jueves, 16 de diciembre de 2021

BLACKHEARTH: The Wrath of God (Autoeditado, 2021).

 

Por Larry Runner.

Hay que meter mucho ruido con BLACKHEARTH, así de claro. Se lo merecen. Bandas así no pueden pasar de largo, hay que llamar la atención. Agradezco infinitamente a Javi Izkar que me haya insistido con ellos, porque con la saturación de trabajo que tenemos por aquí, probablemente habrían quedado en el olvido por mi parte. Luego, cualquier día me cruzaría con ellos en cualquier concierto, sin conocerles a fondo, y me habría tirado de los pelos.

Sé que algo escuché de su debut “Blackhearth”, pero, la verdad, no lo recuerdo. Que me perdonen, pero llega mucha más música de la que podamos abarcar por aquí. Ni dedicándole las 24 horas del día y todos los días de la semana podría cubrir un 10% del material que cae en el correo. No bromeo.

El caso es que ahora les he podido prestar la atención que precisaban y .... tengo que hacerme con el disco debut porque de este grupo quiero tenerlo todo.

Lo primero que escuché con detenimiento fue el single de adelanto, la canción que da título al disco “The Wrath of God”. Espero que sean muchos los que hayan entrado por ahí a la música de esta grandísima banda nacida en Durango, en Euskadi. No en vano seguro que el grupo ha tenido que hacer un esfuerzo extra para lograr que en el tema colaborara una figura destacada como Tim “Ripper” Owens. Sólo por eso, ya deberían haber llamado tu atención si gustas del buen Heavy Metal. No sé hasta qué punto existe el coleccionismo entorno a Judas Priest, pero si alguien se considera como tal, y pretende abarcar todo lo que concierne a los de Birmingham, que se apunten este disco, porque el single es pura crema. “The Wrath of God” es todo un temazo en el que a ritmo de doble bombo el señor Owens ofrece su mejor versión en un tema que le viene como anillo al dedo. No se corta Alain Concepción, vocalista de nuestros protagonistas, que se bate el cobre cantando a dúo con el reserva del Metal God.

Pero no es éste precisamente un disco de un hit y ya. Ni de lejos. La primera vez que me puse a escucharlo con detenimiento, aluciné. “Betrayal”, el tema que abre el álbum me volvió loco. Eligieron como single el tema que da título al disco, pero “Betrayal” no tiene nada que envidiar, incluso creo que es mejor. Lo tiene todo y me parece realmente ideal para llamar la atención y que pienses ya de primeras que el disco va a merecer la pena. Tiene una contundencia alucinante, un ritmo trepidante, con la batería a todo trapo, unas guitarras afiladísimas y un estribillo que hace que si te gusta el buen Heavy Metal te enamores a la primera. Porque se queda en la cabeza para siempre, es de esas que en cuanto te descuidas la estás tarareando. La redondean con unos teclados fantásticos, aportados por Julio Veiga, la versión joven de Jens Johansson. No exagero. Y espera, que tengo que seguir un poco más. Pero tranquilos, que no voy a hablar tanto de todos los temas, que si no me mandaréis a tomar por culo con tanta palabrería.

No puedo evitar hablar con entusiasmo de este álbum “The Wrath of God”. Personalmente me recuerda al sonido de los primeros discos de Yngwie J. Malmsteen, de “Rising Force” y “Marching Out”, no lo puedo evitar. Evidentemente sin tantos excesos guitarrísticos -aunque precisamente no son mancos-, pero estilísticamente, pienso que por ahí podrían ir los tiros, suenan muy escandinavos. Y me encanta.

Alain al micro me parece la voz ideal para el estilo del grupo. Heavy Metal cargado de melodía, con una voz que probablemente sea de lo mejor que he escuchado en mucho tiempo. Soy fan de este tío desde ya. Por momentos me recuerda a Soto, a Rob Rock, a Mark Boals ... así de grande es el tío, que en canciones como “My Bornless Child” muestra un trabajo realmente sublime.

Es increíble lo bien trabajadas que están las armonías, lo fantásticamente melódico que suena todo a pesar de que la contundencia es realmente abrumadora. Son la clara demostración de que sonar intensos no tiene porqué estar reñido con ser melódicos e incluso pegadizos.

Sobre una infranqueable barrera rítmica se construyen unas guitarras agresivas a las que unen unos teclados que tan pronto sirven de colchón como pasan a un primer plano sonando muy frescos y montando unos excepcionales duelos con la guitarra solista para hacerme feliz. Canciones como “Rotten To The Core” son plena muestra de que todo cuanto digo es verdad. 

Diga lo que diga del trabajo de las guitarras de este disco, me quedaría corto. Por momentos me dejan sin palabras. Solos brillantísimos que jamás desentonan dentro de las canciones, duelos alucinantes con los teclados y cuando se ponen a doblarse ... ¡madre del amor hermoso!

Si bien todo el disco lleva una línea bien marcada, no faltan las sorpresas. “Nothing But Dust” es sin duda el mejor de los ejemplos, tirando de acústicas, para bajar un tanto las revoluciones justo en mitad del álbum. Citaría también “Rearching The Shore”, una perla escondida casi al final del álbum en modo de medio tiempo que podría ir firmada por el John Norum de “Total Control”, como también el baladón “Banished Forever” que cierra este sobresaliente disco. 

En cuanto al sonido, es un álbum salido de la factoría de Chromaticity Studios de Pedro J. Monge (Vhäldemar). No hace falta decir más.

No sé el tiempo que les habrá llevado dar vida a estas diez canciones, pero la verdad que el resultado es abrumador. Jodido lo van a tener para hacer un disco mejor en el futuro. El listón queda muy arriba. Discazo. Heavy Metal de primer nivel. Como diría un amigo mío, síntoma de que algo es realmente bueno: “suena a guiri”. 

Siento haber alargado tanto esta reseña, que al final parece una novela. Pero es que éste es para mí, el mejor disco estatal del año.


Tracklist:
01 - Betrayal
02 - Into The Unknown
03 - My Bornless Child
04 - Rotten To The Core
05 - Nothing But Dust
06 - This World
07 - The Wrath Of God (Feat.Tim Owens)
08 - True Belief
09 - Reaching The Shore
10 - Banished Forever

Ellos son:
Alain Concepción – Voz
Alex Hernández – Guitarra 
Asier Larrea – Bateria
Jorge Sánchez – Bajo
Endika Ortega – Guitarra 
Julio Veiga – Teclados 






© Diario de un Metalhead 2021.

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