Texto: Larry Runner.
Fotos: Juan Tomé Nestal.
La actitud, el saber estar sobre un escenario, como buena energía que es, ni se crea ni se destruye, sólo se transforma y THE LAST VEGAS como ya hicieran en su anterior visita, dieron buena muestra de que son una central nuclear del rock.
Van sobrados en todos los aspectos, en lo musical, en la imagen, en el saber hacer. Dejan a nuestras mejores bandas del estilo a años luz. Ninguna banda nacional a día de hoy está a la altura de los de Chicago, lo cual hace aún más incomprensible que algunos vaya a ver a grupetes hardrockeros de medio pelo, algunos de los cuales no saben ni afinar, y se queden en casa perdiéndose un concierto como el de la Acapulco del pasado viernes. Y en el caso de los músicos es aún más triste. Deberían obligarles a acudir a citas así, siempre se puede aprender de la gente que a pesar de llevar poco tiempo en ésto ha girado ya con bandas como Buckcherry o Mötley Crüe, por citar a un par de ellos nada más.
Y es que siempre hablamos de la poca asistencia a los conciertos, pero que la gente no acuda a la llamada de una banda como ésta es o bien fruto de la ignorancia más absoluta o bien del pasotismo más estúpido. Quizás la gente se deje llevar por las modas, o no, no lo se. El caso es que se esperaba que esta gira de The Last Vegas fuera mejor que la anterior y Gijón, a pesar de no reunir a demasiada gente, fue de las mejores fechas, que tiene cojones. Pero dejemos la mala baba y pasemos a la crónica, que es lo que importa. A ver si así conseguimos dar algo envidia y remover conciencias, porque ya no digo que todos los metalheads acudan, no a todos nos gusta el hard rock, pero a aquellos que van de rockeros auténticos debería caérseles la cara de vergüenza.
Atacaron en plan grande con “Beat To Hell” como está siendo habitual en este tour, y es que es el corte que abre su último “Bad Decisions” que vienen presentando por toda Europa. La obligada “Loose Lips” de su homónimo de 2008 y otra de las gordas del último, “Evil Eyes”, no nos dieron respiro. Excelente comienzo para una noche que se avecinaba mágica.
Sonaba bien, cosa que no siempre se consigue en la sala. Raro, ya que el técnico era el de siempre y mira tú por donde no siempre salimos contentos. Habrá que pensar que a veces se le echa la culpa a quien no se debe. No todos los que se suben a un escenario saben lo que hacen.
Nate Arling golpeaba los tambores como si en ello le fuera la vida. Parecía querer romperlos, y ya desde el principio observamos que el tempo de las canciones era algo más rápido del original de los discos. “Whatever Gets You Off” tema que bautizaba su disco de 2009, en el que colaboraba Nikki Six, sonó a gloria bendita.
Pero estaba claro que venían orgullosos de su nueva obra, y la inmensa mayoría de las canciones que sonaron a lo largo de la noche fueron procedentes de “Bad Decisions”. Tanto es así que nos soltaron de seguido “Don’t Take it So Hard”, la genial “She’s My Confusion” y “My Way Forever”. Aquí estamos cinco pavos orgullosos de nuestro álbum. Cómpratelo, mira como mola, parecían querer decir.
Chad Cherry es el puto amo. El grupo es fantástico, no lo olvidemos, pero viéndole al micro da la sensación de que podría salir con cuatro mangarrianes y molar igual. Eso sí, estando tan bien rodeado puedes prestar atención a los demás. Ver a Adam Arling a la guitarra y haciendo coros es todo un espectáculo. Lo que decía al principio: Actitud.
Las prisas de Nate Arling quedaron más latentes que nunca en el “It Ain’t Easy”. El tema de Bowie sonó acelerado a tope, y por supuesto, me encantó. Fue de los más sentidos de la noche, y coreados, porque no éramos muchos, pero al menos si nos las sabíamos casi todas.
Y así entre temazos como “Apologize”, también del “Whatever Gets You Off”, fuimos alcanzando el habitual “I’m Bad” con el que suelen terminar. Se fueron para volver con un bis, solo de batería incluido. Y de ahí a la esquina del merchan para firmar discos a todo aquel que lo quisiera y sacarse fotos con todos. La mejor forma de hacer dinero en una gira. Algunos aún no lo lo han pillado.
Geniales.
Gracias a The Promouters Gijón por la velada. Próxima parada Quireboys. Y habrá gente que se los pierda también.
Un saludo para Susana Espina, mánager de Adam Bomb en nuestro país a quien tuve el gusto de conocer. Gente como ella es la que nos hace falta.
© Larry Runner 2013
