domingo, 10 de marzo de 2019

8M.


8 de marzo, Día de la Mujer. Podíamos hacer un homenaje a todas las mujeres que hay dentro del metal, sí, pero está ya muy visto. En este caso, queríamos ahondar un poco más en una de las mayores injusticias que hay en este país y si me apuráis en todo el mundo. Es el mundo de la conciliación familiar-laboral, más concretamente en el complicado tema de ser madre.


Sí, complicado, porque desgraciadamente es complicado. ¿Afecta al mundo del Metal? Por supuesto, hace unos pocos años, Nightwish cesó su actividad por la maternidad de Floor. Pero claro, son Nightwish. ¿Qué pasaría con grupos más humildes que no se lo pueden permitir? Tenemos el caso de Laura Moral, bajista de Daeria. Pocos meses antes de la salida de su primer disco, Laura se quedó embarazada. Un mal embarazo, por cierto, que hizo frenar en seco sus ganas de comerse el escenario con los conciertos presentación de la banda. “Al principio, yo no hubiese tenido problemas para tocar, pero a medida que pasaron los meses, más concretamente con el 3º me quedé de baja en el trabajo por problemas derivados del embarazo y me tuve que retirar de todo”. Afortunadamente, la banda catalana no tuvo la mente cerrada en ese aspecto y busco una solución a su ausencia. Ahora, tras dar a luz el pasado mes de enero, Laura nos cuenta sus vivencias de su “vuelta al escenario”. Una vuelta especial y difícil para que nos vamos a engañar. “Es complicado separarte de tu niño tan temprano, estar siempre pendiente del móvil, pero la música también es mi vida. Tras todo lo que pasé, Daeria es el proyecto que me devolvió la ilusión y las ganas de tocar y hay que hacer un esfuerzo por devolver esa confianza a la banda y a On Fire". Aquí tenéis su visión sobre esa “primera vez”.


Por Laura Moral:

Empieza mi día como todos en las últimas 6 semanas, cuidando del peque de la casa, dando un paseo al sol y con los nervios ya aflorando. Repaso mentalmente todo lo que tengo que llevar al bolo y lo que tengo que dejar preparado en casa. Todo esto mientras mis compañeros quedan ya por la mañana en el local para preparar el material y cargarlo en la furgoneta para, por la tarde, dirigirse a la sala. A las 16h hemos quedado en la sala para empezar a montar y probar sonido, así que un rato antes salimos hacia Barcelona con el bajo, la ropa y una bolsa térmica llena de cervezas, cortesía de la casa.

Llegamos a la sala donde encontramos a varios miembros de Embersland, grupo telonero esa noche y a los promotores. Primer problema, ¡Mierda, las pilas para las petacas! Toca ir a por un Red Bull (cosas de papá) y tres paquetes de pilas, por si acaso, y empezamos a entrar el material a la sala. Al poco rato llegan mis compañeros y se empieza a montar la batería, las luces, lona, merchandising... Total, un día mas en la oficina, pero un día que hacía mucho tiempo que no vivía. Tras la prueba de sonido, toca un poco de relajación. En el camerino picamos un poco, Eimel saca la guitarra para calentar y repasar sus solos, Ángel desconecta del mundo y también empieza a calentar, por mi parte, mientras espero a una amiga que me maquillará (quiero que todo esté bien esta noche), tengo que hacer mis quehaceres de madre lactante, ya me entendéis. Es algo incomodo, pero necesario. Mientras tanto, no paro de pedir fotos y preguntar a mi madre como está el niño, si ha comido, cuánto ha comido, si está tranquilo o la está liando como todas las tardes... Son las típicas cosas de mamá que se separa por primera vez de su peque más de una hora. Afortunadamente, todo va bien.

Bajo a la sala para ver parte del show de Embersland y saludar a los amigos que se habían acercado y a viejos conocidos que nunca faltan a nuestros conciertos. Solo pude ver la parte final del concierto y la verdad es que me sorprendieron gratamente, además, en esta ocasión, el sonido de la sala Bóveda ayudó. Tienen buenos temas y muy buen directo así que espero poder disfrutar de ellos en otra ocasión con más tranquilidad.

