miércoles, 27 de marzo de 2019

Rozando las estrellas. MARCO MENDOZA. Bilbao. 23.03.2019. Crónica y fotos.


Por Larry Runner.

Fue una noche distinta. Todas a su alrededor lo deben ser. Hablo de convivir con Marco Mendoza. Tocar a una gran estrella es como estar en el cielo. Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien en un concierto.

Antes de comenzar a hablar sobre el fenomenal show, decir que el excepcional bajista es una persona cercana a la gente y se gana a pulso a cada fan que se le acerca y el que vaya a verle en vivo y aún no lo sea, acabará abandonando la sala siendo seguidor suyo. Al menos esa es la sensación yo que me llevé de Bilbao.

Y es que no solo cumple con creces sobre el escenario, si no que además tiene una sonrisa y unas palabras amables para todo aquel que se le acerca, hablando incluso en castellano, lo cual tras tantos años en Estados Unidos parece generarle algún esfuerzo en algún que otro giro, sintiéndose probablemente más cómodo utilizando el inglés, algo que como digo no hizo con nosotros.

Marco Mendoza

Por vez primera acudíamos a la Sala Mytho de Bilbao. Cercana a la mítica Santana27, en la misma calle, y con S.A. tocando a la misma hora allí, sabíamos que no se iba a llenar ni de lejos. Apenas unas sesenta personas en un recinto para 400 para ver una gira única. A veces merecemos lo que tenemos. No digo yo que no mole ir a ver a S.A. , pero que no haya ni cien personas en todo el área metropolitana de una ciudad así que quieran ver el show de un músico con el historial de Marco Mendoza tiene delito. Claro que cuando te pregunta alguien por su nombre y les respondes alguno te mira raro. Tienes que aclararle que es o ha sido en algún momento el bajista de Whitesnake, Thin Lizzy, The Dead Daisies, Black Star Riders, Blue Murder (aquí alguno ya se pierde), Neal Schon, Soul Sirkus ... y entonces más o menos se sitúan, aunque curiosidad cero, faltaría más.  

Así las cosas abrían la noche Hora Límite. Los de Alcorcón cubrían como banda invitada la primera parte de esta gira, siendo la segunda para los alicantinos Another You. No puedo juzgar la actuación de la banda. Llegaron con su vocalista Sara muy enferma, hasta el punto de que saltó al escenario con su ropa de calle y aunque lo intentó apenas pudo cantar nada. Creo que habría sido mejor salir sin ella, contar que estaba enferma, soltar unos temas en instrumental y ya. Lo intentaron y creo que se equivocaron, pues fue bastante triste ver a alguien al micro que literalmente no podía. Un esfuerzo inútil y que al final provocó más indiferencia que otra cosa y que terminó con Sara en un centro de salud. Desde aquí le deseamos una pronta recuperación, que todo se quede en una experiencia más y que pronto esté al pie del cañón. Habrá mas noches. Una pena que les haya pasado esto con el esfuerzo que supone en todos los sentidos salir de gira. 

Hora Límite

Tras una espera que se hizo eterna, probablemente porque lo que iba a ser un largo show de la banda invitada al final quedó en muy pocos temas, hizo la aparición en escena la estrella de la noche y su banda acompañante.

Sobre el escenario Marco Mendoza con dos jovenzuelos que al final no resultaron ser los que venían anunciados en principio como músicos de esta gira, al menos no los dos. En la batería sí estaba Kyle Hughes, el joven de Newcastle que se ha ido ganando fama formando parte de la banda del guitarrista Bumblefoot (Sons of Apollo,Guns N Roses). Pero en la guitarra no estaba el anunciado en principio Tommy Gentry de Gun. Ni una queja sobre su sustituto, otro joven también de Newcastle ocupaba el puesto de las seis cuerdas Micky Crystal, al que algunos ya habrán visto en directo por ser guitarrista de Tygers of Pan Tang. Otro chaval sobradamente preparado y que como el mismo Mendoza nos contaba antes del concierto, le llena de energía. Los dos acompañantes son unos musicazos increíbles y además de cumplir con su papel, aportan coros y siguen de forma fantástica sin cometer nunca un fallo cuando Mendoza improvisa, algo que sucedió muy a menudo a lo largo de la noche y cuya actitud me recordó enormemente a lo que suele hacer un gran amigo de Mendoza en sus conciertos, el maestro Glenn Hughes. Brutales los dos británicos.


