sábado, 5 de enero de 2019

BULLETS OF MISERY - Linguae Vasconum Primitiae (2018, Autoeditado)


Por Sonia M.

El pasado 24 de noviembre salió a la luz el nuevo ep de los vascos BULLETS OF MISERY, y ahora caigo en la cuenta de que hace la friolera de cuatro años que escribí por primera vez sobre ellos. Y me gustaría volver a empezar como aquella vez: “100% original rural death. We growl in basque.”

La saga de brutalidad continua con este “Linguae Vasconum Primitiae”, 5 temas en 22 minutos para que te pegue bien de primeras y no te satures, cargado como su predecesor de riffs potentes y blast beats que perforan el alma. Gracias a la información que nos ha facilitado la banda podemos poner la obra en contexto:
“El nombre del disco viene a raíz del título de la primera obra que se imprimió en euskera (Bernat Etxepare 1545), que curiosamente tenía el título en latín. Análogamente, nosotros también hemos ido haciendo lo mismo; cantar en euskera y poner títulos en latín. Las letras tratan sobre todo de cultura y mitología precristiana en el Pais Vasco.”

Si en su anterior ep comentaba lo de la brutalidad, aquí no son menos. Se mantiene vigente aunque, por ejemplo, han ganado en profundidad y emociones. Diría que “Begibakar” es una buena muestra de ello asi como “Eate” con ese inicio tan destructor y ese final tan nostálgico. 


Pero como digo, esto es una rueda que no para y si te pones delante te arrolla con los guturales de Idurri y la matraca de la base rítmica por parte Egia al bajo y de Azkue a la batería, grabada por cierto con Mikel Gómez (CHILDRAIN). Algo que es tónica en los cinco temas. Dale que dale, se va gestando ese ritmo infernal que te atrapa y no te suelta. Te asfixia directamente. Si os digo que en “Ihizi” me petan los cascos en la parte final del tema con esa batería. No es broma, retumba en el maldito pecho. ¿Qué os dan de comer allí?


Otro aspecto que me ha gustado especialmente son los detalles de Lea y Lonsoth a las guitarras con los juegos de riffs y punteos varios. Además de brindarnos una base sólida como bien he dicho, permite relajar la intensidad con suma elegancia. Son como soplos de aire fresco, como agua en el desierto. Si no entendéis a que me refiero escuchad “Gure aitaren etxea” y lo comprenderéis. 







© Diario de un Metalhead 2019.