los seguidores con camisetas del grupo eran legión- hicieron que la banda en algún que otro momento perdiera un poco la concentración contagiados por la emoción. ¿A quién no le habría pasado de verse en su pellejo?

Hubo momentos de todo tipo a lo largo de la actuación, con más luces que sombras. Personalmente, evitaría el momento "Melina", en el que les acompañó su amigo Richard de la Uz. La presencia del vocalista invitado llegó incluso a despistar al bueno de Pany, que al micro fue de menos a más, estando en la segunda parte del show a mejor nivel que en la primera. No fue demasiado de mi agrado la versión de Camilo Sesto en directo, pero reconozco que a la banda le sirvió de punto de inflexión, pues a partir de ahí todo pareció ir rodado.  

“Asturorum” fue otro de los momento álgidos, con el público incluso acompañando a la banda puño en alto. Dani G. de Last Days of Eden también estuvo con ellos para cantar en “Soldado Errante”. Antes habían soltado la “Canción del Pirata” a lo Tierra Santa funcionando también muy bien. 

En definitiva, la banda cumplió. Sin duda alguna hay que tenerlos bien puestos para verse rodeado de tantas caras conocidas y no cagarla. A veces el apoyo puede ser contraproducente, los nervios pueden jugarte una mala pasada y la presencia de los tuyos volverse en tu contra. Hace falta no dejarse llevar demasiado por la euforia, y no es fácil. Argion los consiguieron casi en todo momento, y eso ya es mucho decir para una banda que está empezando.

Musicalmente me recordaron a los titubeantes Zenobia de los comienzos, aunque Argion parte un escalón más arriba que los riojanos. Y es que están haciendo las cosas bien. No hay más que ver su disco editado por Maldito Records y observar las fechas de su gira con el lujo de los compañeros de viaje que van a tener en ella. Pediría que perdurase el apoyo que tuvieron esta vez. Que los suyos no se cansen como sucedió con otros antes. Que no les den la espalda jamás. Eso es básico para que la banda siga. Que sus sueños y los de Daeria se hagan realidad.

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