miércoles, 3 de enero de 2018

Faltó Darth Vader. STRATOVARIUS + ANGELUS APATRIDA + VHALDEMAR. Gijón 30/12/2017. Crónica y fotos.



Por Larry Runner.

Desde hace unos años el mundo del frikismo en Asturias celebra su acontecimiento más emblemático en el Metrópoly Gijón, una cita que cada verano acerca a Asturias a estrellas del cómic y del cine fantástico y del que muchos disfrutamos en la temporada estival. Allí los fans de Star Wars, Harry Potter, el mundo de los zombies, etc, se lo pasan en grande jugando, viendo exposiciones, disfrazándose, cazando autógrafos, sacándose fotos con sus ídolos, etc. De forma paralela se ofrecen una serie de conciertos de diversos estilos y también se puede disfrutar de una variada gastronomía. Hasta ahora siempre había sido así, pero este año la organización ha querido ir más allá. Es así como ha nacido el Metrópoly Gijón Winter Edition.

Desde el 22 de diciembre hasta el fin de año se han ido celebrando distintos actos que cada día concluían con un concierto. La sede elegida para toda esta oferta cultural fue el coliseo taurino de la ciudad, la Plaza de Toros de El Bibio. Sí, al menos durante 10 días el único escenario de Asturias donde aún se celebra la barbarie de la tortura animal de forma legal sirvió para acoger auténticos actos culturales, esos a los que nunca les negaremos las ayudas por parte de nuestros gobernantes.

Entre los muchos eventos pudimos contar con la celebración de una noche de heavy metal. Tiempo atrás la organización había anunciado la presencia de dos bandas estatales, Angelus Apatrida y Vhaldemar y la de una banda internacional, siendo a la postre Stratovarius dicha banda. No habría venido mal en ese sentido que la promotora hubiese dado la oportunidad a alguna banda local como suele ser norma en otras regiones como Cataluña o Euskadi. Una pena y quizás un despiste que perdonaremos por ser esta la primera edición del invernal festival.

Alguno estará leyendo y se dirá “¿un concierto en invierno en una plaza de toros en Asturias? ¿Estan locos?”. No, no lo estaban. Sí que el concierto se celebraba en la Plaza de Toros, pero con condiciones. Y es que para la ocasión se instaló en el coso una enorme carpa cubierta con capacidad para 2500 personas dotada de calefacción y cuidando incluso el detalle de cubrir el suelo con planchas de madera para aislarnos de la humedad y el frío en la medida de lo posible. Así las cosas, la temperatura en el recinto no era ni de lejos la de la calle y ello animó a que las barras se vieran asediadas por heavies sedientos a pesar de que el precio del “katxi” era de 7 euros, nada barato aunque aún lejos de los atracos a los que nos vemos sometidos en la mayoría de los festivales estatales sobre todo cuando estos se celebran en Madrid, Barcelona o Euskadi.


VHALDEMAR, a los que llegamos un poco tarde por habernos encontrado con un problemilla en la puerta, fueron los encargados de abrir la noche. Heavy Metal de manual del que los metalheads asturianos parecían estar hambrientos. No en vano su “Against All Kings” está dando mucho que hablar. Y es que hoy en día son pocos los discos de verdadero heavy metal de calidad que se editan en nuestro país donde todo lo acabado en core parece reinar. La audiencia agradeció su presencia mostrando cuernos y coreando algunos de los temas de los vascos, que terminaron con su mítica “Energy” de aquel inolvidable debut “Fight to the End”. Ha tardado en llegar, pero creo que este puede ser el momento por fin de Vhaldemar, que tiene en Carlos Escudero a uno de los mejores y más locos frontman que haya visto yo sobre un escenario. Sólo un pero, cuando dijo lo de “han venido los heavies de Gijón que es a los que yo quería ver, a los demás que les den por el culo” ... ¿que quería decir? No lo entendí muy bien o quizás la expresión no fue la más acertada. De todas formas, buen concierto y púa de Pedro J. Monge que cazamos al vuelo para enmarcarla lo antes posible al lado de las de otros grandes. Ojalá como dije antes les haya llegado el momento y sean ellos los que recojan fruto a todos estos años de pelea, que son muchos y no que se aprovechen otros a su costa como les pasa a otras bandas. Huyan de los buitres.