Cuando oigo que tocaban la última y presentan a Daeria, toca avisar a los compañeros. Últimos retoques a cuerdas y vestimentas y bajamos. Aunque la primera parte del bolo va a estar Óscar (TAO) al bajo, bajamos todos juntos al escenario. Somos una familia, y en ocasiones como esta es cuando se demuestra. Tras el escenario, antes de salir. Víctor todo el rato me sonríe, ya son muchos años. Ángel me dice que ya tenía ganas de tenerme ahí. Eimel me pregunta por mis nervios y me dice que hoy parezco más joven, y Joel y Oscar no paran de sonreír. Chocamos las manos y con la intro de Fénix suben al escenario. Aprovecho para disfrutar del concierto de fuera todo lo que pueda. Es algo raro, hacía muchos meses que no veía a mi grupo en un escenario, desde aquel sold-out en nuestra segunda fecha en Reus. El público está entregadísimo y corea el estribillo de "Cosmos" a viva voz. Con "Aún recuerdo" me vienen imágenes del concierto de San Mateo en Oviedo, es un tema muy especial para mí. "Laberinto", ¡cómo funciona en directo! Las luces y el sonido hacen que en "Solo" se viva un momento muy bonito en la sala antes de "Luz de Luna" que fue una de las más disfrutadas por el público. Yo miraba de reojo a Isra Ramos que estaba tras el escenario, quería ver su reacción, pues ese es su temazo y mis compañeros lo estaban defendiendo estupendamente. Se le ve muy contento con como la tocamos y con su resultado final en el disco. Aunque siendo sincera, lo teníamos bastante fácil.

Y llega el momento, toca subir al escenario, Ángel anuncia mi regreso y todo el público corea mi nombre... Solo puedo sonreír y dar las gracias. De verdad, algún día podré devolveros todo el cariño que me habéis dado durante tanto tiempo. Si, me refiero a vosotros, a los que estáis debajo del escenario. Pese haber estado fuera de la escena tanto tiempo, primero por unas razones y ahora por mi embarazo, no he dejado nunca de recibir muestras de cariño. ¡Tenemos los mejores fans del mundo!
Sube Isra Ramos y empezamos con "Vacío", que suerte la mía que la primera canción sea con esa bestia interpretativa encima del escenario junto a Ángel, que forman un gran tándem. Mi primer concierto con el nuevo equipo de luces, la verdad es que crea un ambiente espectacular. La cabezonería de Victor, por fin tuvo recompensa y la verdad es que dan un juego brutal. Gran acierto invertir en este espectáculo visual. Seguimos con "Qué más da" y resulta curioso la de gente que la canta todavía. Y se acaba la noche con "Pensavientos", "Caperucita feroz" y "Reina de corazones". Espectacular.

Al bajar del escenario con todo el subidón, nos encontramos de bruces con que ya están haciendo salir al público de la sala, así que guardamos los instrumentos y salimos al hall a saludar, firmar y hacernos fotos como podemos, ya que todo el mundo se reunía en la zona del merchandising. 

Terminamos de recoger y comentamos un poco la jugada. Me preguntan todos como me he sentido. Los amigos me comentan que se me veía emocionada y que tenían miedo de que las hormonas me la jugaran, pero para nada, he estado muy a gusto, aunque un poco nerviosa por eso de la "primera vez". No dejo de mirar el móvil. ¿Estará Nuno despierto? ¿Dormido? ¿Habrá despertado a medio vecindario? Toca irse, lo primero es lo primero. Me sabe mal dejar a Joel y Víctor desmontando lo que quedaba, pero toca volver a ponerse el traje de madre.

Vuelvo a casa, una noche mágica. Toca descansar después de un largo día. Perdón, ¿he dicho descansar? ¡Intentar descansar! Y sobre todo mentalizarse, porque el siguiente viaje no será a 15 minutos de casa. No será estar 8 horas fuera de casa. El siguiente viaje es Madrid, el día 9 de marzo y ahí si que será duro irse de casa.


Desde Diario de un Metalhead, animamos a todas esas mujeres, ya sea en el mundo de la música o en el mundo laboral a hacer lo que realmente les pida el cuerpo sin miedo a represalias. Ser madre es un derecho, que nadie debe quitarte con amenazas, desplantes o medidas represivas hacia tu decisión. El 8 de Marzo, debería de ser todos los días.

© Diario de un Metalhead 2019.