martes, 5 de noviembre de 2024

ASHA: Unspoken Bond (Autoeditado, 2023).


📝 Larry Runner.

Debe hacer como un año que este álbum está en mi carpeta de “discos pendientes”. Damos preferencia a lo físico, y por vez primera en tres años, no hay nada sobre mi escritorio digno del esfuerzo de escribir sobre ello.


Así que me voy a la carpeta de pendientes, esa que no tiene fin, le doy un repaso y me fijo en algo que hace mucho que debería haber tenido salida, el último trabajo hasta la fecha de ASHA, o lo que es lo mismo, la última locura larga del guitarrista Kike G. Caamaño.

Una vez más el protagonista se encarga de todo el proceso creativo, de tocar todos y cada uno de los instrumentos que aquí aparecen, de la grabación y producción. Todo es suyo salvo ... la voz solista.

Estoy seguro que no se pone a cantar porque simplemente no quiere, porque probablemente lo haga mejor que mucho presumidín que tira de micro, que por desgracia a veces vamos a conciertos y mucha pose pero hay alguno que no da una el pobre. 

Sea como fuere, al malagueño no le da por tomar un micro y delega siempre la tarea en alguien de confianza. En esta ocasión ha elegido una voz femenina, la de Mayte G. Prieto, su sobrina, que no lo hace nada mal y que también está metida en los berenjenales del malvivir musical actual, en su caso como pianista y vocalista de jazz. Mayte cumple con creces para meter unas líneas vocales que no son fáciles de incrustar sobre una música tan poco amable para la voz. 

Una vez más el artista combina temas cantados con otros totalmente instrumentales. La palabra sencillo no tiene cabida en “Unspoken Bond” y me imagino que tampoco en la vida de Kike G. Caamaño. El disco es muy progresivo, quizás más que nunca, o al menos no recordaba yo tan enrevesada la música de nuestro protagonista, tirando de muchísimos cambios, muy loco y por momentos con una intensa velocidad. No pillas un 4/4 ni pa Dios.

Abre el disco con “Turn the tides”, un tema precisamente muy progresivo pero con ese aire de locura que el jazz tiene y que tanto nos desconcierta a los que no estamos acostumbrados a este tipo de excesos. Los cambios me desorientan en una canción de letra optimista. No es el único momento en el que el jazz invade el disco. 

“In Praise Of Souls” es un tema rockero. Instrumental y menos enrevesada. Creo que de mis favoritas. Tiene un tonillo que me recuerda al Vai de los mejores tiempos, cuando lucía melena y pendientes con plumas, algo que pienso aparece en otros algunos otros momentos del álbum.

“Small Great Things” fue el single, tiene un aire de comercialidad importante, aires de Van Halen que no culminan por no tener un estribillo real y que casi se ven continuados con “Athens”, una instrumental luminosa con aires de Rush.

“Days of the past” me recuerda a la forma de liarla de Mr. Big. Es también instrumental y ... es sencillamente genial, probablemente porque sea más directa, más rock y menos prog. Sirve de preludio a “Lie Still And Quiet”, ya cantada y que lleva una onda parecida que convierte a esta fase del disco en la más atractiva para mí. Aunque bien es verdad que aquí se vuelve a retorcer la música ... y la letra también. Tiene también su punto jazz.

“Do it again” quizás sea el hit instrumental del disco. Aparecen acústicas y es más directa, ojo, sin excesos tampoco. Tiene un aire mágico en la melodía y puede que sea la más accesible si no estás de excesos del progresivo. Pero sin confiarse..

“Gone” es totalmente distinta al resto del disco. Es la más corta y la más canción de todas, la más directa, sin complicaciones y en tono totalmente acústico. Aires de nostalgia.

Cierra con “Unspoken Bond”, el corte instrumental que da título al disco y que se va más allá de los siete minutos. El tema donde Kike echa el resto y se deja llevar entre cambios de ritmo, pero de una forma directa y disfrutona. Un muy buen final.

En definitiva, diré que a Kaamaño le gusta liarse en demasía, yo creo que cada vez más. No puede evitar jugar con los cambios de ritmo y tocar muchas más notas de las que cabría esperar. Eso por momentos puede estar muy bien, pero de cara al oyente, puede llegar a saturarte si no eres de grandes excesos progresivos. Falta estribillear un poco.  Lo pone poco accesible para el gran público. Pero si él está contento, bienvenido sea. Yo... soy más de “Do it again” que del resto. Pero bueno, ya te digo yo, que este maestro no va a cambiar. 


Tracklist:
1. Turn the Tides
2. In Praise of Souls
3. Small Great Things
4. Athens
5. Days of the Past
6. Lie Still and Quiet
7. Do It Again
8. Gone
9. Unspoken Bond




© Diario de un Metalhead 2024.


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