Poco se puede decir de ANGELUS APATRIDA a estas alturas que no hayamos contado ya. Y más en este recién finalizado 2017 en el que les hemos visto hasta en tres ocasiones. No sé el tiempo que tocaron, no lo cronometré, pero quizás casi tanto como el de las estrellas de cartel. Guillermo Izquierdo se encargó de recordarnos que estaban desentrenados y que se presentaban en Gijón casi sin ensayar. Y es que la banda está centrada ahora mismo en la grabación de su nuevo álbum, el sexto, del que podremos disfrutar a lo largo de 2018, teniendo aún pendiente la salida del DVD en vivo. Era la cuarta vez que les veía este año y aunque no sonaron tan bien como en Zamora, sí que sonaron infinitamente mejor que en Oviedo y más nítidos que en A Coruña en la noche que actuaron como invitados de Slayer. Me encanta ir a verlos porque su set-list siempre varía y nunca sabes con qué te van a sorprender.

Con Davish a nuestra izquierda, cosa nada habitual, o al menos yo no recuerdo haberles visto nunca colocados así en las catorce veces anteriores que les he visto, nos hicieron disfrutar sólo con temas propios, lo cual agredecí. Y es que creo que son muchos ya los himnos propios como para tener que andar tocando versiones de otros, que están muy bien para cerrar un disco a modo de anécdota, pero a las que en vivo ya no les encuentro mucho sentido. Mejor así, con “Of Men and Tyrants”, “Vomitive”, “The end man”, etc, que volvieron loca a la audiencia y que fueron correspondidas desde el pit en forma de empujones y bailes en círculo. Si estaban fuera de forma sólo se dieron cuenta ellos. Sobresalientes una vez más y a día de hoy difícilmente comparables a ningún otro grupo del país. Guillermo se acordó de saludar a toda la gente venida de fuera, y es que había metalheads al menos que yo haya visto o saludado, de Valladolid, León, Galicia, Euskadi, Cantabria y por supuesto todos los puntos de Asturias, con una nutrida presencia de Oviedo, Avilés, el occidente y las cuencas mineras.


Los que solemos acudir sabemos que el público congregado en El Bibio estaba por encima de la media a pesar de no ser tampoco en un número como para tirar cohetes. Calculo que entre 600 y 700 metaleros fuimos los que nos congregamos en Gijón. La razón estaba clara, la presencia de STRATOVARIUS en Asturias, algo que no sucedía desde hace muchísimos años y con una formación que nada tenía que ver con la actual.

Estuvieron geniales, sonaron cristalinos y a día de hoy demuestran que técnicamente nada tienen que envidiar a formaciones de la banda anteriores, con un Rolf Pilve a la batería que es una auténtica bestia parda. Otra cosa es juzgarles a nivel de composición, pero creo que cuesta también trabajo cuando escuchas canciones como “Dragons” de su “Nemesis” de 2013, o “Shine in the Dark” del “Eternal” de 2015. Bien es verdad que en el repertorio tiran de clásicos a tope. Abrir con “Forever Free”, del “Visions” y meter entre los primeros cuatro temas de la noche “A Million Light Years Away” e “Eagleheart” lo demuestra. En ese tema Lauri Porra, que jamás podrá negar su adoración por Cliff Burton en las pintas se vino arriba soltando una gamba parece que pasó desapercibida.


Me gustan porque al igual que pasa con Angelus Apatrida no son una banda predecible. Nunca sabes por donde te van a salir, lo que te van a tocar. Sus repertorios cambian de una a otra actuación, no suele haber dos conciertos iguales y eso se agradece. Poder disfrutar de canciones como “Distant Skies” o “Against the Wind” del “Fourth Dimension” a estas alturas, canciones con más de veinte años es sensacional. Su espectáculo, que en algunos momentos cuenta con la ayuda de algunos samplers y coros pregrabados está a día de hoy a un altísimo nivel. Vuelven a ser casi la banda que fueron a principios de siglo y sólo los prejuicios pueden hacer que no se disfrute de sus conciertos. Kotipelto está en plena forma y su voz sigue siendo la del jovencito de antaño. Como para no disfrutar. Eternos.

Set-list:
1. Forever Free
2. Shine in the Dark
3. A Million Light Years Away
4. Eagleheart
5. Winter Skies
6. Eternal Dream
7. Distant Skies
8. Against the Wind
9. Dragons
10. S.O.S.
11. Unbreakeable
Bis:
12. Forever
13. Black Diamond
14. Hunting High and low.

Gracias a Metrópoly Gijón por acordarse del heavy metal en esta Winter Edition. Personalmente eché de menos a Darth Vader y sus tropas paseándose por el recinto como en la edición veraniega, pero estuvo bien igual.

© Diario de un Metalhead 2017.