jueves, 30 de diciembre de 2021

PARALELUM: Bad Thoughts (Lady Stone Records, 2021)


Por Larry Runner.

Como ya conté en la reseña de su anterior “Under the Roots”, descubrí a PARALELUM gracias a la W:O:A Metal Battle. Estuvieron en la Semifinal Centro de 2019 y si bien no pasaron a la final, sí que fueron una de las bandas que más me llamaron la atención de toda aquella edición.

La pandemia ha frenado todos sus planes. Tenían un muy buen disco a presentar y todo se quedó parado, sin poder salir a la carretera a defender su fantástica y original forma de entender el metal. Nos cuentan desde su sello Lady Stone Records que el pasado verano se pusieron manos a la obra para dar forma a este nuevo álbum “Bad Thoughts”. Ahora obra en mi poder y de él disfrutan mis oídos.

“Bad Thoughts” es una evolución natural de “Under the Roots”. Todo lo que allí ofrecían, ahora es más. Todo lo que te pudiera contar entonces, ahora va a más y es mejor. Evidentemente suenan mejor, la producción lo es, pero supongo que no será sólo eso lo que hace que suenen más gordos, más intensos, pero a la vez más melódicos. 

Su forma de entender la música sigue siendo muy personal, y si bien en el tema que da título al disco “Bad Thoughts”, con el que abren el álbum pensé que habían dado un giro radical, luego, a partir del segundo corte “Out of Place” todo vuelve a ser lo que yo me esperaba.

Y es que “Bad Thoughts” lleva un aire un tanto metalcoreta y comercial que a cualquier fan del estilo le saltaría la gorra. Guturales en las estrofas para sacar voz melódica en el estribillo que además no me parece ni siquiera la de Diego Perela. La típica combinación de la que algunos sacan canciones como churros la usan ellos en la entrada del álbum, aunque bien es verdad que pasados un par de minutos entra un solo y lo revienta todo.

Como digo “Out of Place”, segundo tema del disco hace que todo vuelva a su sitio, al sonido del grupo, ese que bebe mucho de los 90 sin olvidar los ochenta. Los fans del sonido Seattle se lo podrían pasar en grande con este disco, aunque ojo, no es un vulgar álbum grunge. Ni mucho menos. Si así fuera no saldría en esta web.

Su base sigue siendo contundente, pero como decía antes, lo parece más aún que “Under the Roots”. Sobre ella va la guitarra, sonando fresca y con una gordura que se muestra casi como impenetrable. Las rítmicas son deslumbrantes y los solos aparecen sólo cuando son necesarios. No son una obligación, son un recurso del que tirar cuando la canción la pide, no una necesidad constante.

Sobre todo ello, la voz de Diego, que una vez más se muestra camaleónico, jugando en todo momento con las melodías vocales, unas líneas que son la antítesis total de la linearidad. En ningún momento sabes por dónde te va a salir. No hay límites. Tan pronto te clava un gutural como se destapa brillante en un estribillo como te recuerda a la versión joven del mismísimo Ozzy. Te podría cantar igual un tema de Pantera, que uno de Soundgarden -mira como suena en “Against A Wall”- que de clavarte uno de Black Sabbath. No conozco a ningún cantante como él. Podría hacérselo con cualquier banda, pero estoy seguro de que no se lo pasaría tan bien como aquí. No hay límites, nadie le corta a la hora de interpretar, y eso hace que la banda suene única y que él, ante esa ausencia de frenada no pueda aburrirse en ningún momento.

No faltan sorpresas que te sacan un poco de ese sonido 90’s que comentaba. Ponte “Something In My Brain”, con una marcha que te podría recordar a los mismísimos Amon Amarth con una parte por medio de puro heavy metal. Temazo para levantarte de la silla y volverte loco y que extraigo al disco duro mientras escribo estas líneas para pincharlo en el programa de radio. Brutal.

Caso aparte es lo de “Sin Perdón”, corte de más de siete minutos donde meten arreglos, pianos y se pasan al castellano tras un arranque rockero. Un tema que casi me vuela la cabeza. Música de encaje, una frivolité que se marcan como hicieran en su debut con “Dímelo Tú” y que al igual que en aquel caso la han colocado en medio del álbum, no al final como suele suceder en estos casos. Hasta para eso son originales. Por cierto que alguien me diga si le recuerda también a Molotov, y eso que no tiene nada de canguril.

Si bien al principio de esta reseña dije que en comparación con su anterior disco todo era más, bien es verdad que hay otra característica que yo al menos creo vislumbrar. Me temo que todo es como algo más oscuro. Quizás haya surgido así de forma inconsciente, pero todo tiene como un aire más triste, más sin luz. Nada que reprochar. Viendo los tiempos que nos están tocando vivir me parece lo más normal del mundo. ¿Hay alguien que esté alegre salvo que sea de esos que se pasean en yate?

Sea como fuere, el disco es mejor que su predecesor. Todo es mejor, a nivel compositivo, de arreglos y de sonido. El disco es acojonante, mejor que el anterior sin duda. Y desde luego no es más de lo mismo. No hay otra banda como ésta en España, o al menos yo no la conozco. Otra cosa es que la gente lo sepa valorar, pero me da a mí que no. Si no que se lo pregunten a otros innovadores como Scape Land, The Flying Scarecrew, Corvus V, Synchronical, Estirpe y tantas grandísimas bandas que no van a lo fácil y por ello son ignoradas. Desde luego por mí que no quede. Todo mi apoyo desde aquí para estos fenómenos segovianos. Que no todo allí es el acueducto, el cochinillo y los Lujuria. 

Ojalá tengan el 2022 que pienso se merecen.


Line - Up:
Diego Perela: Voz
Sebastián Comesaña: Guitarras
Javier Pérez: Bajo
Juan Marín: Batería







© Diario de un Metalhead 2021.

No hay comentarios: