Fotos: Jorge López Novales.
Nos invitaron a la pre-escucha de su nuevo disco y de ninguna forma podíamos faltar. Si hay una banda que merezcan nuestra atención y con la que siempre nos sentimos en deuda, esa es Unexpectance. Así que hasta los OVNI de Llanera nos dirigimos a pasar la tarde del sábado.
Allí nos recibieron la banda, su mánager Iván y su técnico y productor Dani Sevillano para escuchar “Vortex”, el que será, esperemos que pronto, el nuevo disco de Unexpectance. Sin un segundo que perder, Sevillano pulsa el play y arranca “Guerra Interior”.
Sí, el tema del que ya habéis podido disfrutar del video, que además tuvimos la suerte de estrenar aquí en Diario de un Metalhead, es la canción de apertura de este segundo disco largo de la banda.
“Vortex” es un álbum conceptual total y absoluto. Gira entorno a un concepto letrístico que va puramente ligado a lo musical para extenderse incluso a la portada del álbum. La obra está basada en el punto de vista aristotélico del universo, de ahí esa forma tangible y esférica de la portada. De esas bases cosmológicas griegas bebió Dante y de ahí surge la idea de los anillos que conforman la esfera. Cada anillo, va ligado a un tema y el grupo extiende el significado de cada uno de los círculos a nuestro tiempo actual, que tal y como están sucediendo las cosas parece caminar hacia el infierno, como en La Divina Comedia de Dante.
Como decía antes, “Guerra Interior” abre el álbum. El tema está basado en la teoría que desarrolló el científico soviético Nikolai Kardashov, que estableció una escala que mide el grado de evolución tecnológica de una civilización: la escala de Kardashov. El tema viene marcado por una intensa melodía sin faltar un punto de oscuridad, algo que llena totalmente este álbum y que va a más con el paso de las canciones.
Y es que, como también adelantaba al principio, el oscuro concepto letrístico se lleva a la música, y a medida que vamos avanzando de anillo la música se va oscureciendo, algo que el grupo logra a través de los cambios en las afinaciones.
El metal de Unexpectance es sumamente intenso, Death Metal con dosis de Heavy Metal acelerado donde no faltan solos cuando son necesarios. Las guitarras son las dueñas del sonido del álbum, como ha de ser, aunque no faltan efectos de teclados muy inteligentemente tratados.
“El Altar del Olvido”, canción que habían presentado ya en julio de 2019 es el segundo de los cortes. El tema tratado aquí es la lujuria, que ellos llevan al terreno de los abusos sexuales por parte de algunos miembros de la Iglesia Católica, que, desgraciadamente hoy en día parece el mejor de los refugios para pederastas que quedan sin castigo.
“Hipersomnia”, el tercero de los círculos, habla sobre la gula y la sociedad de consumo en la que vivimos y que acabará por dormirnos a todos. La banda nos lleva de viaje con su música a través de los anillos tratando en cada uno de ellos de un pecado distinto. La avaricia es el tema tratado en “La Ira de los justos”, un tema más directo y contundente, intenso y sin solo. Las grandes empresas dominarán a los gobiernos y los ciudadanos de a pie lo pagaremos.
“Deus Ex Machina” es una especie de fusión entre el progresivo y el melodic death sueco fantástico para hablarnos de la ira y la pereza, algo que inunda las redes sociales. En mis notas apunté “temazo”. Ojo a esta canción cuando escuchéis el disco.
“La Caída de Prometeo” da un paso más en lo musical hacia la oscuridad, quizás aquí de forma acentuada. Las afinaciones van cambiando para transmitir esa sensación que va a más aquí tratando el tema de la herejía, algo que puede parecer en el olvido porque hoy en día no se quema ya a nadie en una hoguera por sus opiniones, aunque el escarnio con los que piensan de forma distinta a veces puede ser más cruel incluso. Si te alejas del rebaño y piensas por tí mismo, estás jodido.
“Neurapraxia” nos introduce en el mundo de la violencia, en este caso la violencia machista. Aquí la banda tira de Melodic Death un poco de manual en gran parte de la canción hasta que pega un giro y se cargan toda la parte melódica tirando de mala uva, oscureciéndose todo como si de un tema de Illdisposed se tratara.
“Déjà - Vu”, que trata de la corrupción política, es la canción más ecléctica del disco. Una especie de fusión de death con groove y una pizca quizás de grunge. Es un tema raro donde hay una parte de guitarras dobladas que da el respiro en la intensidad, que viene dada, como en todo el disco por el tratamiento en la sección rítmica, mucho más bruta que en su disco de debut.
“Última Palabra” habla de la traición, llevada aquí al auge de los populismos que volvemos a sufrir hoy en día. La historia se repite y caemos en los mismos errores. La gente no quiere pensar de forma individual, se deja arrastrar. Musicalmente el tema parece oscurecerse aún más. Aparecen voces en off, como en otros momentos del disco, sintiendo además que la ausencia de coros y de estribillos pegadizos aumenten la sensación de desasosiego que Unexpectance transmiten con su música.
Llegamos a “Pandemonium”, el final del álbum, el infierno. La letra, a diferencia del resto que son de Nacho Peña y Daniel Larriet, es del batería Luis Barrientos. Trata sobre la vanidad y la ira descontrolada que llega a su máximo esplendor de forma absurda a través de las redes sociales.
Unexpectance nos dibujan en “Vortex” un futuro bastante desesperanzador, apocalíptico y con poca fe en la humanidad. Evidentemente, si uno mira las noticias y echa un vistazo a las redes sociales, no es para menos. Lo hace a través de sus letras, pero eso, al fin y al cabo, es algo que casi cualquiera podría conseguir con un tanto de imaginación y dedicación. Lo importante y realmente sensacional es la forma en la que ellos han llevado el concepto a lo musical, jugando con las afinaciones y tirando de guitarras de 6, 7 y ocho cuerdas incluso para lograr transmitir esas sensaciones.
Sí, es un álbum perfectamente producido, en el que han trabajado todos los detalles, muchos de los cuales soy incapaz de transmitir aquí tras una sola escucha. Lo que sí tengo claro es que el disco es muchísimo mejor que “La Metástasis de la Desesperanza”. La banda suena mejor, más gorda, más intensa. Los temas son mejores, están mejor trabajados. El nivel de composición es más elevado, más progresivo y complejo, y logran transmitir un sonido que aunque beba de muchas fuentes, suena a propio. Cuando escuches “Vortex”, sabrás que estas escuchando a Unexpectance. Y eso, amigo mío, no lo consigue cualquiera.
Grabado en OVNI Estudios con Dani Sevillano (WarCry, Escuela de Odio, Kirlo ...). Masterizado por Jacob Hansen en los Hansen Studios (Primal Fear, The Black Dahlia Murder, Flotsam And Jetsam, Heaven Shall Burn ... ).
El artwork del disco, obra de Manthos Stergiou, diseñador griego del estudio Manster Design, que ha trabajado con bandas como Jinjer, Nervosa, Powerwolf o Kadavar entre otros muchos.
Dani Larriet - Voz
Luis Barrientos - Batería
Aitor G. "Mike Stamper" - Bajo
Nacho Peña - Guitarra
Fran Pérez - Guitarra
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