martes, 12 de marzo de 2019

ARS NOVA XIV: Tiempo (2018, On Fire Records)


Por Larry Runner.

A ARS NOVA XIV Los conocí en 2017 y me encantaron. Fue a raíz de de su álbum “Catorce, Una década” un doble álbum con lo mejor del grupo. 

Ahora esta banda con tres mujeres en su line-up, regresan con “Tiempo”, con más de su folk-rock sinfónico que sin duda te recordará a Jethro Tull y a veces a Ñu por aquello de meter flauta travesera, en este nuevo disco, por cierto, mucho más de lo que a mí me gustaría.

Y es que hay que decir que ARS NOVA XIV nunca han sido una banda de metal, pero sí es verdad que su estilo puede gustar a los amantes del mismo, aunque son más rock que metal. De todas formas, beben de muchas fuentes y eso queda patente en este nuevo disco, donde encuentras partes muy rockeras, otras progresivas e incluso influencias jazz que te pueden llevar al despiste. Todo ello, eso sí, fusionado con muy buen gusto y sensibilidad. Sí, son una banda cojonuda.


Lo que está claro es que el producto es buenísimo y luego lo de gustar más o menos irá en el gusto de cada uno. En mi caso, el disco tiene temas que me encantan y otros que quizás no me gusten tanto. Cuando meten demasiada flauta llega un momento en que me abruman un poco, sin embargo cuando su teclista Elena Atieza se pone en plan Jon Lord me alucinan. Que queréis, heavy que es uno. Cuando a uno le va la caña, pues le va. No es que ellos sean unos chungos, es que yo soy muy cafre.

Así las cosas “Tiempo” es para mí un disco con altibajos, pero como digo no por su calidad, si no por mi gusto personal. De entre todos los temas me quedaría con “Hasta el Amanecer”, una canción larguísima, de más de siete minutos pero que pasa volada y por supuesto con “La Danza del destino”, el noveno corte que se viene con un ambiente festivo folk pero muy lejos de las chabacanadas de Mago de Oz.


En definitiva, un buen disco que puede gustar a los más abiertos de orejas del mundo del metal. Yo lo habría endurecido un poco más, quizá con la guitarra, pero bien es verdad que siendo así probablemente serían un grupo más y ahora mismo son únicos.

Buena labor de todos y todas, pero yo, en particular, sigo enamorado del trabajo de la teclista, de Elena. 

Recordad, ARS NOVA XIV, con números romanos.








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