“Viva La Rock” fue el obligado tema de arranque. El hit ya sonó de maravilla a pesar de ser la primera de la noche. Y es que disfrutamos de muy buen sonido durante toda la velada salvo en un momento puntual en el que apareció un pequeño zumbido que enseguida volvió a difuminarse. No estuvo nada mal para estar el técnico trabajando sobre una tablet. Eso que algún enterado ha dado en llamar ahora “falta de profesionalidad”, no es más que una buena forma de abaratar costos y ganar espacio. Nadie habría notado la diferencia. Ni una queja al respecto.

“Let the Sun Shine” del disco debut en solitario de Mendoza “Live for Tomorrow” (2007, Frontiers Records) sonó como lo que es, una maravilla. Fue entonces cuando el bajista pidió que se encendieran todas las luces de la sala. Y es que la Mytho está pasando de discoteca a Sala de conciertos y de momento presenta  esa deficiencia. El bajista no se debió encontrar a gusto tocando con tan poca luz, así que pidió que se encendieran todas las de la sala y así disfrutamos de un show donde el aspecto visual ganó enteros. 

Tras habernos estrenado con las palmas con la anterior, llegó una larguísima versión del “Hey Baby” de Ted Nugent, canción que Marco Mendoza cantaba ya por entonces. Chasqueamos dedos hasta agotarnos y fue el momento de lucirse a gusto con el bajo por vez primera. 

Kyle Hughes

“Sweetest Emotions” fue la siguiente. Sonó con los vientos disparados, como era lógico, pero a gloria bendita. Fue el momento en el que Marco soltó un largo speech para acordarse de Hora Límite y de Sara. Palabras cariñosas que no suelen tener los artistas con sus teloneros nunca. Aprovechó para contarnos sobre su pasado y sus problemas con adicciones de todo tipo. Alcohol, heroína, cocaína, marihuana y un largo etc de sustancias adictivas forman parte de su pasado más oscuro. Recibió el aplauso cuando afirmó llevar 32 años sobrio. Todo un récord de fuerza de voluntad.

“Hole in My Pocket” de su época con Neal Schon de Journey con el “Give Peace A Chance” de Plastic Ono Band por medio sirvió para que Mendoza se bajara del escenario y se mezclara con la gente, dando la mano y repartiendo púas. 

Micky Crystal

Dio la sensación de que ese y algunos otros muchos momentos eran fruto de la improvisación. Si no lo eran al menos lo parecían, con el bajista jugando con su voz durante muchos momentos a partir de entonces, -como en “Lettin’ Go”- alargando las canciones y terminando con un “Still in Me” que nos dejó con ganas de alguna más. Y es que al final no sonó nada de Thin Lizzy, cosa extraña.

En definitiva fue una gran noche, al menos para mí, pues fue mi regalo de cumpleaños, con un show muy distinto a lo que estamos acostumbrados a ver. Viendo como se lo monta el trío, hasta el mismísimo James Brown que en paz descanse se hubiese subido al escenario a improvisar con Mendoza y su banda. Lo pasamos genial y la paliza de ir y volver a Bilbao, una vez más, mereció la pena. Hacía mucho tiempo que no me lo pasaba tan bien en un concierto.

Gracias a Andrés Abella y Javi Rojo de Kivents por todo. Sois la hostia. Y Mr. Mendoza usted y sus músicos también. Gracias por dejarnos rozar las estrellas.


© Diario de un Metalhead 2019.