Era la segunda vez que Paul Speckmann se dejaba caer por Oviedo al frente de MASTER. ¿funcionaría? La batalla se libró de forma airosa.
Es imperativo que el público asista a estos conciertos, ya que esto sirve como incentivo a los promotores para continuar apostando por Asturias, por Oviedo en este caso. Si los resultados siguen siendo positivos, no habrá razón para preocuparse. Bastante lamentable es ya el pasar por alto giras de alto calibre, ya que hace mucho tiempo que Asturias no recibe a bandas como Helloween, Saxon, etc. Nos vemos en la obligación de viajar para disfrutar de tales eventos. No obstante, cuando se ponen a tiro actuaciones de bandas como Baest, Brainstorm, Iron Savior o Master, sería apropiado no desaprovechar dicha oportunidad.
El problema radica en que, por un lado, la asistencia del público no es suficiente para garantizar la viabilidad económica de conciertos de esta naturaleza, y por otro, resulta complicado asegurar la disponibilidad de locales para eventos internacionales en Asturias. La prolífica escena musical local ocupa la mayoría de las salas en un 100%. No es tarea sencilla atraer actuaciones internacionales a esta región. Esta vez se libró, aunque es lamentable que muchos de aquellos que se proclaman amantes del death metal no asistieran a presenciar en vivo la actuación de un nombre que contribuyó a la creación del género del que hoy disfrutan. Quizás subestimen la necesidad de aprender.
Totengott.
La banda asturiana Totengott es uno de los acompañantes de Master en esta gira. Hoy jugaban en casa.
Su propuesta parte de un doom muy pesado, lleno de oscuridad y largos pasajes instrumentales. Es la banda sonora del fin del mundo o la invocación de un ser maligno. En sesenta minutos, en los que parecía que el tiempo se había detenido, nos ofrecieron una buena muestra de su repertorio, y un adelanto de su próximo trabajo (el tercero) “The Architect”, que sigue la senda oscura de Totengott.
La voz desgarrada de Chou Saavedra nos fue dibujando paisajes desolados, mientras el bajo del inquieto Nacho Void nos golpeaba en el pecho con cada una de sus pulsaciones. José Mora, su batería, golpea con intensidad su batería
Muy agradecidos se despidieron de su gente.
Sin mayores preámbulos, dieron inicio a su actuación con "Master", para proseguir sin apenas pausas con "Subdue The Politician" (mi favorita probablmente), "Pledge Of Allegiance", "Judgement Of Will" y "Submerged in Sin". Sesenta años sobre el cuerpo y como el primer día.
Respeto total y absoluto a Speckmann, que parece rejuvenecer con cada gira. Supongo que gran parte de la culpa sea de sus dos acompañantes, los checos y poco habladores Alex Nejezchleba (guitarra) y Peter Bajči (batería). Unos chavales tan buenos sobre el escenario como sencillos y educados fuera de las tablas. Sin duda una compañía excepcional a todos los niveles. Muchos que no les conocíamos quedamos realmente impresionados con su grandísima labor, sobre todo con la de Peter tras los parches. Enorme.
"Smile as you’re told", "Terrorizer", "Vindictive Miscreant" ... empezaban los empujones en el pit, y eso que cabe recordar que los asistentes al evento no eran precisamente jovenzuelos. ¿Pero a quién no le apetece liarla un poco y rememorar tiempos mozos aunque sea un domingo? Y es que es algo que quiero destacar esta vez de verdad. La reacción del público ante cada canción iba creciendo. No son pocas las veces que los grupos de fuera me comentan lo frío de la gente de Oviedo. Pues bien, en esta ocasión fue todo lo contrario, con una audiencia con ganas de fiesta, muy participativa, muy receptiva y pasándoselo realmente bien. Sumergidos en el pecado de salir de fiesta un domingo. Muy grandes todos.
Es genial poder colocarse en el lateral del escenario y observar las caras de felicidad y ver lo bien que se lo pasa la gente. Eso no se paga con dinero. "Another Suicide", "Remove The Knife", "Pay To Die" y como bis "Mangled Dehumanization", aunque no me atrevería a apostar (apenas tomé notas), porque para ese momento estaba ya pendiente de otras cosas, entre ellas la de entregarles una buena cantidad de cervezas post-concierto bien frías. Se las habían ganado.
Gracias a Kivents, a Andrés Abella, a la Gong y su personal y sobre todo a los que estuvísteis presentes empujando a que se puedan seguir haciendo cosillas en la ciudad. Gracias de corazón.
Stay Metal \m/.
© Diario de un Metalhead 2023.
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